La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Su propio afán
Me encantaría equivocarme cuando veo los errores de Rajoy. Los vengo señalando exasperadamente desde hace meses. Ayer, con el acierto retardado de la aplicación del artículo 155, cometió seis nuevos de una tacada. Los enumero, con la esperanza de que ustedes y los próximos acontecimientos me quiten la razón.
1) La petición de aclaración a Puigdemont sobre si ha declarado o no la independencia es de chiste de Gila. Ni eso es el requerimiento que exige el artículo ni tampoco hace falta que se haya declarado la independencia para aplicar el 155. No es un requisito, es un ridículo, innecesario para todo lo que no sea perder el tiempo.
2) Rajoy tendría que activar a los fiscales y a la policía para que aplicasen el Código Penal, que está ahí, clarísimo, inmediato, vulnerado, necesario. Recurrir exclusivamente al 155 dilata los plazos en una situación en la que el interés primordial de Puigdemont es dilatar los plazos.
3) El 155 ha sido previamente desprestigiado por la propia Soraya Sáenz de Santamaría: "El 155 es un artículo que dice muy poco, que se ha estudiado muy poco". No parece lo más oportuno de declarar horas antes de tener que aplicarlo. Te despojas de autoridad.
4) Esa necesidad exagerada de Rajoy de actuar con el consenso de los otros partidos debilita sus razones jurídicas, políticas e, incluso, morales. Teniendo mayoría suficiente, tendría que actuar en base a su puesto de presidente del Gobierno de España, y con la soledad y la responsabilidad inherentes al cargo. Esperando tanto a los demás, parece que su fuerza emana del consenso, y no de la ley y la Constitución.
5) Lo más grave de todo es el precio de ese consenso. Para atraerse a Pedro Sánchez, Rajoy se compromete ahora a una reforma constitucional. Eso es, como explicaba ayer en un artículo indispensable Hughes, lo que soñaban los independentistas: el objetivo número uno de su hoja de ruta. Ya es bastante extravagante enfrentarse a alguien concediéndole para empezar su objetivo, pero todavía peor resulta reconocer que hace falta reformar la norma que ampara tu defensa jurídica. "Tirarse piedras contra tu propio tejado" es una expresión que se inventó para situaciones como ésta.
y 6) y por si nos cabía alguna duda, la ministra Dolors Montserrat ha amenazado a los independentistas con que el Gobierno seguirá "actuando como hasta ahora". Sí, sí, "como hasta ahora". Deben de haberse echado a temblar.
También te puede interesar
La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
El Palillero
José Joaquín León
Propietarios o proletarios
El mundo de ayer
Rafael Castaño
Tener un alma
Quizás
Mikel Lejarza
Hormigas revueltas
Lo último
El parqué
Álvaro Romero
Tono alcista
Tribuna Económica
Carmen Pérez
Un bitcoin institucionalizado
Editorial
Nuevo gobierno europeo
La tribuna
Estado imperfecto