Tranquilidad en el 'frente de makos'

Con suma tranquilidad acogió ayer tarde el denominado 'frente de makos', el colectivo de presos etarras recluidos en las cárceles gaditanas, la noticia del "final definitivo de la violencia" por parte de la banda terrorista, donde, según fuentes consultadas, "se veía venir". Un 'frente' que , tras los numerosos movimientos que ha habido durante los últimos gobiernos socialistas, caracterizados por una política de premios a arrepentidos y castigos (entendidos como mayor lejanía del País Vasco) a irredentos, ha quedado cifrado en cerca de medio centenar de presos. De ellos, 33 cumplen condena en las cárceles de El Puerto y 16 en la algecireña de Botafuegos. Su papel ha sido fundamental para lograr el esperanzador anuncio. En cierto modo, es su victoria. No en vano, todos los presos destinados en Cádiz han cumplido hasta ahora a rajatabla las directrices de ETA, que prohíbe a sus reclusos acogerse a beneficios penitenciarios .

En el caso de las cárceles portuenses, los etarras hace tiempo que cumplen el ritual estipulado: una vez al mes se niegan al "racionado", es decir, rechazan la comida, y una vez al mes, en viernes, envían una carta tipo en la que reclaman su acercamiento a cárceles del País Vasco y la independencia de Euskal Herria. El grupo más conflictivo, sin duda, es el de Puerto 3. No es casualidad. Porque Interior decidió aprovechar la inauguración de la prisión, hace menos de cuatro años, para un singular experimento, trasladando allí a históricos dirigentes con mando en plazo todavía en el 'frente de los makos' o a los presos con historiales más sanguinarios. Por eso está en Puerto 3 Henri Parot, al que se le han acreditado 82 asesinatos, por los que suma 26 sentencias condenatorias con las que acumula casi 4.800 años de prisión. Junto a él, destacan Xabier Alegría Eloinaz, Talibán de Lezo, exdirigente de Ekin; José María Dorronsoro Malaxeteberría, ex responsable del aparato político y financiero de ETA, y Txema Matanzas Goristizaga, abogado de etarras, condenado a 14 años de prisión, acusado de integración en organización terrorista en calidad de dirigente dentro del macro proceso contra el entorno de ETA.

En Puerto 2, donde hasta hace no mucho solían estar una docena, en la actualidad sólo quedan cuatro etarras. De ellos, el más conocido es Iñaki Bilbao, tristemente famoso por simular que disparaba al tribunal que le juzgó por amenazar al juez Garzón.

Por último, en Puerto 1 hay 15 etarras, entre los que sobresale José Antonio López Ruiz, Kubati, interlocutor en las negociaciones de Argel de 1999, que cumple 900 años de condena por seis asesinatos, entre ellos, el de la ex etarra Yoyes.

Los miembros de ETA presos en Botafuegos, un total de 16 (14 hombres y 2 mujeres), por su parte, recibieron con tranquilidad y normalidad la noticia, no realizando ningún acto extraordinario, ni alterando la cotidianidad de la vida de la prisión. "Estos son muy disciplinados", apostillaron las fuentes consultadas. Entre los internos, allí se encuentra Juan Manuel Píriz López, Mungi, detenido el 16 de febrero de 1985 y cuya condena se extiende hasta el 7 de febrero de 2014. En Botafuegos también se halla Inmaculada Noble Goikoetxea, que perteneció al 'comando Madrid' y, durante esa etapa, fue compañera sentimental de Iñaki de Juana Chaos.