Biouniversal muestra interés en romper el convenio para la recogida de aceite usado

La empresa Biouniversal, que tiene encomendado el servicio de recogida aceite vegetal usado doméstico y de hostelería, quiere romper el convenio firmado con el Ayuntamiento de Puerto Real, que fue otorgado por el anterior equipo de gobierno andalucista sin concurso público. Eso costó una denuncia de la Asociación de Gestores de Residuos (Geregras) y la posterior imputación de cuatro concejales del anterior gobierno (entre ellos la ex alcaldesa, Maribel Peinado) y un técnico municipal.

La actual responsable de medio Ambiente, María Merello, ha mantenido un encuentro con los representantes de la empresa para tratar este asunto. La intención de la edil es también la de eliminar este convenio al considerarlo "irregular" y que va "contra la libre competencia", ya que en una adenda al convenio se añadía una exclusividad en la recogida del aceite de hostelería, imposibilitando el trabajo a otras empresas legalmente autorizadas para prestar este servicio.

Ahora se estudia si la ruptura de ese convenio se realizará de común acuerdo, tal y como plantea la empresa, o por incumplimiento del contrato. Entre otras cosas, Biouniversal no ha pagado al Ayuntamiento el 10% de los beneficios que haya podido obtener de la recogida del aceite, en concepto de ocupación del espacio público.

Teniendo en cuenta este aspecto y que el convenio está judicializado, María Merello ha iniciado una providencia en la que se piden informes a la asesoría jurídica municipal, al servicio de rentas, a la secretaría municipal y al servicio de medio ambiente para conocer en qué medida se puede actuar.

El motivo por el que la empresa no ha efectuado ningún pago al Ayuntamiento podría radicar en el poco o nulo beneficio que ha podido obtener en Puerto Real. El principal negocio estaba en el aceite usado de la hostelería, al ser los empresarios los que más volumen de residuo generan. Sin embargo, desde que la empresa llegó a la localidad, estos han mostrado su negativa a entregar el aceite usado, ya que lo hacían a cambio de nada mientras que con las empresas autorizadas con las que venían trabajando obtenían una contraprestación.