Los trabajadores del hotel Fairplay estudian endurecer sus protestas
La justicia aún no ha aprobado el ERE presentado por los administradores el pasado marzo
Desesperados. Así están los más de 60 trabajadores del hotel Fairplay&SPA de Benalup después de casi un año sin cobrar sus nóminas. Haciendo malabares económicos van tirando con un ojo puesto en que el establecimiento hotelero no se deteriore -más aún- y otro en la resolución de la jueza de lo Mercantil que debe aprobar el ERE presentado por los administradores concursales, Ramón Dávila y José Manuel Chaves. La documentación, junto a la solicitud para la liquidación de la sociedad, se le presentó en marzo, pero hasta el momento no han tenido noticias y la incertidumbre crece.
Gervasio Bravo, presidente del comité de empresa, ha solicitado una reunión con la jueza para tratar el tema y hacerle ver la urgencia de su caso, "aunque nos ha dado cita para el 17 de julio". A su entender, "como nos metamos en verano sin una solución podemos pasarlo muy mal, porque se va a cumplir un año sin cobrar y la situación de muchos compañeros es horrible". Y es que algunos trabajadores de este establecimiento hotelero, construido en plena bonanza económica y que en su día fue símbolo del lujo que podía ofrecer la tranquila localidad de Benalup al turismo centroeuropeo, han tenido que abandonar sus viviendas ante la posibilidad de pagar las mensualidades y buscar el apoyo de familiares y amigos.
Los 62 trabajadores del Fairplay esperan que la jueza dé el visto bueno al ERE para poder comenzar a cobrar el paro, "e iniciar los trámites para que el Fogasa nos abone tanto los atrasos como la indemnización que nos corresponde, que serían de 20 días por año trabajado", dice Gervasio.
Tal es la situación de desesperación entre los empleados del hotel que han comenzado a barajar la posibilidad de endurecer las movilizaciones. "Queremos que se nos escuche, y aunque puede haber quien piense que estas movilizaciones son contraproducentes en estos momentos, tenemos que hacernos oír porque aquí lo estamos pasando muy mal y la situación no avanza. Son demasiados meses ya sin cobrar, ya no podemos más".
Y mientras tanto, los administradores concursales continúan buscando posibles compradores que quieran invertir en el hotel para ponerlo en funcionamiento próximamente. Algunos aspirantes ya han visitado varias veces las instalaciones y se muestran muy interesados, aunque ahora hay que cerrar los acuerdos económicos.
Los trabajadores siguen haciendo lo posible por mantener en buen estado el hotel, sobre todo el campo de golf, que necesita cuidados especiales y un gran gasto de agua. Su pérdida sería un contratiempo más, puesto que recuperarlo costaría una bonita suma.
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