Y a la enésima cayó Cabaña

Los griñanistas consiguen al fin derrotar al aparato del PSOE de Cádiz pero lo hacen sólo por dos votos, lo que deja las espadas en todo lo alto para el congreso de julio en el que se elegirá al nuevo secretario

Irene García y Manuel Jiménez Barrios celebran su triunfo en el congreso provincial del PSOE de ayer.
Irene García y Manuel Jiménez Barrios celebran su triunfo en el congreso provincial del PSOE de ayer.
Fco. Sánchez Zambrano / Chiclana

06 de junio 2012 - 01:00

Cabaña no es invencible. A la enésima intentona, y con muchos más esfuerzos de los esperados, los griñanistas lograron derrotar ayer por vez primera al aparato del PSOE de Cádiz y a su secretario general. Pero su triunfo, consumado tras tres años de desencuentros continuos con la ejecutiva provincial, siempre arropados por la dirección regional del partido, se tradujo en apenas dos votos de diferencia, un margen estrechísimo y más reducido del que preveían que deja las espadas en todo lo alto de cara a la cita crucial del 14 de julio en la que los socialistas gaditanos elegirán a un nuevo secretario general.

El resultado del congreso de ayer celebrado en un hotel de Novo Sancti Petri, en Chiclana, deparó que la lista de los griñanistas encabezada por el parlamentario andaluz Manuel Jiménez Barrios lograra 166 votos, mientras que la de los oficialistas que lideraba la alcaldesa de La Línea, Gemma Araujo, sumara 164. Hubo dos votos en blanco y ni uno nulo. La consecuencia inmediata es que de los 55 delegados que representarán al PSOE de Cádiz en el congreso regional que se celebrará del 6 al 8 de julio en Almería, 28 serán de la corriente que ganó el congreso de ayer y los 27 restantes corresponderán a la candidatura derrotada.

Lo apretado del escrutinio puede dar lugar a mil lecturas. Unos, los vencedores, pensarán que ahora sí, que ahora tienen motivos para pensar que el cambio en el PSOE de Cádiz es más que factible. Y otros, los derrotados, podrán consolarse pensando que pese a tener en frente a toda la dirección regional del PSOE-A, han resistido cediendo por apenas dos votos y autoconvenciéndose de que dentro de 40 días todo sigue siendo posible.

Pero desde fuera la lectura es muy diferente. Porque cualquier observador imparcial hablará de empate técnico y llegará fácilmente a la conclusión de que el PSOE de Cádiz está partido en dos mitades idénticas y de que el pegamento que hace falta para unirlas ni se ha inventado aún.

Y si alguien tenía dudas de la división tan brutal que hay hoy entre los socialistas gaditanos, el ejemplo más palpable estuvo en las duras, durísimas declaraciones de su aún secretario provincial, Francisco González Cabaña, al término del congreso de ayer. Porque el líder de los socialistas gaditanos acusó directamente a los griñanistas de haber llevado a cabo una "compra de voluntades" para dar la vuelta al resultado final del congreso. "Estamos contentísimos porque hemos logrado un resultado magnífico pese a que nosotros no tenemos puestos de trabajo que repartir en la Junta de Andalucía. Aquí los grandes derrotados son los que han tenido que comprar voluntades con métodos de coacción para ganar por apenas dos votos", dijo en voz alta Cabaña.

Pero no se quedó ahí, porque habló incluso de "traiciones". Y hasta puso nombre a esos supuestos traidores al dirigir sus críticas contra el ex parlamentario andaluz Ismael Vaca y, sobre todo, contra la actual parlamentaria Raquel Arenal. Así, dijo que ambos estaban incluidos el lunes en el borrador de la lista de delegados que iban a presentar los oficialistas, pero que ayer mismo se cambiaron de bando. "Respeto la decisión de cada uno, pero es evidente que ha habido una compra de voluntades. Lo bueno es que en el congreso provincial del 14 de julio no serán delegadas ni Raquel Arenal, ni su madre, que sí han votado hoy", subrayó Cabaña antes de destacar que "afortunadamente aquí hay un grupo muy amplio de militantes que cree en un modelo de partido y que está deseando resistir a unos métodos indeseables de hacer política orgánica".

Ajenos a esta lectura de su secretario provincial, los griñanistas no disimulaban su euforia por la victoria. Sus principales exponentes, Irene García y Manuel Jiménez Barrios, se abrazaban junto a sus seguidores nada más conocer el resultado del escrutinio. Después, más en frío, el segundo de ellos, número uno de la lista vencedora, hablaba de la necesidad de saber encajar el triunfo. "Ha sido una victoria muy, muy difícil, porque hemos tenido que ir pueblo a pueblo y militante a militante para exponer nuestro proyecto de partido, centrado en la necesidad de que el PSOE se reoxigene para abrirlo a la sociedad. Pero la victoria no nos va a nublar la vista porque ahora lo que toca es saber administrarla con sabiduría y con generosidad y pensando que el consenso no sólo es factible sino que además es generoso", argumentaba Jiménez Barrios.

Pero la posibilidad de elaborar una lista de consenso para el congreso del 14 de julio es toda una quimera. Ayer, al inicio del cónclave, Cabaña lamentó que los dos bandos del socialismo gaditano no fueran de la mano. La alcaldesa de Sanlúcar, Irene García, le tomó la palabra y en su intervención pidió incluso un receso de una hora para intentar llegar a ese acuerdo. Pero ese ofrecimiento cayó en saco roto. Y más que caería cuando al término del congreso Cabaña anunciaba la intención de los oficialistas de pujar por la secretaría provincial del PSOE. "Claro que presentaremos una lista porque el resultado de hoy nos pone las pilas y porque estamos convencidos de que el 14 de julio sacaremos unos resultados aún mejores", vaticinó.

Para ese congreso aún no se sabe quiénes serán los candidatos. Los griñanistas tendrán que decantarse entre Irene García y Manuel Jiménez Barrios, y los oficialistas deberán elegir entre Gemma Araujo y el regidor de Barbate, Rafael Quirós. Y aventurar quién va a ganar en medio de una división tan palpable sería toda una osadía.

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