"El castigo por el daño que hayamos hecho es excesivo; hemos pecado de pardillos"
Jose María Tarragó. Consejero Delegado de Carbures
El máximo responsable de Carbures niega irregularidades en la compañía. Reprocha al auditor su tardanza en revisar las cuentas y espera que la tecnológica vuelva a cotizar antes incluso de acabar el año.
José María Tarragó, empresario catalán que aterrizó en Carbures hace dos años, asumió el cargo de consejero delegado días después de suspenderse la cotización en Bolsa por las dudas del auditor sobre sus cuentas. Tarragó admite que se han cometido errores, pero asegura que la tecnológica saldrá adelante porque el impacto de la revisión contable será mínimo.
-Se han cumplido dos meses desde que se suspendiera la cotización de Carbures. ¿Cuándo volverá al mercado?
-Desde hace tiempo estamos pidiendo al MAB y a Pricewaterhousecoopers (PwC) que nos ayuden a acelerar el proceso, que está siendo demasiado largo. Nuestra queja es que no es proporcional el daño que hayamos hecho al sufrimiento al que nos están sometiendo. Somos los primeros interesados en que todo acabe y sería bueno que saliéramos a cotizar de nuevo antes de que finalice el año o a primeros del próximo.
-Pero, ¿por qué es necesario tanto tiempo?
-La explicación es que el auditor está buscando en los cajones y debajo de ellos. No entiendo que auditorías ya hechas se revisen, pero ellos dicen que es parte de su trabajo. A la compañía la han desnudado hasta el último calcetín.
-Pero las dudas tendrán que ser muy serias cuando se está tardando tanto tiempo...
-O es que no encuentran mucho. Es como si la Policía viene a tu casa a buscar una pistola y no la encuentra, pero halla un cuchillo de cocina y dice que también corta. Si hubiera sido tan claro que la cosa estaba tan mal, en cuatro días se habría acabado. Han querido buscar hasta el final porque no encuentran nada tan grave.
-Algo se habrá hecho mal...
-Vamos a esperar al informe de PwC, pero el propio Rafael Contreras [anterior consejero delegado y máximo accionista] ya lo ha reconocido. En el mundo universitario es habitual que se creen empresas y en torno a ellas otras que les dan servicios y se ayudan entre sí haciendo que, incluso, tengan participaciones entrelazadas. Pero llega un momento que no todas tienen el mismo desarrollo, y hay una que tira del resto al ser su principal cliente. Esto es lo que se llaman empresas vinculadas y esto hay que registrarlo en la contabilidad.
-Tal y como lo cuenta, parece que es un error sin importancia pero ha propiciado una suspensión de la cotización...
-Carbures es la primera empresa que sale del MAB y da el paso al Continuo, algo que ha generado mucha tensión y expectativa. Lo bueno de todo esto es que había que resolver el problema y se va a resolver para tener un negocio limpio; de hecho, en 2014 Carbures no tiene empresas vinculadas, señal de que ya estábamos haciendo los deberes.
-Entonces, ¿ha habido un exceso de celo del auditor o una dejación de funciones por no detectarlo en cuentas que ya analizó?
-Pienso que el salto al Continuo ha puesto muy nerviosos a todos. El ruido ha sido excesivo.
-¿Tienen ya una estimación del impacto que tendrá la nueva auditoría en los resultados?
-Aún no lo sabemos. Estamos dejando trabajar a PwC con libertad y, cuando acaben, que digan lo que les parezca. Estamos hablando de empresas vinculadas pero por la presión de tener que dar un número tuvimos que plantear el peor escenario posible, consolidando todas las cuentas. Pero estoy convencido que no se llegará a él. En todo caso, afectaría a las reservas, no en los niveles de producción que es lo importante.
-Carbures encargó al bufete Uría un informe legal sobre los motivos de la suspensión. ¿Ya conocen el resultado?
-Ya está concluido y se lo hemos pasado a PwC. Lo único que podemos decir es que no es negativo.
-¿Qué diferencia a Carbures de casos como el de Bankia?
-Hay que dejar claro que aquí no hay ningún caso de corrupción ni tarjetas negras...
-Según sus palabras, parece que el plan de negocio no era real...
-No. Ese era el plan de negocio que había con la antigua dirección y que estaba basado en crecimientos que son fácilmente demostrables. Pero ahora se ha cambiado de escenario porque hay que refinanciar toda la estructura. Puedo asegurar que nadie que entre en la automoción con éxito va a facturar menos de 1.000 millones. ¿Cuándo? Es lo que no puedo decir, pero se va a conseguir. Y esos 1.000 millones son más que las previsiones antiguas, pero tenemos que adecuar los tiempos, empezando con la creación de un equipo potente que esté preparado para este salto.
-¿Teme que los errores deriven en responsabilidades penales?
