Imputan a un policía de la Comisaría Provincial por el robo en el depósito
El agente, perteneciente a la brigada judicial, declaró el martes como investigado en presencia de su abogado ante personal de Asuntos Internos de la Unidad Central de Madrid
Cádiz/La investigación sobre el robo del siglo en Cádiz, esos 300 kilos de droga, la mayor parte cocaína, que desaparecieron del búnker de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, continúa avanzando sin descanso y poco a poco se van conociendo nuevos detalles. El último al que ha tenido acceso este medio es la imputación de un policía de la brigada judicial de la Comisaría Provincial gaditana.
El pasado martes personal de Asuntos Internos de la Unidad Central de Madrid tomó declaración en la capital gaditana a este policía, que lo hizo en calidad de investigado no detenido, aunque durante su comparecencia ante Asuntos Internos estuvo acompañado en todo momento por su abogado.
La investigación trata de determinar su presunta implicación en los hechos y una de las cuestiones que se quiere aclarar es si esta persona perteneciente al cuerpo habría facilitado números de placas de matrículas de los coches policiales de incógnito con los que la UDEV llevó a cabo los seguimientos a los detenidos el pasado jueves 4 de mayo en la provincia gaditana.
Desde que se conoció el audaz golpe cometido en el depósito de drogas situado entonces en la calle Granja de San Ildefonso, a apenas 30 metros de la Comisaría Provincial, se pensó que los ladrones tenían forzosamente que contar con apoyo de alguien que conociera perfectamente las instalaciones. Uno de los detenidos es Pedro Periñán, que trabajaba en la empresa de transportes que se encargaba de trasladar la droga desde Cádiz hasta otra provincia para que fuera quemada.
Tanto Perico como los otros dos principales sospechosos del robo, los madrileños Jacobo Millán y Sergio Iglesias, llevaban meses siendo seguidos de cerca por la UDEV. De hecho hace mucho tiempo que se podría haber dado luz verde a su detención, y si se prefirió actuar con cautela fue precisamente porque la operación abrió un nuevo abanico de posibilidades importantes a la Policía, con la implicación de bandas dedicadas al narcotráfico del más alto nivel.
Porque el caso es que la Policía Nacional trata de seguir la pista ahora a las redes que se encargaron de trasladar la droga desde España hasta Escocia. Los investigadores piensan que Sergio Iglesias, el detenido en Madrid, habría sido quien se puso en contacto con estos distribuidores especializados en transportar grandes cantidades de droga.
Hay que tener en cuenta que los más de 200 kilos de cocaína robados del búnker de Subdelegación podrían haber alcanzado en el mercado un valor de más de 20 millones de euros. Porque la droga robada era de gran pureza, no en vano había sido intervenida frente a las costas gaditanas dos meses antes a unos búlgaros que la trasladaban por mar desde el Caribe hasta Galicia. Esa droga, a la que se le pierde la pista en Escocia, también debía llegar hasta Holanda para seguir dando dividendos a la organización.
Asuntos Internos está siguiendo con suma atención el robo de la droga de Cádiz. El motivo, que tras un suceso de similares características en el depósito de drogas Sevilla, del que se llevaron 100 kilos de cocaína y heroína, se constató que fue un policía quien estaba detrás de ese suceso. En el de Cádiz, hasta el momento este es el único agente que ha sido declarado como investigado, la antigua figura del imputado, aunque no se descarta que conforme siga avanzando la investigación puedan producirse nuevas citaciones para declarar.
De momento el agente no ha sido apartado del servicio, aunque si en el juicio se demostrara que ha prestado ayuda de alguna manera a los presuntos culpables se encontraría en una situación delicada.
Mientras, la UDEV de la Comisaría Provincial sigue con su labor de investigación de un robo que ha traspasado las fronteras de la provincia para convertirse en un caso a nivel internacional.
Un robo que fue posible por la pobre seguridad
La Policía Nacional siempre ha reclamado al Gobierno más recursos para la vigilancia de los depósitos de la droga. Las medidas que cubrían el búnker de la Subdelegación de Cádiz estaban obsoletas, según se constató en la investigación, lo que permitió que los ladrones actuaran con total impunidad durante más de cuatro horas. PP y PSOE se echaron la culpa mutuamente por no haber puesto más atención a unas instalaciones donde se guardaba la mitad de la droga decomisada en todo el territorio nacional. Porque Cádiz, como frontera sur de Europa, es uno de los puntos más calientes para que las mafias del narcotráfico introduzcan grandes partidas de droga. A raíz del robo se cambió el lugar donde se guarda la droga incautada.
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