En el fondo es monárquico

BARROSO Y LA corona Las declaraciones del alcalde de Puerto Real contra don Juan Carlos

Barroso impuso hace 25 años al Rey que tanto critica la medalla de oro y brillantes de Puerto Real con motivo de los cinco siglos de la fundación de la Villa

Barroso charla animadamente con el Príncipe durante la visita que éste hizo a Airbus Puerto Real en 2002.
Barroso charla animadamente con el Príncipe durante la visita que éste hizo a Airbus Puerto Real en 2002.
Jesús Jaques Nuche / Cádiz

22 de octubre 2008 - 05:01

Si los Reyes Católicos levantaran la cabeza, se llevarían una sorpresa con el actual alcalde de la Villa que ellos fundaron hace 525 años. Y no por la conocida tendencia republicana de José Antonio Barroso, sino por las duras críticas que el edil ha lanzado contra el Rey de España con unas declaraciones de las que se ha reafirmado en los últimos días. Al fin y al cabo, Fernando e Isabel, y posteriormente Carlos I, que independizó Puerto Real de Jerez en 1488, hicieron posible la gestación del municipio que no se llama Real por causalidad y que Barroso lleva gobernando desde 1979, salvo un periodo de cuatro años.

De todos es sabido que el máximo responsable de la Corporación puertorrealeña nunca ha comulgado con la Monarquía, en consonancia con la postura de su partido, Izquierda Unida. No hace mucho el pleno municipal de la Villa aprobó la constitución de una comisión para promover la instauración de la III República en el conjunto de España.

Pero nunca como hasta ahora se había mostrado tan beligerante con unas palabras que le han aupado a la primera plana de la actualidad y que además le han valido la imputación del juez Grande-Marlaska, que le ha llamado a declarar el próximo lunes en la Audiencia Nacional, en Madrid.

Basta escarbar un poco en la dilatada historia política del regidor puertorrealeño para encontrar episodios del edil con la Casa Real muchos más agradables que el de ahora en los que Barroso ha ofrecido la otra cara de la moneda: un alcalde encantado de relacionarse con miembros de la Monarquía y deseoso de que sus miembros visiten Puerto Real.

El capítulo más llamativo se remonta 25 años atrás, cuando Puerto Real cumplió los 500 años de su fundación. La Villa celebró el acontecimiento por todo lo alto y el pleno del Ayuntamiento que ya por entonces presidía Barroso acordó conceder la medalla de oro y brillantes de la ciudad al Rey de España, la única de estas características entregada hasta la fecha por el municipio.

El alcalde pidió audiencia al monarca, quien recibió en el Palacio de la Zarzuela a una representación de la Corporación encabezada por el propio Barroso. Fue el mismo alcalde quien impuso a don Juan Carlos la distinción tras dedicar unas emotivas palabras en un acto que resultó entrañable. Algunos de los presentes recuerdan a un joven regidor nervioso antes de ser recibido por el Rey.

Hace menos tiempo, el 12 de abril de 2002, el Príncipe Felipe visitó la factoría de Airbus enclavada en Puerto Real y al alcalde le faltó tiempo para invitarle a que acudiera a la localidad en otra ocasión.

Barroso no ocultó su enfado aquel día porque consideró que el Ayuntamiento fue ninguneado por los organizadores de la visita -la Junta de Andalucía- al no incluir en el recorrido el paso del Príncipe por el edificio consistorial y por el astillero.

"Al margen de la ideología del equipo gobernante, Puerto Real reúne las condiciones para la visita del Príncipe", afirmó entonces José Antonio Barroso para justificar la invitación que realizó a Don Felipe.

Fue el propio edil puertorrealeño quien se encargó de recordar que el Rey don Juan Carlos tenía la consabida medalla de oro y brillantes de la Villa concedida por acuerdo del pleno del Ayuntamiento en conmemoración de los cinco siglos del municipio. El Rey al que ahora lanza graves acusaciones.

stats