Los administradores concursales piden el cierre de la actividad en el Fairplay
El juzgado admite la tramitación del ERE que afectará a 66 trabajadores Hay una oferta para comprar el hotel de Benalup
Sin acuerdo y asfixiados. Los trabajadores del hotel Fairplay Golf&Spa de Benalup siguen en un callejón sin salida después de que las partes implicadas no consigan ponerse de acuerdo para extinguir la actividad del establecimiento, paso previo a la aprobación por parte de la jueza de lo mercantil de un ERE que afectaría a sus 66 trabajadores.
El pasado 7 de abril los administradores concursales, Ramón Dávila y José Manuel Chaves, solicitaron en el juzgado la extinción de la actividad de la empresa, y cuatro días después, el juzgado admitió a trámite la solicitud del ERE. Desde entonces han tenido lugar dos reuniones entre las partes implicadas para intentar pactar un acuerdo sin éxito. Ayer, en la sala de juntas del hotel, se vieron las caras el abogado de la empresa propietaria, la sociedad Zanona SL, del belga Bernard Devos; los administradores concursales, aunque Dávila no pudo acudir y en su lugar lo hizo una abogada de su bufete; Carlos Mayo, director del hotel; Gervasio Bravo, presidente del comité de empresa del hotel, así como algunos de sus delegados; la delegada del comité del Spa y los delegados del campo de golf, Trini Rastrojo y Alejandro Cabrales. 49 trabajadores pertenecen al hotel, 12 al campo de golf y 5 al Spa. Los delegados del campo de golf exigen 45 días por año trabajado, mientras que los administradores concursales se niegan teniendo en cuenta la situación de la empresa y ofrecen lo que marca la ley, 20 días. Gervasio aseguraba ayer que no entendía la postura de algunos delegados. "Cuando pedíamos que nos cambiaran los contratos a fijos discontinuos se negaban y pedían el cierre del hotel, y ahora que lo tienen en la mesa no lo quieren y dicen que prefieren esperar para ver si la oferta que han presentado en el juzgado sale adelante".
Ramón Dávila confirmó que existe ese interés de unos posibles compradores y que "estamos valorando la oferta" presentada en el juzgado. La idea de los administradores es que la venta, en caso de producirse, fuera conjunta, del hotel y del resto de instalaciones.
Mientras tanto el hotel sigue cerrado pero se están realizando tareas de mantenimiento para evitar el deterioro progresivo del que fue considerado uno de los mejores recintos del país. Ahora algunos de sus trabajadores llevan ocho meses sin cobrar e incluso han perdido sus casas.
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