La familia de Fernando Portillo lo desvincula de la Ley de Memoria
Cambios en el Callejero Portuense
El hijo del empresario lamenta que se quiera cambiar el nombre de su padre por el de Las Trece Rosas
El Gobierno franquista incluso le cesó de su cargo como presidente de la Diputación
El hijo de Fernando Portillo, uno de los nombres que se ha visto inmerso en la polémica por los cambios que se proponen para el callejero portuense, ha querido aclarar, en declaraciones a este periódico, varias aspectos relacionados con la figura de su padre. Este cambio, que afecta a la barriada Fernando Portillo -junto a la calle Valdés y muy cerca del hospital Santa María de El Puerto- se hace en realidad de acuerdo con la Ley de Memoria Histórica, según la Comisión de Memoria Democrática que ha liderado los trabajos. Sin embargo, José Antonio Portillo Serrano recuerda que su padre, “lejos de conformar alguno de los supuestos que esta ley menciona, tan solo fue un empresario de éxito que en tiempos difíciles trabajó incansable para impulsar la economía de su ciudad y provincia dando muchos puestos de trabajo a sus contemporáneos. Incluso llegó a enfrentarse abiertamente al gobierno de Franco por lo que pensó que sería para bien de su provincia, por lo que fue cesado fulminantemente de su cargo de presidente de la Diputación”, recuerda.
Fernando Portillo Schafhausen “nada tuvo que ver con la guerra civil española porque para empezar, la vivió siendo un niño sin edad suficiente como para haber luchado en ella”, recuerda su hijo.
Portillo nació en Cádiz el 6 de junio de 1923, trece años antes del inicio de la guerra civil española, por lo cual nunca participó en ella. Desde joven fue promotor y hombre de negocios en diversas empresas marítimas, agrícolas e inmobiliarias, en unas como fundador y en otras como socio. Como explica su hijo “en 1967, a sus 44 años, al ser reconocido como uno de los empresarios más significativos de la provincia algunos decidieron proponerle como presidente de la Diputación. Nada más tomar posesión de su cargo se propuso democratizar y modernizar la institución. Trasladó por primera vez en la historia los plenos del viejo Palacio de la Aduana a otras poblaciones como Jerez, Algeciras, El Puerto de Santa María, Olvera, Ubrique y otros tantos lugares y permitió que estos fuesen públicos para que todos lo que quisiesen asistir pudiesen seguir los debates políticos, una medida que algunos miembros de los sectores más opacos e inmovilistas de aquel gobierno consideraron excesiva”.
Continúa señalando José Antonio Portillo que en septiembre de 1968 su padre “reunió por primera vez a los presidentes de las diputaciones andaluzas, pues consideraba que Andalucía tenía una serie de problemas comunes que hay que solucionar con una coordinación regional. Esta unión organizativa se entendió en Madrid como una reivindicación regionalista, que en esa época era inviable”.
Añade el hijo de Portillo que “en febrero de 1969 se enfrentó de nuevo al régimen por la propuesta de creación de la provincia de Gibraltar, con parte de la provincia de Cádiz, todo ello tramado en secreto por el ministro Castiella. Dos días antes de que el Consejo de Ministros lo aprobase y por una filtración del Gobernador Civil, Fernando Portillo se enteró y reunió a la corporación provincial para viajar a Madrid y entrevistarse con parte de los ministros del régimen y en contra de la ruptura de la provincia de Cádiz. Gracias a ello, Fernando Portillo consiguió que el Consejo de Ministros, dos días más tarde, rechazase la creación de la 51 provincia española, una oposición al régimen que a corto plazo le pasaría factura”.
Portillo Schafhausen fue también profesor mercantil y de Economía Política y Estadística y escribió tratados y libros para la revitalización de los municipios y provincias, expresando su desacuerdo con el gobierno del régimen Franquista. La publicación de estas y otras ideas denunciando la situación andaluza en general y de la provincia de Cádiz en particular en la España de 1969, en un régimen franquista inmovilista, hicieron que por orden ministerial de 6 de septiembre de 1969 Fernando Portillo fuera cesado fulminantemente de la presidencia de la Diputación.
Su hijo recuerda que “en los dos años que estuvo al frente de la Diputación trabajó de forma incansable y creó varios centros de asistencia social, educacional, agropecuaria y sanitaria.
Como explica su descendiente “Fernando Portillo quería cambiar las cosas y en las primeras legislaturas democráticas formó parte de la Unión de Centro Democrático como número 1 por Cádiz y fue diputado desde julio de 1977 a enero de 1979, sin presentarse a las segundas elecciones.
En octubre de 1978 intervino en el Congreso presentando una proposición de Ley sobre la creación de la Universidad de Cádiz –su viejo sueño de la época de la Diputación- que sería aprobada por unanimidad.
Por todo lo expuesto, su hijo creo que “no se puede confundir el hecho de que Fernando Portillo hubiese ejercido cargos públicos en la época de la posguerra civil con ninguno de los supuestos que especifica la Ley de Memoria Histórica” y por ello pide al Ayuntamiento que se replantee su decisión.
Entre otras cosas, Fernando Portillo (fallecido en el año 2011) residió muchos años en El Puerto, ciudad de la que es Hijo Adoptivo.
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