El Archivo ahonda en sus carencias

La precariedad de las instalaciones municipales que de manera provisional acogen desde hace más de nueve años el Archivo y otras oficinas como el área de Fiestas quedó ayer de nuevo en evidencia tras la intervención que los bomberos tuvieron que llevar a cabo en estas dependencias ante el mal estado de la fachada y el riesgo de desprendimiento de una de las cornisas exteriores.

Fue la Policía Local que se encarga del servicio de la calle Real la que advirtió del peligro y dio parte al parque de bomberos, cuyos efectivos emplearon más de tres horas en las labores de resanado de la fachada habida cuenta de su deficiente conservación, de la que anteriormente se había dado ya parte.

Concretamente, son dos las fincas afectadas, ambas colindantes a la sede del Museo Histórico Municipal, instalaciones en las que el equipo de gobierno planea reubicar la Alcaldía en los próximos meses mientras se llevan a cabo las obras de rehabilitación del Ayuntamiento, que tendrán una plazo de ejecución de 20 meses.

Las fincas, antiguamente ocupadas por el popular restaurante La primera de La Isla y una tienda de ultramarinos, empezaron a ser utilizadas por el Ayuntamiento en agosto de 2004 tras alcanzar un acuerdo con los propietarios para alquilar ambos inmuebles. Los negocios históricos que allí habían estado asentados habían cerrado sus puertas poco antes y el Ayuntamiento vio una oportunidad de oro para hacer uso de las instalaciones. En un primer momento se proyectó la ampliación del Museo Histórico Municipal, que pensaba contar con salas específicas para el Carnaval (con los fondos Perete) y para el 24 de Septiembre y la conmemoración del Bicentenario, que por aquel entonces empezaba a trabajarse en serio.

Esta idea, sin embargo, no tardó en ser descartada ante la urgencia con la que se acometió el traslado de las oficinas del Ayuntamiento, que cerró sus puertas en 2006, y la necesidad de hacer sitio para realojar a todas las dependencias municipales que salieron del Consistorio para que se pudieran afrontar las primeras obras de urgencia.

Desde entonces -y en unas condiciones que distan mucho de ser las más adecuadas- dan cabida al Archivo Municipal y a la delegación de Fiestas. La finca que hace esquina con la calle Almirante Cervera se utiliza además como almacén, según indicaron ayer fuentes municipales. Éste inmueble es, de hecho, el que se encuentra en peores condiciones e incluso puede que necesite ser apuntalado. Toda la zona afectada fue acordonada, si bien la intervención no afectó a los trabajadores municipales al centrarse los trabajos en el exterior del inmueble. Técnicos de la concejalía de Desarrollo Urbano acudieron también a inspeccionar las fincas.

Desde el equipo de gobierno, el delegado de Presidencia, Conrado Rodríguez, afirmó que a la luz de los informes municipales se valorará el estado de ambos inmuebles para tomar una decisión ya que, según los plazos de la obra del Ayuntamiento, al Archivo le quedan al menos otros dos años más en esta ubicación provisional.