La Tribuna Cofrade
El traslado de la cofradía del Huerto. Lo normal Vs lo real
Jueves Santo
Mientras Regidor Perpetuo suena acompañando el suave mecido del Nazareno por su barrio, impresiona el rasgado de las cadenas que portan algunos de los miembros de la penitencia del Señor de Cádiz. Pocos metros más atrás, en la cuarta fila, un gaditano camina vestido de negro junto a su madre. Nada extraordinario. Salvo por el hecho de que ese ciudadano que se incorpora a la procesión en la esquina de Suárez de Salazar es el alcalde de Cádiz. José María González, pese a la fiebre que le aquejó ayer, cumplió con su compromiso y estuvo donde tenía que estar, que era al lado de su progenitora, devota del Nazareno y que realizó la penitencia ataviada con la túnica morada de la cofradía. El paso del alcalde, del ciudadano, junto a sus vecinos y vecinas fue de lo más respetuoso. Nada de móviles, ningún comentario. Silencio ante el gesto serio de José María González, del alcalde, que por primera vez en la historia cambiaba la Presidencia del cortejo por un lugar sencillo en la penitencia.
Pero el gran protagonista de ayer no era el alcalde sino el Regidor Perpetuo, que con el bastón de mando clavado en su monte de claveles, cerquita de su mano derecha, salió de Santa María inundando de fervor las calles del barrio. Cientos, miles de personas, esperaban desde horas antes el paso del Gitano más guapo, del Greñuo, de ese Nazareno que carga con la cruz de las penas de muchos gaditanos que se emocionan y lloran como chiquillos cuando lo ven salir de su templo. Este año, además, después de 25 años, con acompañamiento musical. La banda Gailín de Puerto Serrano le tocó mientras avanzaba hacia el dintel de la iglesia Saeta, y ya en la calle sonaron la citada Regidor Perpetuo de Abel Moreno, Nuestro Padre Jesús y Cristo en la Alcazaba.
Las saetas se sucedieron. La primera de ella interpretada magníficamente por María de los Ángeles Martínez González, que desde un balcón inundó con su voz toda la calle Santa María. Este año se echó en falta la saeta de Carmen Olmedo, que con los ojos bañados en lágrimas tuvo que ver sentada delante de la casa Lasquetty al Nazareno. Su avanzadísimo estado de gestación no hacía recomendable este tipo de esfuerzos a la brillante saetera de Santa María, que seguro que volverá a tener ocasión de emocionar a todos.
La bajada por Jabonería hasta San Juan de Dios también estuvo acompañada por vítores, petaladas al Nazareno y piropos de una multitud.
Justo delante del paso de misterio, parte de la corporación municipal, con la ex alcaldesa Teófila Martínez junto a José Blas Fernández, Vicente Sánchez, Paloma Bordons, los socialistas Fran González, José Pacheco y María José Rodríguez o el concejal de Ciudadanos, Juan Manuel Pérez Dorao.
En esta ocasión, delante del director espiritual de la hermandad, el padre Balbino, y del hermano mayor, se situó una representación de seis hermanos de la Junta de Gobierno de Ecce-Homo liderados por Ramón Sánchez Heredia, que comentó que siempre sale algún miembro pero que esta vez, por la gran acogida dada por la cofradía hermana de Santa María durante el tiempo que han durado las obras en San Pablo.
Tras la lenta salida del misterio le tocó el turno al palio de la Virgen de los Dolores, hermosísimo como siempre. En esta ocasión fue la banda de música Enrique Galán de Rota la que acompañó a la Señora en su salida, interpretando dentro del convento Rosa de mis dolores, y ya en la calle -además de la Marcha Real- Aniversario Macareno y Aurora de Santa Marina.
Gran presencia de autoridades en Santa María
Aunque los concejales del equipo de Gobierno no se dejaron ver por la tarde-noche en Santa María, el Nazareno estuvo acompañado por muchas autoridades. Teófila Martínez fue de las primeras en llegar y aseguró que "para mí ha sido un privilegio ponerle durante 20 años el bastón de mando al Nazareno, es algo que no podré pagar nunca".
También pudo verse por allí al subdelegado del Gobierno, Javier de Torre; y a decanos de colegios profesionales, como Pascual Valiente, del Colegio de Abogados. El pregonero de este año, Jesús Devesa, también acompañó al Nazareno invitado por la cofradía de la que es hermano mayor José Manuel Verdulla.
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