"Teófila ha logrado cabrearme con su plataforma logística"

Fernando López Gil. Delegado del Gobierno andaluz en la provincia de Cádiz

Reprocha a la alcaldesa de Cádiz "que quiera apropiarse de un proyecto autonómico" "El paro es un fracaso general y una frustración personal"

Fernando López Gil, fotografiado en su despacho de la Delegación del Gobierno, en la gaditana plaza de España.
Fernando López Gil, fotografiado en su despacho de la Delegación del Gobierno, en la gaditana plaza de España.
Fco. Sánchez Zambrano Cádiz

17 de febrero 2013 - 05:01

-Los nuevos delegados territoriales de la Junta fueron bautizados como el 'equipo del cambio'. Seis meses después de su toma de posesión, ¿qué ha cambiado en la provincia?

-El compromiso era hacer una gestión más cercana al ciudadano y de manera mucho más coordinada y, pese a las dificultades del momento y las múltiples competencias que tenemos cada uno, creo que lo estamos consiguiendo. Además creo que hemos puesto en práctica un estilo menos bronco con las otras administraciones.

-En Sevilla sí han surgido algunas discrepancias entre PSOE e IU pero no en Cádiz. ¿Por qué?

-Creo que los graves problemas que hay en esta provincia nos obliga a Manuel Cárdenas (IU) y a mí a tener un diálogo permanente. Muchas veces compartimos la misma idea pero cuando no es así a veces cede Cárdenas, otras veces cedo yo y otras cedemos los dos.

-¿Es hoy el Gobierno andaluz más rojo o es que IU está más socialistalizada?

-En medio de la marea azul que hay hoy en España creo que se nota más que en Andalucía hay un Gobierno de izquierdas. En España y en muchas comunidades autónomas el PP viene aplicando políticas de recortes y ese concepto de entender la economía por encima de los derechos de los ciudadanos. Y en Andalucía hay un Gobierno que parece más rojo porque defiende las políticas de izquierdas. Eso lo percibe el ciudadano.

-La impresión desde fuera es que el Gobierno andaluz se gastó todo su presupuesto de 2012 antes de las elecciones andaluzas, que por eso tuvo tantos problemas para acabar el año, y que ahora, con el nuevo presupuesto, ha recuperado parte de esa liquidez. ¿Comparte usted esta lectura?

-Pues no lo sé porque yo no era delegado antes de las elecciones. Yo lo que sé es que cuando llegué ya estaba esa penuria. Y es verdad que acabamos el año con muchos problemas de tesorería, que no presupuestarios. En algunos meses llegamos a recaudar la mitad de lo que teníamos que ingresar. El Gobierno nos impuso unas restricciones en 2012 que no nos permitía ir a los bancos a por dinero y en algún momento lo pasamos muy mal incluso para pagar las nóminas. Pero el peor momento ya se ha pasado y lo hemos hecho sin grandes recortes, con políticas de austeridad porque hemos ahorrado en alquileres, en coches oficiales, en horas extras, en seguridad... Pero hemos empezado el año con una orden de pago muy positiva porque hemos podido saldar los atrasos de la justicia gratuita y también se ha pagado mucho en empleo y dependencia.

-¿Es un fracaso general que no se pueda frenar la escalada del paro en la provincia?

-Rotundamente, sí. Es un fracaso de todos y, además, es una frustración personal porque da la impresión de que hagamos lo que hagamos sirve para poco. En la provincia se crean empresas todos los días pero la sangría del empleo que se destruye es mucho mayor. En esta provincia hubo grandes empresas (Delphi, Navantia, Tabacalera...) y no hemos sido capaces de dar una respuesta a la pérdida de tanta mano de obra. Tenga en cuenta que si mañana apareciera carga de trabajo para Navantia, un mínimo de 5.000 personas entrarían a trabajar. Y las empresas que vienen, que son de mucha base tecnológica, tienen 50, 70 ó 100 trabajadores… Ante eso hay que hacer dos cosas: marcar un proyecto político para decidir de qué vamos a vivir en el futuro y cuáles son las inversiones que precisa esta provincia; y, por otro lado, buscar soluciones a corto plazo para crear empleo ya. Y eso sólo pasa por lograr carga de trabajo para Navantia, que Dragados cierre un contrato importante y que tengamos inversión pública.

-¿Qué opina de la idea de una plataforma logística para la provincia liderada por Teófila Martínez?

-Es un tema que me ha frustrado mucho porque Teófila Martínez ha puesto en el escaparate un invento que ya existe. En los cinco últimos años la Junta se ha gastado más de 300 millones de euros en su proyecto de un área logística para la provincia. Era una idea nuestra y, en serio, hay pocas cosas que estén tan bien trabajadas en la Junta como la planificación de las áreas logísticas. El PP se ha limitado a cambiarle el nombre por plataforma. Pero hay obras muy costosas y muy bien planificadas en los puertos de Cádiz y Algeciras. Sólo ha fallado la ZAL de Las Aletas. Hasta ella misma ha dicho que ya está todo casi hecho. Pues mire, pues sí. Pero que una alcaldesa diga además que a lo mejor algún día invita a la Junta a explicarle un proyecto en el que nosotros llevamos muchos años trabajando, me parece increíble. Sí, Teófila Martínez ha logrado cabrearme con su plataforma logística.

