"La magia es cuando se conecta con el de la acera"

Desde 1995 porta el paso de Angustias de Ecce Homo Asegura que "hay gente que se sorprende de que me guste la Semana Santa por mi aspecto"

Paco Mármol muestra una de las horquillas de los maniguetas de la Virgen de las Angustias.
Paco Mármol muestra una de las horquillas de los maniguetas de la Virgen de las Angustias.
Melchor Mateo

22 de marzo 2016 - 01:00

TODOS deberíamos de reflexionar para no etiquetar o enjuiciar a nadie por su aspecto o por lo que le gusta o no le gusta". Francisco Mármol Frigolet se sale del canon estético de cofrade al uso. Detrás de su aspecto moderno, a veces bohemio, de este antiguo punkie y pintor hay un cofrade con mayúsculas y un experto manigueta, con cuya herramienta, la horquilla, tiene una relación de más de 20 años.

Mármol reconoce que hay mucha gente que se sorprende de que le guste la Semana Santa "y quizás algunos cambien la percepción que tienen hacia mi persona. No me parecería justo que alguien pueda atribuirme rasgos de identidad equivocados en función de mis gustos o sentimientos". En este sentido cree que "todos deberíamos de trabajar para eliminar ese sesgo negativo que se suele asociar a las personas que vivimos o, simplemente, nos gusta la Semana Santa".

Más allá de los sentimientos y las creencias, o de lo espiritual y religioso, Paco Mármol, como le conoce todo el mundo, ve en la Semana Santa mucho de estética y de un valor patrimonial tanto material como inmaterial "que hace que la experiencia sea completa". Mármol piensa en la ópera: "Dicen que es la expresión artística más completa porque aglutina la música, el teatro, etcétera. A mí me gusta compararla con una procesión, en la que además de las artes visuales como la escultura o la orfebrería, también se disfruta con la música, el olfato, la experiencia misma del momento en la calle... Quedarse con una perspectiva externa, crítica porque esté ligada a la iglesia católica o porque creamos que es de antiguos, es muy pobre".

Mármol había coqueteado de niño con las cofradías en la hermandad de Las Aguas, pero después pasó su fase de desapego hasta que en el año 95 empezó a sentir de nuevo la curiosidad, sobre todo por el mundo de la carga. Un amigo de su hermana, David Rodríguez, cargaba en el palio de Angustias de Ecce -Homo y le presentó al capataz de entonces, Paco Rincón, y se incorporó a esta cuadrilla.

Aquel año quizás no disfrutó como debiera porque se tuvieron que recoger antes de tiempo por la lluvia pero sobre todo "por la inseguridad que me provocaba no saber si lo que estaba haciendo era lo correcto. Era un auténtico mar de dudas". En aquel momento buscaba más la experiencia de la carga que lo espiritual, aunque con el paso del tiempo eso fue cambiando.

La salida del 96 fue mucho más impactante para él: "Me faltan las palabras para explicar lo que sentí", pero sin embargo precisamente fue con las palabras cómo llevó esa vivencia a un papel para agradecerle al capataz lo que había sentido ese año. Ese escrito lo leyó el capataz y éste pidió que se lo transmitiera a la cuadrilla el día en el que se hacía el traslado de la Virgen de las Angustias de su camarín al paso de palio. Aquello se convirtió en una tradición durante unos años.

Paco Mármol llegó a cargar un año en el pozo pero asegura que está hecho a la manigueta: "Dentro es una experiencia distinta y se trabaja más en grupo, con la horquilla tienes un trabajo más solitario". Eso sí, niega la leyenda aquella de que los maniguetas no cargan: "Yo doy fe de ello: Tengo muy claro que para hacer el paripé me quedo en casa".

Paco Mármol dice que los maniguetas tienen una visión privilegiada "porque podemos ver las miradas de la gente. Cuando conectas con el de la acera se crea la magia".

En estos 20 años, además de Angustias de Ecce Homo, en la que pertenece no sólo como cargador sino como hermano de la cofradía, Paco Mármol ha salido en la Soledad del Santo Entierro, en la Virgen de la Salud, Siete Palabras, Buen Fin de Sentencia y este año debuta en Mayor Dolor de Buena Muerte, un palio que le hacía especial ilusión. "¿La retirada? La verdad es que empiezo a planteármela porque quiero ser yo quien lo haga y que no sea un paso el que me retire. En pocos años me quedaré sólo con Angustias y llegará un momento en el que Ella me dirá que me retire". Mientras tanto, esta tarde, como viene haciendo desde hace dos décadas, estará otra vez con su horquilla en Angustias.

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