Las marcas del lujo creen en Ubrique
El 80% de la producción de la industria del cuero de Ubrique va a parar a las marcas internacionales, que han vuelto tras la deslocalización asiática La lista de firmas aumenta
Chanel, Carolina Herrera, Givenchy o Loewe se suman a un listado de marcas de reconocido prestigio que confían en las manos artesanas de Ubrique. Tanto es así que las principales marcas internacionales del lujo sustentan, a día de hoy, casi el 80% de la producción marroquinera de esta localidad serrana. Y ese prestigio hace que más firmas confíen en rubricar contratos con las empresas de aquí.
Así que Ubrique le ha metido un gol con mayúscula a las empresas asiáticas competidoras que lograron entre 2003 y 2008 arrastrar hasta sus talleres a muchas de estas firmas exclusivas, que han vuelto a la Sierra gaditana. El secreto: la calidad de la manufactura ubriqueña que no tiene competidores. El presidente de la Asociación de Empresas Andaluzas de la Piel (Empiel), José Pulido, sostiene que el 80% del volumen productivo en Ubrique tiene que ver con las firmas del lujo. Recuerda cómo afectó a la industria de la piel esta estampida fruto de la deslocalización, que afectó en pérdidas de empleos y de beneficios. "Se ha demostrado que al final no ha salido tan rentable porque irse hasta allí les creaba inseguridad en la calidad de los productos y en las entregas de pedidos", reflexiona. Por tanto, la estructura industrial de Ubrique, que cuenta con unas 200 empresas, la mayoría pymes familiares, y genera unos 6.000 puestos de trabajos entre directos e indirectos, no quiere perder el tren de la competitividad. La vuelta de las marcas está fomentando la consolidación de estas firmas locales, que están haciendo un esfuerzo por reinventarse para no perder capacidad. Además, la industria marroquinera quiere asegurarse el relevo generacional de uno de los sectores de la provincia gaditana más conocidos en el mercado exterior. Por ello, la patronal Empiel tiene previsto abrir, en breve, una Escuela de Artesanos de la Piel de Ubrique, que sería la primera iniciativa a este nivel que se impulsa en España con la intención de no perder la transferencia de conocimientos de la manufactura entre las nuevas generaciones como distintivo de la fabricación serrana. Esta escuela quiere responder a la demanda de los empresarios que piden profesionales para incorporar a sus talleres que sepan trabajar en clave artesana, formando nuevas canteras que manejen el oficio heredado de sus mayores.
Y es que la patronal confirma que el comercio de las exportaciones va en aumento. Como dato reseñable, el peso de las exportaciones en todo el contexto nacional alcanzó en 2012 la cifra de 575,7 millones de euros, según el anuario de la Asociación Española de Fabricantes de Marroquinería (Asefma). Nada que ver con 2009 cuando las exportaciones alcanzaron 409 millones de euros, una cifra que revelaba la mella que originó la deslocalización de la producción a los países asiáticos. Pese a la dificultad de la desagregación de estos datos, Empiel calcula que el cuero de Ubrique representa hoy el 40% de la producción nacional, de ahí la importancia de este sector para la economía gaditana y andaluza. Sus exportaciones subieron en 2012 un 30% con respecto a 2011, según datos de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior, Extenda.
Y de este tirón tiene mucho que ver la confianza de las marcas de lujo en las fábricas ubriqueñas, reacias, en muchos casos, a la exposición mediática por los contratos de confidencialidad que mantienen.
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