La Tribuna Cofrade
El traslado de la cofradía del Huerto. Lo normal Vs lo real
CON la celebración de la estación de penitencia en el interior de su sede canónica, la Iglesia Mayor Parroquial de San Juan Bautista. Así dio comienzo en la tarde de ayer, como es habitual en el caso de esta corporación, la salida procesional de la Venerable Esclavitud y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado (Medinaceli) y María Santísima de los Dolores (V.O.T.).
Fuera, en la Plaza Mayor, cientos de personas aguardaban impacientes a que se abrieran las puertas del primer templo de la ciudad para reencontrarse, un año más, con una de las imágenes que más devoción despiertan en la localidad, la del Cristo de Medinaceli.
Así, tras dos jornadas seguidas en las que los desfiles procesionales habían tenido que interrumpirse y acortarse debido a la aparición de la lluvia, o del riesgo de precipitaciones como en el caso del lunes, el público esperaba ayer el desarrollo de una tarde noche de Miércoles Santo que permitiera el lucimiento de la cofradía en la calle, para disfrute de fieles y de meros espectadores.
Y así fue, porque la jornada que en la mañana se había iniciado algo nubosa, fue mejorando a lo largo del día, para quedar una tarde noche en la que el pueblo pudo acompañar y arropar, como cada Miércoles Santo, a los titulares de la Cofradía del Medinaceli.
Fue pasadas las 20:00 horas cuando la Cruz de Guía de la corporación servita encaró el dintel de la puerta principal de la Iglesia Mayor, ante una abarrotada plaza que dirigió desde ese momento su atención hacia la parte superior de la rampa por la que, minutos después, comenzó a descender el paso del Medinaceli, que este año estrenaba nueva fase de tallado y los candelabros guardabrisas.
Con más de un millar de personas en penitencia tras el paso, el cortejo fue discurriendo para que, al final del mismo, asomara a la plaza el imponente palio de la Virgen de los Dolores Servita, a la que este año el autor Óscar Mosteiro ha dedicado una nueva marcha bajo el título Mater Servita.
Otra de las novedades importantes que presentaba ayer la corporación del Medinaceli en la calle estaba precisamente bajo los faldones del paso de palio, ya que la imagen de la Virgen era portada por una nueva cuadrilla de costaleros, Servitas de Chiclana, dirigida por el capataz Juan Manuel Dorante. Sin duda, una nueva evolución en el estilo y la forma de caminar del palio de esta cofradía, mientras que sería la Peña La Ilusión la que portaría, como es habitual, el paso del Señor un año más.
Al cierre de esta edición, el cortejo continuaba desfilando por las calles del centro de la ciudad arropado por un numeroso público ávido de poder disfrutar de una salida procesional completa y sin incidentes destacables a causa de la meteorología.
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