-¿Por qué el presidente Griñán se reúne con los comités de Navantia y no con el colectivo de los ex Delphi? ¿Puede influir que las reivindicaciones de Navantia van dirigidas al Gobierno central y las de los ex Delphi a la Junta?

-No, no. Si hubiera esa intención política esa reunión se habría celebrado mucho antes. La clave está en que la Junta ha asumido que Navantia es un sector estratégico no sólo para la Bahía sino para toda Andalucía. Ese sector no es una rémora del pasado que sólo precisa de inversiones públicas sino que sus astilleros son de los mejores del mundo. Por eso el presidente Griñán se ha implicado en esta cuestión clave. En cuanto a Delphi, la Junta ha ayudado a ese colectivo de una manera que incluso no ha sido entendida por una parte de la ciudadanía. Esos trabajadores han tenido una ayuda de la Junta cuya cantidad global en dinero no voy a decir por pudor. Pero jamás los hemos dejado tirado y seguimos buscándoles una salida.

-¿Usted también piensa, como los comités de Navantia, que el Gobierno central está preparando el desmantelamiento o cierre de algún astillero?

-Yo creo que sí. El Gobierno tiene en mente una reestructuración pero no sé en qué términos. Dejar morir a un astillero sin inversión pública es una estrategia contra la que la Junta va a pelear para garantizar su futuro.

-Después del fracaso para traer a la firma BWI, ¿aún tiene esperanzas de que puedan llegar nuevas empresas al suelo de Delphi?

-Mientras el suelo de Delphi siga en las condiciones que tiene ahora, por ahí no aparecerá fácilmente una empresa. Insisto: todos los días llegan a la Agencia Idea empresas interesadas en ubicarse en la provincia y en la Bahía. Pero al suelo de Delphi o le cambiamos el nombre, o le cambiamos la entidad de gestión, o le hacemos un plan de marketing y lo cedemos a empresas o es difícil que venga alguien. A los chinos les ofrecimos de todo pero sólo les faltó pedir que pagáramos las nóminas.

-La Junta ha tomado la bandera de la sanidad y la educación públicas pero, ¿cómo se explican entonces los recortes en personal en ambos ámbitos?

-Nosotros, a diferencia de otras comunidades autónomas, no hemos recortado en políticas sanitarias y educativas y no hemos echado a funcionarios a la calle. No ha habido recortes en derechos de los ciudadanos, ni copago, ni se han alargado las listas de espera y hemos mantenido los comedores escolares y el transporte escolar. Lo que sí hemos aplicado es una mayor austeridad en el gasto. Y eso ha implicado en algunos casos que algunos contratos no se hayan renovado o que, al ampliar la jornada laboral del personal de educación o sanitario, no hayamos tenido que contratar a personal auxiliar.

-¿No ve lamentable que la obra de la autovía A-491 (El Puerto-Rota) lleve dos años parada?

-No es aceptable, la verdad. Se han unido muchos factores como el cambio de gobierno, que la empresa entró en suspensión de pagos, que hubo que hacer una nueva adjudicación… pero aún así no lo justifico. Y la prueba es que esa obra es el objetivo número de los presupuestos de la Junta en la provincia. Este año se hace seguro.

-¿Y qué opina de las protestas del PP a pie de carretera?

-Es la típica política fácil y cansina del PP. Si nosotros hiciéramos lo mismo estaríamos todos los días en el peaje de la autopista, o en el corredor ferroviario, o en tantos sitios. Que el mismo partido que apoya a un Gobierno que impide a la Junta aumentar su nivel de endeudamiento a la vez esté pidiendo que hagamos todas las obras y que no hagamos recortes me parece ridículo e irresponsable.

-¿Le dolió que la única petición de dimisión hacia usted partiera de un miembro de su partido (Francisco González Cabaña)?

-Sí, mucho, porque fueron unas críticas injustas e inciertas y con una maldad intencionada. Mi modelo de entender la política y el partido es absolutamente distante del de Cabaña pero pienso que es un extraordinario diputado.

-¿Cómo lleva eso de tener a su alcalde (José Loaiza) de vecino en la plaza de España de Cádiz?

-La relación entre nosotros nunca fue buena, eso es verdad. Creo que yo le gustaba menos a él que él a mí. Él era parlamentario, tenía una actitud muy bronca hacia el PSOE y yo era el ogro. Y a mí no me gustó nada su forma de hacer la campaña. Pero luego nos hemos ayudado mutuamente y hemos ganado en lo personal.

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