-Creo que no. Insisto, no se han cometido ilegalidades, sino que son interpretaciones contables y lo demuestra que le está costando muchísimo al auditor aclararlas. Ha sido necesario hasta acudir a abogados externos. Pero hay que dejar claro que aquí nadie se ha llevado dinero a su casa.
-Sin embargo, la nueva dirección está integrada por personas que estaban en la empresa. ¿No cree que eso puede afectar a la credibilidad de la firma?
-Aquí no se ha producido una situación de ruptura, sino un problema de pardillos de una empresa que necesitaba profesionalizarse. Hubo un momento en que se fichó a una persona para ayudar en la estrategia de operaciones y ahora se le ha dicho que gestione toda la empresa. ¿Qué ventaja tiene? Pues que lleva dos años en la compañía conociéndola bien. ¿Tal vez hubiera sido mejor traer alguien de fuera? Tal vez, pero eso es una decisión de los accionistas. Cuando me propusieron hacerme cargo de la empresa, lo acepté porque estoy convencido de que el proyecto merece la pena. Además, está prevista la incorporación de nuevos consejeros externos que ayudarán a profesionalizar el consejo, y hay órganos para vigilar al consejero delegado. Ha habido noticias muy fuertes sobre la empresa. Uno se fue enfadado [en referencia a Juan Juárez, ex vicepresidente financiero] y hay otro que, siendo un emprendedor, deja la gestión [Contreras], algo muy duro cuando es el máximo accionista. Los cambios han sido demasiado ruidosos.
-¿En qué situación está la negociación con los bancos para el préstamo sindicado?
- Este préstamo servirá para los planes de crecimiento de la empresa. En un principio íbamos a hacer adquisiciones que ya no se harán, por lo que no se necesitará tanto dinero. Nos hemos reunido con los bancos y no va a haber ningún problema. Están esperando el nuevo plan de negocio.
-¿Se ha barajado el escenario de sufrir una penalización muy fuerte en la cotización cuando vuelva a cotizar?
- Esa era una de las cosas que me preocupaban, por lo que pedí apoyo a los socios actuales para que aporten una financiación que permita cubrir 2015. Y eso está garantizado. En breve se va a anunciar una entrada de capital de más de 12 millones de euros.
-¿Quién hará ese desembolso?
-Gente muy cercana a la que he podido explicar el proyecto y que no necesita esperar a la auditoría. Y todos los socios, incluido Rafael Contreras, han decidido garantizar esa financiación.
-¿Qué ha perdido Carbures con la suspensión de la cotización?
-El dinero es muy cobarde y lo primero que se ha parado fue eso, pero ya está garantizada la vía de financiación. El segundo problema ha sido la credibilidad y se ha tenido que hablar con los clientes principales. Tenemos pocos pero muy grandes y estos se han portado muy bien. Han entendido que es una situación de una empresa en crecimiento que ha cometido sus errores pero que son menores, y que seguimos trabajando. Tenemos un contrato con unos alemanes para la automoción y esto nos podía haber roto el contrato porque se asustaron.
-Puede dar más detalles...
-Solo puedo decir que es un contrato muy importante en el sector de la automoción.
-¿Es más cuantioso que el firmado con China, también cuestionado?
-Hay mucho ruido pero cualquier contrato de automoción es más grande. El de China es 'one shoot' (un disparo) pero el de automoción es para seis años y de más de 100 millones. Lo de China fue un acuerdo para intentar conseguir financiación a corto plazo y se decidió que no podíamos abarcar todos los mercados sin un riesgo financiero importante.
-Parece que hay retrasos en su cumplimiento...
-Nos hemos retrasado unos meses pero no es importante, porque la compañía china tampoco ha adecuado la fábrica. En cuanto al registro en la contabilidad del contrato, es un simple problema formal que si no se contabiliza en este ejercicio se hará en los siguientes.
-Usted habla mucho de sector de la automoción y poco del aeronáutico. ¿Está previsto un cambio en el modelo de negocio?
-Para nada. La producción aeronáutica es un pagaré a largo plazo. Hoy ya se está recogiendo la cosecha de aquellas inversiones realizadas años atrás. Pero a la vez que recogemos la cosecha, estamos sembrando la automoción. La producción aeronáutica está encarrilada y el objetivo es hacer una planta excelente, ampliando incluso la de Jerez para atender más pedidos de Airbus. La gran ventaja de Carbures es que apostamos por las sinergias de la aeronáutica y la automoción, algo que nadie hace.
-Dice que prevé ampliar Jerez pero se rumoreó que para la visita de Felipe VI el pasado año se contrató a figurantes...
-Es cierto que se trajeron a trabajadores de la planta de El Puerto porque en Jerez apenas había actividad y que cambiaban de puesto según avanzaba la visita. Entonces el Príncipe me dijo que había trabajadores que había visto antes y le respondí que teníamos una plantilla polivalente (risas). Pero a día de hoy, la planta de Jerez está a pleno rendimiento.
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