Mata, y más si lleva caquita de conejo
Los tabaqueros, desesperados ante el aumento del consumo de cigarros ilegales, alertan de que, en muchos casos, están compuestos de excrementos de conejo, papel reciclado y salsa de tabaco
Los estanqueros asistían en días pasados a la publicación de un estudio encargado por la Mesa del Tabaco, en el que se observaba que en el caso de Andalucía, el consumo de tabaco no doméstico, o sea el ilegal traído de fuera de España sin pagar aranceles o bien fabricado en fábricas piratas, creció un 7,3% hasta representar el 45,6% en el segundo semestre de 2014, frente al 38,3% del mismo periodo del año anterior. Especialmente preocupante resultaba el crecimiento en provincias como Sevilla (que pasa del 38,1% al 56,5%) o Cádiz (del 38,8% al 47,6%). En localidades como Algeciras roza el 80%. En Jerez, el consumo de tabaco que no ha pagado sus impuestos en España creció un 40% hasta el 58,4%, frente al 41,4% en el mismo periodo de 2013.
Sobre estos datos, el presidente del gremio de estanqueros de la provincia de Cádiz, José Bermúdez, destacaba que el dato de Jerez no suele ser habitual. El consumo de tabaco de contrabando en la provincia de Cádiz es mayor cuanto más cerca se esté del Estrecho de Gibraltar, por lo que sorprende especialmente el dato de Jerez. A este respecto, Bermúdez cree que el origen puede estar en la existencia, en esa zona de la provincia, de naves en las que se almacena buena parte de los cigarros traídos desde Algeciras una vez que han logrado superar el control aduanero.
Cuando un ciudadano opta por comprar un paquete de tabaco de contrabando, no sólo está cometiendo un delito contra el fisco sino que está abriendo sus pulmones a un producto que puede contener elementos aún más nocivos, mortales y singulares que los que habitualmente contienen.
Así, el presidente de los estanqueros de la provincia trae a colación el informe sanitario que se emitió en noviembre de 2011 que evidenciaba que se había detectado la presencia de heces de conejo en el interior de los cigarros. Bermúdez le suma la presencia de trazas de papel reciclado de oficina y algo de salsa de tabaco.
Bermúdez confiesa que los estanqueros ya no saben qué hacer ni a quién acudir ante este incremento del consumo de tabaco de contrabando. Y es más, el presidente de este gremio provincial afirma que la dureza de las multas por parte de la Administración ha logrado poner fin casi al completo a la venta ilícita en los bares.
Sin embargo, el testigo lo han tomado los ultramarinos regentados por los asiáticos "que lo tienen en sus trastiendas o bajo los mostradores y sólo lo sacan cuando el cliente se lo pide".
Los estanqueros logran apagar fuegos por un lado y le surgen nuevos focos por otros. Así, Bermúdez no se cansa y sigue reuniéndose con los estanqueros andaluces y con el mismo gremio a nivel nacional. Además, ya ha estado por Bruselas en busca de apoyos comunitarios que pongan pie en pared ante e incremento de estos consumos ilícitos e insanos.
En 2009, EuropaPress informaba que la Guardia Civil había detenido a doce personas pertenecientes a una red de importadores de tabaco falsificado en Santa Cruz de Tenerife. Sobre ellos pesaron delitos contra la salud pública, asociación ilícita, cohecho, contrabando, contra la propiedad industrial y fraude fiscal, entre otros. La investigación comenzó después de las denuncias presentadas por particulares que habían comprado cajetillas de tabaco y encontraron un desagradable sabor y olor en los cigarrillos, a pesar de que tratarse de marcas conocidas. Los informes sanitarios revelaron que el tabaco falsificado era elaborado en fábricas clandestinas de China. En su composición, aparte de las sustancias tóxicas habituales como el alquitrán y la nicotina, se detectaron desechos correspondientes a excrementos animales como heces de conejo.
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