Un Festival de Música con notables estrenos y sus objetivos "cumplidos"

Cádiz/"Hacer de Cádiz, durante el mes de noviembre, la capital de la música española: un lugar para el encuentro de intérpretes, autores, promotores, críticos musicales y programadores de otros festivales. Y por supuesto, con el pensamiento puesto en un público que, este año especialmente, está demostrando que hay verdadera ansia de conocimiento y de disfrute de la música". En palabras de Manuel Ferrand, su director, éste es el gran objetivo del Festival de Música Española de Cádiz, que ayer cerró su edición número quince y del que hace balance positivo y esperanzador de cara al futuro su máximo responsable, satisfecho de una edición muy completa con estrenos brillantes, notables hallazgos musicales y una sensación manifiesta que los objetivos se han cumplido en el que es, como explica su director, "el único festival especializado en nuestra música, la del pasado y la que se está gestando hoy mismo, con los creadores de nuestro tiempo pero también desde la recuperación de enorme patrimonio musical".

Manuel Ferrand destaca que ha sido un año de estrenos. Una treintena de obras han sonado por vez primera en el festival gaditano, que se convierte así en un privilegiado escaparate musical: "Con toda seguridad no hay en el mapa de las festivales de música en España ninguno que ofrezca un abanico semejante de estrenos y novedades. Algunos son encargos propios del Festival, como la extraordinaria Chacona del gran compositor portorriqueño Roberto Sierra que estrenó la clavecinista Silvia Márquez; también Trío Arbós aportó el estreno absoluto de siete obras de compositores actuales; el Taller de Mujeres Compositoras, con doce obras escritas por algunas de las mejores compositoras españolas de nuestro tiempo".

Explica Ferrand que en la programación de este año destaca la música de ida y vuelta, con el acento puesto en la vinculación de Cádiz con los países de ultramar. Como sucedió anoche en la gala lírica de clausura, "con un programa de zarzuela procedente de sus distintos focos de gestación". Y también el segundo pase que Yago Mahúgo ofreció de manera improvisada de sus Siete Palabras en Santa Cruz. Momentos y gestos que, dice Ferrand, "justifican un festival y subrayan su singularidad".