El crucero 'Deutschland' deja tirada a Navantia y la cambia por Gibraltar
El dueño del buque, que se salvó de una quiebra en 2009, no paga la fianza necesaria y deja de lado al astillero de Cádiz con el material ya comprado
El crucero Deutschland, propiedad de la compañía Peter Deilmann, optó a mediodía de ayer por ponerse rumbo a Gibraltar. Será finalmente en el astillero de la colonia donde llevará a cabo una reparación que tenía comprometida, y más que firmada, con Navantia.
Sobre las dos de la tarde, el buque turístico dejaba atrás Algeciras, en cuyas aguas ha estado fondeado desde el viernes pasado, mientras meditaba dónde llevar a cabo las reparaciones y su puesta a punto.
Mientras tanto, los representantes sindicales de Navantia, hasta ayer mismo por la tarde, seguían a la espera de saber si el buque reparaba en Cádiz o no. Y no sólo los portavoces de los trabajadores, sino que la propia Navantia no tenía del todo claro el desenlace de esta relación con el Deutschland.
Definitivamente, fuentes de toda solvencia confirmaron ayer que el Deutschland dormía esta noche pasada en un dique gibraltareño, confirmándose así que Navantia-Cádiz se quedaba compuesta y sin novio, con el contrato firmado, con el material de la obra comprado, y con unos 400 trabajadores que tenían ya en agenda estar ocupados en el arreglo integral del buque durante casi un mes.
En principio, el viernes pasado se esperaba con ansiedad la llegada al astillero de Navantia del buque Deutschland, horas después de que abandonara uno de sus diques el Sovereign de Pullmantur. La naviera española perteneciente al conglomerado de la Royal Caribbean se ha marchado de Cádiz con la satisfacción del deber cumplido por parte de Navantia y por parte de todos sus operarios, como suele ser habitual.
Pero transcurrían las horas y el barco de la compañía Peter Deilmann no llegaba, lo que ya levantó sospechas y hacía presagiar que algo no iba tal y como se esperaba. Al principio se habló de que "problemas burocráticos" del armador estaban retrasando la llegada del barco a Cádiz, sin trascender más detalles de la operación.
Y así transcurrieron el sábado, el domingo, el lunes, el martes, y fue ayer miércoles cuando el Deutschland arrancaba sus motores, pero no con la intención de poner rumbo a Cádiz sino con la de buscar cobijo en la colonia británica, al olor de precios más baratos (allí no paga IVA).
Al parecer, el armador andaba dándole largas a Navantia a la vez que negociaba con Gibraltar una reparación más apañada y por un precio menor, a sabiendas de que eso le obliga a renunciar a buena parte de la reforma integral a la que se iba a someter en Cádiz.
Todo apunta a que la Dirección de Navantia era consciente de que la empresa Peter Deilmann viene atravesando graves problemas económicos desde que en 2009 la declararan en quiebra. Por ello, se optó por pedirle al armador del Deutschland un adelanto del importe de la reparación. Y ese pudo ser el detonante del cambio de parecer por parte de los germanos, acostumbrados a ir pagando a "picotazos" los últimos trabajos a los que se somete.
Ante este planteamiento impuesto por parte de Navantia dada la dudosa solvencia de la compañía, el comandante del Deutschland puso mar de por medio y optó por un fondeo bueno, bonito y barato hasta no esclarecer su futuro, algo que ocurría a mediodía de ayer cuando optaron por reparar en Gibraltar.
Las fuentes consultadas tienen aún esperanzas de que Gibraltar despache sólo una parte de los arreglos y que la esperada reparación integral se culmine algún día en el dique de Cádiz.
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