Provincia de Cádiz

Operarios del siglo XXI

  • El mismo día en que la Diputación firma su adhesión al clúster, comienzan unas jornadas sobre la aplicación del 'Lean Manufactoring' en el sector naval

En varias localidades de la provincia de Cádiz hay una calle que lleva por nombre Carpinteros de Ribera. Era uno de los oficios estrella en los astilleros del siglo pasado e incluso mucho antes. Tal vez, dentro de algunas décadas, en una calle de varias localidades gaditanas se ponga el nombre de Lean Manufactoring.

Ayer, la Diputación de Cádiz presentaba unas jornadas de dos días en la que el centro de debate era, precisamente, la aplicación de esta técnica al sector naval, desde Navantia, a todas las industrias auxiliares. El director de la factoría de Puerto Real, Pablo López, estuvo en esas jornadas y explicó que su empresa lleva ya más de dos años iniciando ese camino a la modernidad, una ruta que llevará a los astilleros públicos, de manera irremediable, a una nueva y exitosa era.

El Lean Manufactoring, sin embargo, no es nuevo, ni siquiera es nuevo en la Bahía de Cádiz. Es un sistema de trabajo en cadena que hace ahorrar tiempos en la producción y evitar errores, explicado de forma muy básica. Lo inventó Toyota en EEUU y así trabajaron hasta su cierre, por ejemplo, en la factoría de Delphi y también en Visteon. Después llegó la industria aeronáutica y, de hecho, Airbus hace gala hoy día de ese sistema de trabajo que le lleva a altos niveles de calidad y satisfacción en la producción.

Explicado esto, el hecho de que el sector naval gaditano se apunte al Lean Manufactoring no implica sino la obviedad de que los mercados, que imponen ritmos y calidades, exigen entregas en tiempo y forma porque, si no, no repiten. Y para ello, todas las empresas, matrices y auxiliares, deben dar un paso más en la modernización industrial. Si dentro de unas décadas, alguna calle lleva ese anglicismo colocado en la cal, será señal de que todo salió bien.

Sin que ayer se hablara del tema, quizás esto forme parte de eso llamado Astillero 4.0 que ya está incluido en el pre-diseño o borrador del nuevo plan industrial que prepara el Gobierno para Navantia. Quizás ya haya llegado ese avance mientras aún se piensa en qué decisión tomar sobre algo aún más fundamental: cómo serán y cuántos integrarán las futuras plantillas.

Mientras, ayer se discutió sobre necesidades, oportunidades y herramientas para lograrlo. En la presentación de estas jornadas, además de una nutrida representación de esas contratas en la provincia, estuvieron la presidenta de la Diputación, Irene García; el delegado de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil; la secretaria general de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), Carmen Romero; el presidente de la patronal del metal (Femca), José María Camacho; y el ya mencionado director de Navantia en San Fernando y Puerto Real, Pablo López.

Pero no sólo se habló de la técnica Lean. Ayer se aprovechó para dar un paso más en otra de las apuestas por fortalecer el sector naval gaditano, el clúster marítimo-naval de Cádiz. En el mismo Palacio Provincial, Irene García y José María Camacho firmaban un convenio por el que la institución provincial forma ya parte de ese clúster. La presidenta habló de las bondades de esa iniciativa y de la necesidad de estar presente como organismo que representa a los pueblos.

Pero el clúster tiene varias ramas. Una de ellas es la formación. Como se recordará, se abrió el plazo para que aquellos alumnos que quisieran formar parte de una serie de cursos dirigidos a su posible contratación para los barcos que han de llegar a los astilleros. Pues, como detalló ayer Fernando López Gil, ese plazo ya ha acabado y ahora se seleccionará, incluso con alguna prueba práctica, a los elegidos.

Pero fue José María Camacho, presidente de Femca, quien habló con conocimiento de causa. Él explicó ayer, al lado de Irene García, que los empresarios siempre habían insistido en que esos cursos debían ser de capacitación, es decir, para 'refrescar' conocimientos a quienes ya hubieran trabajado antes en el sector naval. Aparte, como explicó López Gil, habrá otra parte con una formación más reglada en la que se tendrá en cuenta desde la Universidad hasta la Formación Profesional.

Pero, como dijo Camacho, esta formación era urgente, porque han sido muchos los que se han prejubilado, los que se han jubilado o los que, directamente, han cambiado de oficio con una crisis que también dejó secos los diques. Ahora se trata de recuperar parte de ese conocimiento, de esa experiencia y de esa mano de obra. ¿Cuántos harán falta?, le preguntaron a Camacho en la rueda de prensa. "Pues es muy difícil de saber; imaginemos que Dragados Offshore consigue un buen contrato y a Navantia llegan todos los barcos que se han anunciado. Pues faltará gente, porque nos hará falta mucha gente, no sólo soldadores, sino tuberos, caldereros, ingenieros y de todas las profesiones". Claro que, de lo que ayer no se habló, fue de que esos cursos durarán casi cuatro meses y los barcos que llegarán a Navantia no entienden de plazos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios