Máximo control para rebajar los 18 fallecidos en motos en 2010

El año pasado, 18 personas fallecieron en la provincia en accidentes con un ciclomotor o una motocicleta implicada (seis en vías urbanas y doce en interurbanas). No son las cifras de hace cinco años. Han bajado a pesar del increíble aumento del parque de motocicletas en la provincia, que se ha incrementado un 114% desde 2001. Los accidentes se han reducido de forma notable, también los fallecidos, pero aún así la gravedad de los siniestros con motocicletas sigue estando muy por encima del total de accidentes de tráfico, sobre todo en vías interurbanas.

Durante toda esta semana, la Dirección General de Tráfico ha puesto en marcha una campaña especial para el control de los vehículos de dos ruedas, que consistirá en un importante incremento de los controles en todo tipo de vías, incidiendo en aquellos tramos de carreteras en los que se produce una mayor presencia de motocicletas o en aquellos en los que se registre una mayor siniestralidad o un mayor incumplimiento de las normas de circulación. De ello informaron ayer el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Sebastián Saucedo, y el jefe provincial de Tráfico, Luis Javier Herrero. Hasta el domingo, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico pondrán especial atención a los adelantamientos antirreglamentarios, el uso que hacen del casco, la velocidad a la que circulan y si llevan la documentación reglamentaria obligatoria. Además a los motoristas se les informará y concienciará sobre los peligros que entrañan las prácticas de riesgo en la conducción en una campaña que forma parte del conjunto de acciones que ha conseguido reducir la siniestralidad de motoristas en un 43% en tres años a nivel nacional.

Uno de los datos a tener en cuenta, según la estadística de la Dirección General de Tráfico y la Jefatura Provincial, es que en casi la mitad de accidentes con víctimas -entre los que se incluyen heridos leves, graves y fallecidos- en vías urbanas, en ciudades, hay una moto implicada, concretamente el 46,2%. También significan el 23% de los accidentes en carretera. Si se miran otros números, como las víctimas mortales por cada mil accidentes producidos, las cifras de las motocicletas reflejan la gravedad advertida anteriormente. En general, hay 37 muertos por cada 1.000 accidentes pero en motocicletas en carreteras hay 59, según las estadísticas. Los ciclomotores en carretera también están por encima de la media aunque menos, con 44 víctimas por 1.000 accidentes. El peligro de los siniestros baja notablemente en ciudades, con cinco muertos por mil accidentes.

La campaña preventiva que se realizará hasta el domingo incide así en la necesidad de concienciar a los motociclistas de los peligros, dado que es un vehículo más inestable que un turismo, pero también de concienciar al resto de conductores de vehículos de cuatro ruedas y de usuarios de la vía en general para que tengan una conducta adecuada al volante que no influya negativamente sobre los motoristas.

Las motocicletas se han convertido en los últimos diez años en una alternativa al automóvil, sobre todo en vías urbanas y en desplazamientos cortos por carreteras. La provincia es la quinta de España en relación con el parque de vehículos de ciclomotores y la novena en motocicletas, pasando por ejemplo de 35.356 motos en 2001 a 75.663 en 2010. O de 100.940 motos hace diez años a 131.138 el pasado año.

A pesar del aumento de este tipo de vehículos, el número de accidentes, los heridos graves y leves y los fallecidos se han venido reduciendo desde 2006 paulatinamente. Sin embargo, el año pasado hubo un repunte con seis víctimas mortales más que en 2009. En la reducción de víctimas también se puede incluir la particularidad de la provincia en las conductas relacionadas con el Campeonato de Motociclismo, una celebración que ha cambiado radicalmente con la prevención de Subdelegación del Gobierno y ayuntamientos al prohibir las prácticas perjudiciales.

La carretera más peligrosa es la A-384, en la Sierra de Cádiz, que acumuló 15 víctimas de 2006 a 2010 con algún motorista implicado en el siniestro.