Navantia firma un preacuerdo para construir tres petroleros

Navantia firmó ayer una carta de intenciones con el armador vasco Ondimar Transportes Marítimos LDA (sociedad naviera del Grupo Ibaizabal) para construir tres petroleros tipo Suezmax con opción a otros tres "a precios internacionales para este tipo de buques", precisó la empresa pública en un comunicado.

El preacuerdo rubricado en Madrid por representantes del armador y de Navantia expresa que ambas partes tienen intención de alcanzar un acuerdo pleno para construir esos barcos, "tanto en sus especificaciones técnicas como en el precio". Como ya publicó este periódico, cada petrolero supondría unas 700.000 horas de trabajo, de las que el 90% serían para industria auxiliar. En la construcción colaborarían los astilleros de Puerto Real y Fene (Galicia).

El acuerdo pleno para construir los tres petroleros debe entrar en vigor antes el próximo mes de julio, lo que permite aventurar al comité de empresa de Puerto Real que los trabajos comenzarán a finales de este año o en los primeros meses del próximo.

Todo apunta a que la firma de ese convenio será anunciada en el transcurso de la presente campaña de las elecciones autonómicas.

La operación que ayer comenzó a materializarse representa el regreso de Navantia al mercado de los petroleros 15 años después de la construcción del último. El presidente del comité de empresa de Navantia Puerto Real, Ramón Linares, interpretó ayer esa vuelta como fruto de una decisión. "Antes, alguien no ha querido empresarial o ideológicamente", dijo Linares.

La construcción de los petroleros "demuestra que se puede competir a precio de mercado aunque sea pactando con el diablo", añadió el presidente del comité en referencia al acuerdo de colaboración entre Navantia y un astillero asiático, esto es, con la competencia. El astillero asiático (Samsung, Daewoo o Hyunday) aportará el diseño y el material para construir los buques. Se trata de un paso pionero que ha dado la empresa pública, que pretende de esta manera escalar posiciones y hacerse un hueco en el sector de la construcción civil.

Los petroleros tipo Suezmax están diseñados específicamente para atravesar el canal de Suez. Por las exigencias de este paso, los petroleros deben tener un peso de 160.000 toneladas, una manga de 50 metros, una altura máxima de 68 metros y un calado máximo de 20 metros (esas condiciones, especialmente las dos últimas, las establecen las dimensiones del canal).

En España no se entrega ningún petrolero de este tipo desde la década de los 90. La construcción de los Suezmax está actualmente liderada por países como Japón, Corea y, últimamente, China. Navantia ha explicado que las líneas básicas de la estrategia del nuevo modelo de negocio son dos. Por una parte, utilizar un diseño ya probado. Es decir, aplicado en buques de última generación que ya están operando en el mercado mundial de fletes, de un líder mundial en la construcción de este tipo de buques.

En segundo lugar, lograr el aprovisionamiento de los principales materiales y equipos a través del propio diseñador del proyecto. La primera línea básica, según las fuentes, permitirá acortar sustancialmente el plazo de entrega y asegurar unas prestaciones ya probadas en buques similares. La segunda, añadieron, permitirá ajustar los costes para poder entrar en este difícil mercado a unos precios de mercado competitivos.

Se trata de aprovechar las economías de escala que los astilleros diseñadores adquieren al cabo de los años y lograr así que los precios que les ofrecen los diferentes fabricantes sean mucho más bajos.

Durante más de tres meses, un equipo de ingeniería de Navantia -Puerto Real, con la coordinación de miembros del comité de dirección de Madrid, ha trabajado para establecer una colaboración con un astillero asiático. Desde los presupuestos económicos a las horas de trabajo, pasando por la estrategia constructiva para los plazos o la estrategia de compra para ahorrar costes.

A comienzos de este año, el equipo de ingeniería de Puerto Real se desplazó hasta Corea y entabló conversaciones con sus grandes astilleros: Samsung, Daewoo y Hyundai. Con los tres estudiaron el diseño y la compra de materiales, que incluye el acero o los motores principales y auxiliares, en definitiva, los grandes equipos.

La conclusión extraída con esa visita fue que, en líneas generales, el ahorro era enorme y que eso posibilita acercarse a los precios de mercado.