Fernando Cordero Morales. Religioso De Los Ss.cc. Y Párroco Del Buen Pastor De San Fernando

Sor Pilar Nalda: un doble martirio

Una religiosa de Algodonales se convertirá el próximo 13 de octubre en la primera beata de este pueblo blanco de la provincia gaditana

23 de septiembre 2013 - 06:50

EL próximo 13 de octubre, en Tarragona, una algodonaleña será elevada a la gloria de los altares. Se trata de Sor Pilar Nalda Franco, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl, nacida el 24 de mayo de 1871 y bautizada a las pocas horas de nacer en la hermosa iglesia parroquial de Señora Santa Ana de este pueblo blanco de la Provincia de Cádiz. Pilar era la hija del médico de familia de la localidad, don Manuel, y de doña Josefa, que recibieron como un regalo el nacimiento de la pequeña. En los primeros años de vida se fue forjando la personalidad de la niña: simpática, muy buena, compasiva, creativa y con excelente humor. Dicen que el agua de Algodonales da una gracia especial, rasgo que se confirma en la biografía de la inminente beata.

En 1878 la familia ha de trasladarse a Cádiz por razón del trabajo paterno. Don Manuel pasa a ser médico internista del Hospital. Pilar recibe una sólida formación en el Colegio de Jesús, María y José de las Hijas de la Caridad de esta ciudad. Adquiere una buena cultura, realiza estudios de magisterio y música, corte y confección y todo tipo de bordados. La chica promete. La Eucaristía fue muy importante en su vida ya siendo adolescente. Acompañaba además a las hermanas a visitar a los enfermos pobres en sus casas y en el hospital. En ese humus se va desarrollando su vocación. Su padre, que conoce bien a las Hijas de la Caridad por el Hospital, le da permiso para ingresar en la Compañía.

Comienza el postulantado en el Hospital de Santa Isabel de Jerez de la Frontera y unos meses después inicia la etapa de Seminario. Es destinada sucesivamente al Hospital de Mondoñedo, al Hospital Psiquiátrico de Leganés, a las Escuelas Católicas de Cádiz y a las Escuelas de Dos Hermanas en Sevilla. En 1906 llega al Colegio-Asilo de Bétera, en Valencia, donde permanecerá durante 30 años dedicada a los más pequeños, aplicando el método Montessori, que fomentaba la responsabilidad, la autoestima y el autoaprendizaje.

En Bétera llegará el momento oscuro de la persecución. Sor Pilar tuvo que ocultarse en una ermita durante la noche y disfrazarse de imagen religiosa envuelta en una manta -imagínensela-. El 21 de agosto de 1936 sintió miedo. Sus compañeras la animaron. Sobre todo la oración la llevó a aceptar la terrible situación que se avecinaba con fortaleza. Iba con serenidad a afrontar el martirio y a dar su vida por Cristo que, en el rostro de los más pobres, se había convertido en el referente último de su existencia, según el espíritu de san Vicente de Paúl y de santa Luisa de Marillac. En este momento tenía 67 años, de los cuales llevaba 47 de Hija de la Caridad. Murió con la Medalla de la Virgen Milagrosa sobre su pecho.

Sor Ángeles Infante y Sor Lucrecia Díez han escrito un volumen riguroso y ampliamente documentado sobre la vida de Sor Pilar Nalda y otras 29 Hijas de la Caridad, mártires del siglo XX en España, que lleva por título Un diamante de treinta caras. Verdaderamente estas mujeres fueron una auténtica joya de la Iglesia y de la sociedad, por su consagración radical y alegre a los pobres. En la vida de Sor Pilar, como en la de sus compañeras, podemos entrever un doble martirio. Por un lado, el martirio rojo, que es el martirio de sangre, semilla de nuevos cristianos. Por otro, el martirio blanco, que es el martirio cotidiano de la entrega diaria, de enfrentarse a los retos cotidianos, de vivir con pasión y dedicación el servicio a los demás. Ambos martirios se unen en la vida de estas treinta mujeres, pioneras en las obras sociales de la España de finales del siglo XIX y comienzos del XX.

Los santos nos enseñan a comprometernos, pero también a algo tan necesario como es sonreír y vivir con alegría. Sor Pilar sobrellevó con mucha naturalidad las bromas que le gastaban las hermanas y las jóvenes. Sus antiguas alumnas recordaban cómo disfrutaban con ella al poner el Belén. Se reía con todo: figuras, paisajes, cuevas… Creaba un ambiente lúdico que era muy propicio para ahondar en el misterio de la Navidad.

Sor Pilar Nalda será beatificada, como culminación del Año de la Fe, junto a otros 521 mártires, entre ellos, cinco religiosos sacerdotes de mi Congregación de los Sagrados Corazones: el padre Teófilo Fernández de Legaria Goñi y sus compañeros. Uno de estos religiosos, el padre Gonzalo Barrón, predicó por nuestras tierras, especialmente en Algeciras y Tarifa. Creo que nuestra provincia, junto al honor que brinda la santidad, ha de recoger valientemente el desafío de los mártires en cuanto a donación de energías, ilusiones y entrega por los más desfavorecidos, que son los preferidos de Cristo.

Cuando participe en Tarragona en la beatificación, daré gracias a Dios por mi paisana, Sor Pilar Nalda, primera beata de Algodonales y por mis hermanos de los Sagrados Corazones. Que ellos intercedan por esta provincia y por mi pueblo, especialmente por los parados, jóvenes y enfermos, cuidando especialmente de nuestras familias. Ojalá nos concedan arriesgar la vida con sentido y plenitud en el martirio blanco de todos los días.

stats