"Pedro y Pablo dan de España la imagen del adolescente malcriado"

Los economistas José María O'Kean y Daniel Lacalle reflexionan sobre la la actualidad ante cien empresarios

Daniel Lacalle (i), el moderador, y José María O'Kean, ayer en Cádiz durante su intervención en el foro Diálogos para el Desarrollo.
Daniel Lacalle (i), el moderador, y José María O'Kean, ayer en Cádiz durante su intervención en el foro Diálogos para el Desarrollo. / Lourdes De Vicente
T.R.

30 de mayo 2018 - 09:20

Cádiz/"Italia se ha presentado ante el banco y ha dicho: me tienes que dar mucho más y mucho más barato; y si no quiero, no te pago. Si veis el programa de los Pedro y Pablo locales, se trata exactamente de eso: queremos gastar 128.000 millones más y nos reservamos la opción de salirnos del euro y de no pagar la deuda". El economista Daniel Lacalle les explicó así ayer a unos cien empresarios de Cádiz cómo ve él el panorama político que muestra la moción de censura presentada por el PSOE. A su lado, otro economista, José María O'Kean, también situó a Italia junto a España al analizar la actualidad y el futuro político inmediato. "Ya estamos gestionando las cosas casi a la italiana", afirmó.

Daniel Lacalle y José María O'Kean participaron ayer en Cádiz en el foro Diálogos para el Desarrollo, una cita organizada por Management Activo y patrocinada por Caser Seguros, Unicaja Banco y la Universidad Loyola Andalucía. Ambos hablaron sobre las ventajas de adaptar los negocios a la nueva era digital y de los retos pendientes. Pero buena parte de su intervención giró en torno a la actualidad política y económica en un país que, según O'Kean, "vive una catarsis total" y que, según Lacalle, ha sacado, como Italia, "su imagen más peligrosa: la del adolescente malcriado".

La catarsis que vive España, considera José María O'Kean, viene por la nueva visión que tenemos de la sociedad. Porque, como dice Eduardo Punset, "los partidos viejos se nos han quedado muy viejos". O'Kean contó que Punset le dice que no hay que ser de derechas o de izquierdas, que eres de delante o de detrás. "Entonces, los partidos que se están situando delante están teniendo éxito. No tienen por qué ser de delante sino que aparentemente, en ese mundo de la postverdad en la que hemos entrado, son modernos, están cambiando. Y la gente les vota. A sí que tenemos dos partidos en España, el PSOE y el PP (yo no tengo adscripción política) que se han quedado viejos en su manera de entender las cosas, y dos partidos a los que la gente ve como nuevos: Podemos y Ciudadanos".

Con ese cambio en el horizonte, O'Kean cree que Italia es "el futuro de la democracia", no Alemania ni otros países estables. Y que España va siguiendo a Italia, que está gestionando las cosas casi a la italiana. No obstante, también opina, como Josep Piqué, que ahora es el momento de España, que España debería dar un paso adelante en Europa y tomar protagonismo. Pero hay un problema: "No tiene personalidad política ahora mismo para hacerlo".

Total, que "vivimos en una catarsis", insistió O'Kean, con un futuro poco claro: "No sé en lo que vamos a terminar. Yo creo que esto de la moción de censura es un paso más de la catarsis. Lo que sí tengo claro es que el mundo no está predeterminado sino que de las cosas que hagamos cada día, se va a marcar la salida. Es como si estuviéramos dándole vueltas a una rotonda y hay distintas carreteras de salida. Estamos dando vueltas y tenemos que ver por dónde tiramos. Así estuvimos en 2013 antes de las últimas elecciones. Hemos vuelto otra vez a la rotonda".

Daniel Lacalle considera que Italia, lo que está ocurriendo en Italia, viene a recordar que el riesgo político no sólo no había desaparecido con Macron sino que, además, estaba aumentando. Y aún más: que los extremos se tocan. "Nos decían: no, los extremos no importan, porque hay extrema derecha y extrema izquierda... Toma: coalición".

En esas, dijo Lacalle, aparece España. "Y decide, ante la irrelevancia de tener que refinanciar trescientos y pico mil millones, hacer una moción de censura en la que se junten todos los que piden gastar mucho más, aumentar mucho más el déficit y entrar en muchos mayores desequilibrios; todo bajo el paraguas de que si la corrupción A o la corrupción B".

Lacalle opina que el verdadero problema no es la corrupción sino cómo se van a aumentar los desequilibrios económicos y financieros en el cambio. "Luego me explicáis", dijo con ironía, "de dónde vais a sacar, Pedro y Pablo, los 125.000 millones que os queréis gastar, que yo no os los voy a dar". Además, agregó, tienen que refinanciar 300.000 millones.

"Es exactamente lo mismo", explicó, "que quien después de cobrar la paga extra y habérsela gastado entera, se compra un coche. ¿Cómo lo paga? Los problemas externos podremos navegarlos con más o menos dificultad, pero los internos... Yo lo que quiero escuchar en la moción de censura, a todos los que hablen, y no lo van a hacer, es: compromiso crediticio ineludible. Como no digan eso, pues nada: palante, mi comandante".

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