La mitad del parque de motos podrá renovarse con las nuevas ayudas

Primero fue el empujón para los coches y ahora es el de las motos. El denominado Plan Moto-E entró en vigor ayer con el objetivo de reactivar la adquisición de ciclomotores y motocicletas y, de paso, favorecer la renovación del parque existente y el mantenimiento del empleo en el sector del motor, uno de los que ha sufrido mayor impacto por la crisis económica.

El programa de ayudas es de ámbito estatal y ha sido diseñado por el Gobierno central, a través del Ministerio de Industria, de acuerdo con las principales organizaciones del comercio de compraventa de vehículos. El plan está dividido en tres tramos en función de la cilindrada del vehículo y establece un límite en el precio del nuevo automóvil de 9.500 euros, además de la obligatoriedad de entregar a cambio, para su achatarramiento, un ciclomotor de más de cinco años de antigüedad o una motocicleta de más de siete.

Los incentivos contemplados son los siguientes: 225 euros para los ciclomotores (de hasta 50 centímetros cúbicos), de los que 75 serán aportados por el Gobierno y los 150 euros restantes, por las marcas; 525 euros para las motocicletas de hasta 250 centímetros cúbicos (175 del Gobierno y el resto, del fabricante o importador); y 750 euros para aquellas de más de 500 centímetros cúbicos (250 euros públicos y 500 privados).

Además, al igual que el plan aplicado para los coches, las Comunidades Autónomas pueden aportar un complemento igual a la cantidad estatal, lo que supondría elevar las primas hasta los 300, 700 y 1.000 euros, respectivamente, y un descuento del 30% sobre el precio medio actual. Esta segunda fase está todavía en marcha, aunque algunas regiones ya han anunciado su disposición a realizar estos abonos adicionales, como Cataluña o Asturias (Andalucía todavía no se ha adherido).

Es el primer plan específico para vehículos de motor de dos ruedas que se pone en marcha en España y su impacto en provincias como Cádiz puede ser muy importante debido a la alta demanda y frecuencia de uso que se registra. Al término de 2008, el parque gaditano estaba formado por 69.094 motos, un número muy elevado que refleja el boom registrado en los últimos años; en 2005 no llegaban a las 45.600, lo que significa que el crecimiento en sólo cuatro años ha sido del 51,4%.

Según los mínimos de antigüedad fijado, casi la mitad podría acogerse al programa de ayudas. En concreto, 32.746 (ciclomotores con más de cinco años y motos de más de siete), lo que representa un 47,4% del volumen total existente. La edad media a nivel nacional es de trece años, pero fuentes del sector consideran que el parque gaditano podría ser incluso más viejo. De hecho, según las estadísticas proporcionadas por la Dirección General de Tráfico (DGT), a finales del año pasado estaban en circulación 9.488 matriculados antes de 1988, es decir, que llegaba más de dos décadas en marcha. Sin embargo, las propias organizaciones del sector reconocen una pequeña gran diferencia con respecto a los coches: una moto de más de veinte años que se encuentre en buen estado puede considerarse un clásico y, por ello, tener un valor excepcional en el mercado. Esta consideración especial no es tan habitual entre los automóviles, de ahí que la renovación pueda ser más lenta entre los amantes a las dos ruedas.

La Asociación Nacional de Empresas de Dos Ruedas confía en que esta iniciativa sirva para reactivar la industria, que arrastra una "enorme caída" de en torno al 50% en el primer semestre y de la que dependen 30.000 empleos directos e indirectos. Así lo explicó el secretario general de Anesdor, José María Riaño, que insta a las autonomías a que suscriban la ampliación de las ayudas con celeridad para que el plan pueda surtir efectos cuanto antes.

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