Delphi: "Han sido diez años de traición, corrupción y engaño"

Un centenar de antiguos trabajadores recuerda a pie de fábrica los diez años desde que se anunció el cierre. "Mientras esté el PSOE iremos a por ellos"

Ex trabajadores reunidos en la puerta de la factoría.
Ex trabajadores reunidos en la puerta de la factoría. / Joaquín Pino
Fernando Rufo

22 de febrero 2017 - 02:06

Cádiz/A la misma hora en la que ayer se concentraban en la puerta de la fábrica, pero hace diez años, los más de 1500 trabajadores de la plantilla de Delphi ya sabían que la dirección había comunicado al comité el "cierre ordenado" de la planta. Desde aquel 22 de febrero de 2007, sin embargo, todo se desordenó.

Ese cierre acabó afectando a unos 4.000 trabajadores de toda la Bahía entre empleos directos, indirectos e inducidos. Miles de familias. Finalmente, en el protocolo que los sindicatos firmaron con la Junta de Andalucía el 4 de julio de ese mismo año, para recibir cursos de formación hasta que se les encontrase un empleo, entraron 1.904 de esos trabajadores. Hoy, quedan 240 parados sin puesto de trabajo, sin perspectiva de encontrarlo y, muchos de ellos, incluso sin ningún tipo de ayuda económica.

Ayer, a las 11:00 horas de la mañana, aproximadamente cien de ellos decidía dar el paso y se acercaba a la puerta de su antigua fábrica. Ya no queda ni el cartel de Delphi. Sólo uno de Stop y después la valla que separa la carretera que tantas veces utilizaron para entrar a trabajar. Ayer, Francisco Senra se erigió en su portavoz y, ante todos ellos y de los medios de comunicación, no dudó: "Han sido diez años de traición, corrupción y engaño". Lo soltó y añadió que no olvidan. ¿Qué más puede hacer el colectivo Delphi? Fue la pregunta a Senra. Su respuesta, también contundente: "Estaremos siempre. Tenemos un trauma que estará de por vida, y mientras esté ahí el PSOE iremos a por ellos, por lo menos yo", dijo ("y yo, y todos", se escuchaba detrás). "Yo no los voy a dejar tranquilo a ellos, igual que ellos no me han dejado tranquilo ni a mí ni a mi familia, ni a muchas familias".

Ha cambiado la vida de todos. "Estamos totalmente destrozados", incidió Senra. "Esta gente lleva gobernando 30 años en Andalucía y no sabemos por qué siguen gobernando con un 40% de paro en esta provincia y siguen vendiendo humo", añadió. El portavoz de los que ayer acudieron a la puerta de Delphi narró que la situación de los casi 300 antiguos compañeros es crítica. "Nos han destrozado la vida, estamos en una situación desesperada e insoportable" y con el "odio contenido" de no haber encontrado una salida laboral, pese a que la Junta de Andalucía les prometió en su día que encontraría una solución para cada uno de ellos e invirtió más de 60 millones de euros en un dispositivo especial para apoyar al colectivo.

El portavoz ayer de estos ex trabajadores no pudo evitar ayer mirar hacia su derecha. Ahí está la nave de Alestis, donde fueron contratados 350 de sus antiguos compañeros. "Hicieron 350 entrevistas, la mayoría a amigos o familiares de sindicalistas, sin haber un criterio de cualificación para los demás compañeros. Nos abandonaron en el año 2012 a nuestra suerte, y ya veis qué suerte hemos tenido", dijo.

"Nos prometieron una solución", remachó Senra, para apostillar que la culpa es, especialmente, de los dirigentes del PSOE y de Comisiones Obreras que, según su opinión, "se beneficiaron de este cierre".

El único dirigente sindical que ayer apareció por la puerta de la fábrica fue Miguel Paramio, de USO (aunque después también habló a los medios el que fuera portavoz de UGT en el colectivo, Antonio Montoro). Ayer, Paramio criticó que no haya valido "para nada" la formación que recibieron pese a las "ingentes cantidades de dinero público invertido en ello" y acusó a la Junta de Andalucía de echar en esta década "cortinas de humo unas detrás de otras".

Mientras todo esto ocurría, a la misma hora pero a unos 10 kilómetros de distancia, los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, se concentraban frente a la sede de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC) para secundar la protesta promovida a nivel nacional contra la precariedad laboral. Allí, sus dos máximos responsables provinciales, Francisco Andreu (UGT) y Lola Rodríguez (Comisiones) se acordaron de Delphi y la falta de soluciones.

Ajena a todo, la fábrica sigue por el momento en pie. Dentro, las tres naves vacías de contenido esperan dos opciones: una, que alguna empresa acepte el nuevo planeamiento urbanístico propuesto por el Ayuntamiento de Puerto Real (con una parcelación de superficies más pequeñas) y se instale; o que la administración concursal decida su derribo. Aunque esto tampoco serviría para solucionar el problema de deudas que aún se mantienen, sobre todo con Hacienda y Seguridad Social.

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