"Que el marroquí vote facilitará que asuma los mismos deberes"

La representante gubernamental considera que la nueva Constitución del país alauita favorecerá la integración de sus ciudadanos en España · Cree que Schengen no peligra

La secretaria de Estado, Anna Terrón, durante su intervención en el ciclo de la UCA.
La secretaria de Estado, Anna Terrón, durante su intervención en el ciclo de la UCA.
J. Jiménez Gálvez / Algeciras

10 de julio 2011 - 05:01

Concluida su participación en un ciclo de conferencias, la secretaria de Estado de Inmigración, Anna Terrón, hace un hueco en su apretada agenda para esta entrevista. Sin miramientos, improvisa un lugar dónde responder a las preguntas. Tan sólo le hace falta una silla, las cuestiones las pone este diario.

-Directamente, ¿hay que modificar o cerrar los CIE?

-En el nuevo reglamento de Extranjería incluimos el acceso de las ONG a los Centro de Internamiento de Extranjeros. Todo lo que respecta al procedimiento de cómo eso se produce y cómo funcionan dichas instalaciones es competencia del Ministerio de Interior. Ellos harán el correspondiente reglamento, del que la Secretaría de Inmigración es parte consultada. Nosotros, cuando tengamos el texto lo veremos. Lo cierto es que, en el momento en el que alguien se encuentra en un proceso de expulsión es ajeno a nuestras competencias, está fuera de la Ley y está en manos de Interior.

-¿Cómo valora la nueva Constitución marroquí y que sus ciudadanos voten en las municipales?

-Nosotros ya instamos al Gobierno marroquí a firmar un acuerdo bilateral para facilitar que sus ciudadanos pudieran votar aquí y los nuestros allí. Igual que hicimos con los demás países, por lo que este proceso se enmarca dentro de la normalidad. Marruecos incorporó en la nueva Constitución la posibilidad de que los extranjeros votarán allí, por lo que esperamos poder empezar a hablar con ellos una vez que hagan el correspondiente desarrollo legislativo.

-¿La posibilidad de que voten en España favorecerá su integración?

-Por supuesto. Yo creo que eso ya se demostró en estas elecciones locales. Los colectivos que ejercieron el voto y lo pidieron, lo hicieron con normalidad. Que el marroquí vote facilitará, evidentemente, que asuma los mismos deberes y derechos que el resto de personas que deciden en el marco local.

-¿Marruecos deja de controlar sus fronteras y permite el paso de inmigrantes cuando le interesa?

-No. Tenemos, sobre todo en estos momentos, una buena relación con Marruecos, incluso en la frontera. No pienso que esté incumpliendo sus obligaciones.

-Volviendo la vista a Europa, ¿peligra Schengen?

-No. En las conclusiones del Consejo Europeo claramente quedó excluida una reforma del Tratado. Por lo tanto, el acervo principal de Schengen se mantendrá. En todo caso, veremos alguna reforma que posibilite que (tras una decisión no bilateral de un estado miembro, sino comunitaria) se pueda volver a introducir temporalmente una frontera interior para asumir una situación de verdadera quiebra del control fronterizo.

-Aún así, proliferan los partidos xenófobos en Europa y España...

-El auge de estas formaciones lo veo con preocupación, no ya sólo como responsable de política inmigratoria, sino como ciudadana. El problema de estos partidos es que no tienen mejores soluciones que los demás, sino una retórica más dura. No sólo no resuelven los problemas que denuncian con mayor intensidad, sino que crean otros problemas nuevos: de convivencia, por ejemplo. Enturbian las relaciones entre las personas.

-¿Se puede luchar contra la formación de guetos?

-En ese ámbito, el problema no es tanto del origen de las personas, como su situación económica. Un tema que excede mucho de la política de Extranjería. Lo importante es que tengamos claro que la cohesión social es un valor fundamental de nuestro Estado y de nuestro modelo. Este problema aparece con la pobreza, con la marginalidad, con el riesgo de exclusión social; y ahí es donde hay que trabajar. Además, en momentos de crisis, sabiendo que deben priorizarse los espacios y la actuación sobre las personas que efectivamente se hallan en riesgo de exclusión. Sea cual sea su nacionalidad y origen. Es un problema a abordar con los instrumentos de la política social.

-Ahora son los españoles los que emigran otra vez...

-La presencia de españoles en el exterior responde a múltiples factores. La antigua emigración española y el mantenimiento de la nacionalidad ;y también la Ley de Memoria Histórica, que permitió que recuperaran la nacionalidad personas que viven fuera, que siempre han vivido fuera y que no tienen ninguna intención de volver.

-¿Y las nuevas generaciones?

-Existe un ejercicio de la movilidad por parte de muchos españoles. En el ámbito de la Unión Europea, más que razonable. Luchamos durante mucho tiempo por el mercado único y la libre circulación de personas. El objetivo era precisamente éste: que pudieran trabajar, formarse y pasar un periodo de su vida en otro país. Desde este punto de vista me parece positivo. Además, tenemos programas de retorno orientados hacia aquellos ciudadanos que se fueron en época de emigración forzosa y en los últimos años de su vida quieren volver.

- Opine sobre la fuga de cerebros.

-El mercado del talento es internacional. Igual que nosotros queremos que vengan personas de EEUU, China o India altísimamente cualificadas, el resto del mundo quiere fichar a los españoles. En este sentido, debemos trabajar para que sean atractivas nuestras universidades, centros de investigación y empresas tecnológicas.

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