En cada centímetro de la costa
Desde las grandes operaciones contra el narcotráfico a la lucha contra el contrabando, 400 agentes de Vigilancia Aduanera se encargan de velar por el cumplimiento de la ley en Andalucía
El próximo martes, el Servicio de Vigilancia Aduanera recogerá un nuevo reconocimiento a su labor. El Plan Nacional sobre Drogas, entregará en un acto presidido por el ministro de Sanidad, al Delegado Especial de la institución en Andalucía, Ceuta y Melilla, Alberto García Vera, de su Medalla de Plata a la Orden de Mérito por su "eficacia en la lucha contra el narcotráfico vía marítima y a través de los recintos aduaneros y la investigación del blanqueo de capitales que lleva asociados".
Son 135 años de lucha contra actividades de contrabando y fraude que realizan, en la mayoría de las ocasiones de manera callada, más de 400 efectivos de Vigilancia Aduanera en Andalucía, donde su litoral constituye una de las zonas estratégicas
Adam, Gold Star, Moonlight, La misericordia de Dios, Mayak, Assel, Mehtap o San Trela, son solo algunas de las muescas en el casco de la flota de Vigilancia Aduanera, compuesta por una quincena de embarcaciones, y varios aviocar y helicópteros que, desde mayo de 2013, han permitido, en colaboración con otras autoridades policiales comunitarias, intervenir más de 145 toneladas de droga procedentes del norte de África a través de la denominada Ruta del Mediterráneo Oriental. A consecuencia de estas y otras operaciones, Vigilancia Aduanera en Andalucía incautó más del 96% del total intervenido en todo el territorio nacional.
Todas estas embarcaciones -buques comerciales que suelen efectuar transportes legales como parte de su camuflaje y que han alcanzado un numero de 14 interceptadas hasta la fecha- portaban grandes cantidades de droga, marcando con ello una nueva tendencia en el tráfico del hachís, que estaría siendo empleada por organizaciones situadas en países del norte de África, para introducir su mercancía que se redistribuiría, posteriormente hacia la Europa interior, sin descartar que, en algunos casos, y tras transbordar el hachís a otras embarcaciones menores, se alijarían directamente en las costas españolas, francesas o italianas.
Para luchar contra ello, bajo la coordinación del Departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria estableció una vigilancia específica sobre la zona en base al análisis de patrones y perfiles de riesgo que han permitido anticiparse a las extremadamente ágiles organizaciones de narcotraficantes, adaptándose rápidamente al nuevo escenario
Las actuaciones de Vigilancia Aduanera en la Delegación Especial de Andalucía han implicado la aprehensión de casi la cuarta parte de la cocaína intervenida a nivel nacional (alcanzando en nuestra Comunidad más de 3 toneladas) y la detención de casi 1.300 personas relacionadas con el tráfico de drogas.
Pero si con algo se identifica el contrabando en el Estrecho, es con aquel que implica a la colonia británica de Gibraltar como es el derivado de la introducción ilícita de tabaco en la comarca gaditana, en primer término para, posteriormente, penetrar en el resto del territorio español y comunitario, provocando con ello un importante perjuicio económico y social a la economía del entorno.
En esta lucha diaria, incesante, solitaria y en muchas ocasiones incomprendida, el personal de Vigilancia Aduanera centra sus esfuerzos en tratar de paliar una situación que, en ocasiones, ha alcanzado niveles escasamente soportable, llegando a provocar la decidida intervención de la Unión Europea y su Oficina de Lucha Antifraude OLAF, que ha articulado sus medidas y sus propuestas de control, precisamente, a través del cuerpo policial tributario. La actuación de Vigilancia, en perfecta coordinación con las fuerzas de seguridad del Estado parece dar sus frutos.
En el pasado ejercicio 2014 se apreciaron dos importantes hitos que marcan la ruptura de la tendencia alcista de los últimos años en esta lacra delictiva. Por una parte los suministros de stock de tabaco a la colonia se redujeron drásticamente, (casi en un 35%) disminuyendo con ello de forma extraordinariamente atípica (y fuera de toda lógica racional de un mercado supuestamente libre) el aprovisionamiento de género que luego era objeto de reintroducción irregular.
Por otra, se llevaron a cabo relevantes operaciones que desarticularon algunos de los más importantes grupos criminales que operaban en la zona, con una actuación perfectamente organizada y con conexiones con otras actividades delictivas, manejando importantes volúmenes (la desmantelada en febrero de 2015 movía más de 7,5 millones de cajetillas al año) aprovechando la infraestructura que les ofrece el entorno y la opacidad de un régimen, el gibraltareño, que ampara, con su falta de control, el florecimiento de las mismas.
Como muestra del esfuerzo realizado en la lucha contra el contrabando de tabaco baste señalar como, a lo largo de todo 2014, los medios de la AEAT en la zona -operados por los funcionarios de Vigilancia Aduanera de Andalucía- navegaron en los apenas 30 kilómetros de costa adyacente al Peñón (el 3% de toda la costa andaluza) casi el 15% de todas las horas empleadas en la comunidad implicando con ello que el peso del control marítimo en esta zona, fuese cinco veces superior al efectuado en el resto del territorio costero.
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