La Junta apoya otro plan hotelero y residencial junto a Trafalgar
El plan de ordenación de La Janda defiende el desarrollo turístico de 70 hectáreas en la segunda línea de la playa barbateña · Vejer reclama la posibilidad de construir en Mangueta, ahora protegida
La franja costera de La Janda, entre Conil y Zahara de los Atunes, es uno de los espacios del litoral andaluz que conserva mayor longitud de terreno libre de cemento. Las servidumbres de Defensa, las leyes de protección de entornos naturales, y la reserva de terreno en los planeamientos municipales mantienen casi la mitad de sus 40 kilómetros de playas y acantilados blindada ante la presión urbanística. Aun así, la comarca dispone de importantes bolsas de suelo frente al mar, sobre todo en la segunda línea de playa. Es en estos espacios donde la Junta de Andalucía quiere promover un desarrollo urbanístico equilibrado y con un mayor componente hotelero que residencial; una oferta diferenciada del resto de la costa, que convierta al sector turístico en un motor para la comarca de La Janda.
El Gobierno regional, a través del Plan de Ordenación del Territorio (POT) de La Janda -la "guía" del urbanismo en la zona, en periodo de exposición pública-, ha ofrecido sus primeras determinaciones sobre el futuro de la más preciada costa gaditana, con tres zonas de protección en Roche, las Calas de Conil y Mangueta, en Vejer, y nuevos espacios turísticos que se concentran en el término municipal de Barbate.
En la costa barbateña, la Administración andaluza ha expresado su respaldo a un segundo proyecto hotelero y residencial en las proximidades del cabo de Trafalgar, independiente del promovido desde principios de la década por las firmas hoteleras Hipotels y Robinson Club (TUI). El Área de Oportunidad de Dinamización Turística Trafalgar-San Ambrosio incluye una superficie de 70 hectáreas en segunda línea de costa, en la margen derecha de la carretera que une los Caños de Meca y el núcleo rural de Zahora.
Según explicó ayer el alcalde de Barbate, el socialista Rafael Quirós, el terreno es propiedad de un grupo de empresarios andaluces que operan bajo la firma de Zahora Playa y que cuenta con diversas promociones en la región. Quirós relató que la intención original de la sociedad, con la que el Consistorio ya ha firmado un convenio urbanístico, era promover suelo residencial junto a Zahora.
El POT recoge la iniciativa pero "aconseja" potenciar el uso turístico del entorno, y pide que las parcelas mejor ubicadas se destinen a establecimientos hoteleros con edificaciones de baja densidad. El desarrollo de este plan, continúa el documento, "debe conformar una pieza urbana que ordene el conjunto de los suelos tensionados con ocupaciones ilegales". El alcalde barbateño, en sus alegaciones al Plan de Ordenación jandeño, solicitará a la Consejería que aporte detalles sobre cómo se afrontará ese proceso de regularización de las más de mil viviendas ilegales que se desparraman por Zahora, de forma que todo el entorno de Trafalgar configure un único espacio de interés turístico para la región.
Al margen de este nuevo proyecto avalado por la Junta de Andalucía, el histórico plan para construir un complejo hotelero de 600 habitaciones junto al faro, que cuenta con todos los parabienes legales desde finales de 2007, se mantiene bloqueado por el enfrentamiento entre las cadenas promotoras y los propietarios del suelo por las condiciones de venta de la parcela. Rafael Quirós, que mantuvo un encuentro hace varias semanas con representantes de TUI e Hipotels, señaló ayer que "no hay avances en la negociación" y reiteró su temor de que el conflicto acabe en los tribunales.
El segundo proyecto turístico de Barbate incluido en la ordenación territorial es el campo de golf de El Bujar, al sur del río, entre el núcleo urbano y El Retín. La Junta considera esta instalación de "interés territorial", aunque no incluye el hotel, el centro comercial y el puerto deportivo planeados por el Ayuntamiento y por la familia Mora-Figueroa, propietaria del complejo de golf Arcos Gardens, que lidera la iniciativa. El Consistorio solicitará a la comisión redactora del POT que declare el interés regional del proyecto íntegro, avanzó ayer Quirós.
La planificación territorial presentada por la Junta, en contraposición, no ha ofrecido su respaldo al mayor complejo turístico y residencial de los proyectados en Barbate, a cargo de Bogaris. La promotora, en convenio con el Ayuntamiento, pretendía construir 900 casas, 800 plazas de hotel y un campo de golf en 432 hectáreas de superficie justo en el límite del Parque Natural de La Breña. La iniciativa se desvanece al quedar excluida del POT, aunque el Consistorio volverá a presentar la propuesta en las alegaciones al POT con una reducción "de cuatro quintas partes" en el número de viviendas.
Pese a la vocación comarcal del Plan de Ordenación, la designación de espacios en los que serán posibles desarrollos urbanísticos, turísticos y residenciales no dejan de tener un marcado interés local. Desde esta óptica, Vejer resulta perjudicado en la planificación formulada por la Junta. El principal proyecto de expansión urbanística del municipio se sitúa en Mangueta, entre El Palmar y Zahora. El avance del planeamiento local presentado en 2008 dibuja tres hoteles vacacionales, varios centenares de viviendas y un campo de golf en este paraje, cuyo último propietario conocido es la promotora Adendia, de Caixa Catalunya. Sin embargo, la Junta considera que este tramo de costa es una zona de interés territorial que debe quedar libre de edificaciones para aliviar la carga urbanística de la costa jandeña, y así lo subraya en el Plan.
El alcalde de Vejer, Antonio Verdú (PSOE), aún confía en salvar el proyecto en el periodo de alegaciones. "Elaboramos el avance de nuestro Plan General durante mucho tiempo y, sobre todo, con mucho trabajo para conseguir un acuerdo de todos los agentes sociales de Vejer. Ahora estamos obligados a defender lo que habíamos consensuado", explica Verdú.
El municipio, pese al blindaje de Mangueta, cuenta con una amplia parcela en El Palmar clasificada como hotelera por la Junta de Andalucía desde 2007 y con espacio para 1.300 camas. En mayo de este año, la cadena Riera Marsá anunció que abandonaba el proyecto -tasado en 88 millones de euros- por falta de financiación, aunque el terreno conserva su clasificación turística a la espera de otros inversores.
El conjunto de espacios reservados por el POT de La Janda incluye el tramo costero que une Chiclana y la urbanización conileña de Roche, y las Calas de Conil. Los dos entornos ya cuentan con figuras de protección en el planeamiento local de Conil. Al sur del término municipal, la playa de Castilnovo, en idénticas condiciones de reserva local, no aparece como espacio a proteger en el nuevo planeamiento de la comarca, pese a las constantes reclamaciones del alcalde de Conil, Antonio Roldán, tanto a la Junta como al Ministerio de Medio Ambiente para que éste espacio quede libre de edificaciones sine die. La cuestión formará parte del capítulo de alegaciones al POT, que expira a finales de septiembre.
Los alcaldes de La Janda valoraron ayer la visión integradora del nuevo planeamiento de la comarca, su cuidado a la hora de abordar el desarrollo de lo que queda de costa y, sobre todo, su apuesta por lograr un equilibrio entre el turismo de sol y playa y el de un interior con recursos atractivos pero aún por descubrir.
También te puede interesar