Galería del crimen | Capítulo 22
Por el honor de nuestra vecina
Aquí no hay trampa ni cartón. No se trata de una encuesta con un margen de error equis ni tampoco de un estudio más o menos subjetivo, más o menos parcial, de una consultora privada. Estos datos, pertenecientes al Informe del Mercado de Trabajo y Pensiones de la Agencia Tributaria, son el resultado de todas y cada una de las Declaraciones de la Renta que los asalariados presentan anualmente.
El estudio corresponde a 2007, el último ejercicio fiscal, y en él aparecen reflejados esos tiempos económicos felices que hoy parecen tan lejanos pese a que no ha pasado ni un año desde que la crisis empezara a asomar el morro en los hogares españoles. En ese 2007, los gaditanos gozaron del mayor aumento salarial desde que empezara el nuevo siglo, un 7,5%, lo que supuso que el sueldo medio pasara de 14.572 a 15.666 euros anuales.
Es un pellizco importante, pero no destacado si se compara con la situación vecina, ya que es el mismo crecimiento que se experimentó a nivel andaluz. Lo positivo es que es una mejora suficiente para que los gaditanos se mantengan en el podio con los segundos ingresos más altos de Andalucía, sólo superados por los sevillanos (15.847 euros) y seguidos de cerca por malagueños (15.647) y granadinos (15.439). Un alarde que, sin embargo, se torna en decepción al salir de la Comunidad porque la media en España sigue siendo bastante superior: cerca de 18.100 euros, un 15,5% más.
Lo que, dramáticamente, tampoco varía es la brecha entre hombres y mujeres. Lejos de recortarse, la diferencia de remuneración ha aumentado en lo que va de década. En el 2000, era un 53,3%; el año pasado llegó al 58,7%, un desnivel abrumador que refleja el escaso camino recorrido hacia la igualdad real en el trabajo. Hay más asalariadas, es un hecho plenamente constatado, pero sus condiciones económicas son todavía mucho peores que las masculinas, según revela el informe de la Agencia Tributaria, en el que, sin embargo, no se detallan remuneraciones por categorías, sino sólo por sectores, lo que impide hacer una comparativa específica. Además, hay que tener en cuenta que este aumento de la desigualdad está marcado por la repercusión de ciertos cambios sociales, como la incorporación al mercado de trabajo de un número importante de mujeres de más de 40 años, sin experiencia anterior y con baja cualificación, cuya salida es, inicialmente, trabajos de menor profesional y también salarial.
En la distribución por sectores, los datos de la Agencia Tributaria muestran una clara supremacía de la energía, las finanzas y las aseguradoras. Los trabajadores de estas actividades son, con diferencia, los mejor remunerados de la provincia. Los primeros perciben el doble que la media gaditana (31.910 euros), mientras que los segundos, con casi 25.400 euros de promedio, tienen también un generoso margen del 62%. Tras ellos se sitúan los profesionales de la enseñanza y la sanidad, y a continuación, los de transporte y comunicaciones. En la cola, como era previsible, siguen la hostelería y el comercio, aunque hay que puntualizar que los salarios medios que constan (8.300 y 12.271, respectivamente) están en parte influidos a la baja por los trabajos de temporada.
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