El Alambique
Manolo Morillo
Betilo
Laurel y rosas
Los Reyes Magos ya están asomando por la esquina. Realmente, ya están llegando. Olé, olé, Holanda, que ya se ve. Ahora que en las Bodegas Miguel Guerra ha tenido lugar la cena a beneficio de la campaña Ningún niño sin juguetes. Y los tres Reyes Magos de este año -el empresario Juan Manuel Sánchez será el rey Melchor; el escritor y autor del libro Crea tu Marca de Éxito, Daniel Sánchez, el rey Gaspar, y el cantaor Antonio Reyes, el rey Baltasar- comienzan a darse cuenta de lo que les queda por delante. Un mes lleno de acción, de ilusión y de solidaridad. Pero, realmente, en Chiclana, los Reyes Magos nunca se van, nunca se detienen, nunca paran. Durante todo el año se reúnen, organizan, programan, para sacar adelante esa campaña que llevan años denominado, acertadamente, Ningún niño sin Juguete. El año pasado, sin ir más lejos, lograron alegrarle ese mágico día de Reyes a un total de 1.205 niños de 760 familias, en colaboración con Cáritas de las parroquias de Nuestra Señora del Carmen, San Antonio, Nuestra Señora de Europa, San Juan Bautista, San Telmo o San Sebastián. Han hecho de la Navidad, de los Reyes Magos, un verdadero sinónimo de solidaridad, de testimonio y de trabajo por la comunidad.
El empresario Juan Jesús Sánchez es el presidente de esta asociación -con Carlos García Viejo siempre a su lado-, que recaudó el año pasado un total de 63.810 euros, y para ello han buscado la implicación y la colaboración durante todo el año de muchas empresas, entidades, clubes, asociaciones, colectivos, y también de ciudadanos, muchos de ellos anónimos y solidarios también. Es la cara visible de un grupo de chiclaneros incansables y activos, que hacen una labor que debería conseguir también el reconocimiento y la complicidad de todos los chiclaneros. Durante todo el año trabajan para que, sobre todo en noviembre y diciembre, se realicen más de una treintena de actos que hagan posible esa gran tarea solidaria. Y, sobra decirlo, en estos últimos años han tenido un eco formidable frente a la crisis. Participemos, ayudemos, aportemos. La asociación -de la que forman parte quienes han sido, precisamente, reyes magos en estos últimos veinticinco, treinta, años- necesita de todos nosotros.
Un ejemplo de esta misma semana ha sido el III Curso de corte de jamón, que organizó la Asociación de Reyes Magos y la Asociación Global de Amigos del Cuchillo Jamonero (Agacuj). Un evento que, en solo tres ediciones, ha logrado convertirse en un referente nacional, en una cita imprescindible a la que acuden profesionales -hasta de Amsterdam se han desplazado este año- y, también, aficionados que no solo quieren aprender de los mejores cortadores del país, entre ellos, el chiclanero Clemente Gómez Alcántara, que además lo ha dirigido, sino también colaborar con el pago de la cuota de inscripción, que íntegramente va para la campaña Ni un niño sin juguetes. Ese fin social y benéfico le ha dado al curso una dimensión única en la que han participado este año 85 alumnos, 26 monitores de Agacuj y una docena de voluntarios de la Asociación de Reyes Magos que han hecho posible toda la intendencia. Un privilegio para esta ciudad y que hace, como afirma Clemente Gómez, que la marca Chiclana crezca en prestigio y en valores humanos.
Agacuj -hoy una "asociación global" por su ámbito nacional y por que está abierta a todos- nació siendo únicamente gaditana. Gestada entre Chiclana y San Fernando, entre sus fines tiene el de "ser solidarios y comprometidos con nuestro tiempo fomentando la acción social". Y se nota. Como la propia Asociación de Reyes Magos, todas sus actividades suelen estar además vinculadas a actividades benéficas. Evidentemente, también pretende fomentar el conocimiento y la divulgación de la cultura del jamón, que es mucho más que un determinado producto: es tradición y vinculación a un territorio. Afirma Clemente Gómez que en torno al mundo del jamón -y del cerdo ibérico- hay mucho desconocimiento y mucho información que, además, se oculta o se confunde deliberadamente por el sector. Incluso entre los propios profesionales.
Unos y otros, la Asociación de Reyes Magos y Agacuj, son un ejemplo. Dos entre muchos. Pero dos en concreto en los que Chiclana da muestra de su cara más solidaria. No todo es, afortunadamente, obsesión con el beneficio, individualismo y egoísmo. También hay implicación social, equipo y complicidad con quien más lo necesita. El verdadero sentido de los Reyes Magos, de la Navidad, de esta fiesta que ya está a la vuelta de la esquina, que ilumina la calle y los corazones, que toma cuerpo en los belenes y el árbol, que es religión y es tradición, que es solidaridad y es civismo, que somos nosotros mismos. En ella cabemos todos, los que creen y los que no, solo tenemos que ser solidarios y hacer que la marca Chiclana sea, como ha sucedido con este curso, un sinónimo prestigioso de acción social y de cosas bien hechas. Con corazón. Como tantos reyes magos, como esos socios de Agacuj. Y olé, olé, Holanda, que ya se ve.
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