Los agricultores afectados piden la limpieza de los arroyos
Creen que la Junta debe ser flexible a la hora de conceder las autorizaciones para así evitar las sanciones del Seprona
Los campos de Conil y Vejer se han visto afectados por el temporal de lluvia, que ha inundado muchos cultivos, al empantanarse en las entradas de algunos puentes los cauces de agua que discurrían por los arroyos, que en su mayoría no estaban lo limpios que debieran, según se han lamentado muchos de los agricultores y responsables políticos consultados.
Es en este punto, donde más ha incidido el presidente de la Cooperativa Nuestra Señora de las Virtudes de Conil, Bartolomé Ramírez, quien ha pedido a la Administración Andaluza que sea más flexible con la limpieza de los arroyos, ya que muchos agricultores no realizan estas tareas en sus propiedades por miedo a ser sancionados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
Ramírez ha manifestado que "Medio Ambiente debe ser más flexible en el tema de la limpieza de los arroyos, y si no deja que los vecinos los limpien por su cuenta, que los limpien ellos, la Consejería de Medio Ambiente o la Confederación, o quien corresponda, pero que se limpien".
El presidente de Las Virtudes se lamentaba de que "si ellos no los pueden o no quieren limpiar, que no obstruyan, y den a los vecinos facilidades para poder limpiar esos arroyos y no los metas en un embolado burocrático como ocurre muchas veces, que para limpiar un arroyo te puede tardar un permiso hasta año y medio, porque la Consejería no tiene el personal suficiente para poder evaluar el posible impacto ambiental que pueda tener, creo que eso hay que corregirlo". Bartolomé Ramírez cree que "ese ha sido uno de los factores muy importantes por los que se han originado inundaciones en muchísimas casas".
Sobre los daños ocasionados por la lluvia, Bartolomé Ramírez ha apuntado que las pérdidas son cuantiosas, aunque aún es pronto para poner una cifra sobre el papel dado que si el agua no baja de nivel se pudrirán las raíces y provocará más daño en los cultivos. Por el contrario, destacaba que los plásticos de los invernaderos aguantasen la granizada que cayó sobre esta localidad.
En parecidos términos se han pronunciado desde la Cooperativa Cerealista Divino Salvador de Vejer, donde uno de sus responsables, David Suárez, destacaba que el agua caída hasta el sábado lo había hecho de una forma correcta para el crecimiento del pasto para el ganado y el poco trigo que se encuentra sembrado, y cuyas cosechas se pueden ver gravemente afectadas por el torrente de agua, que alcanzó más de 190 litros por metro cuadrado registrados en los pluviómetros de estas instalaciones situadas en la pedanía vejeriega de La Muela. Lo peor de todo, es la erosión sufrida en las tierras de cultivo por las corrientes de agua que a su paso han tapado arroyos y correntías.
Por su parte, el presidente de la asociación agraria Asaja-Cádiz, Pedro Gallardo, realizó ayer un recorrido por las explotaciones más afectadas por la tromba de agua sufrida en La Janda en la madrugada del domingo y valorar los daños ocasionados en los cultivos.
Gallardo pudo comprobar que las explotaciones más perjudicadas se sitúan en fincas de Vejer, Conil y Barbate, donde se registran más daños estructurales. Esto se refiere a caminos impracticables y cultivos bajo agua, si bien en fincas de toda La Janda y en Chiclana el agua provocó pérdidas aún por calcular.
"Aunque aún es pronto para hacer una valoración exhaustiva -dijo Gallardo- de los daños ocasionados por las aguas torrenciales, a simple vista se puede observar cómo las escorrentías han borrado carriles; el acceso a explotaciones es imposible; los vallados han sido derribados por el agua y las estructuras se han visto muy dañadas".
Los técnicos de la asociación tomaron notas para realizar un informe sobre la zona que sirva para obtener ayudas por lo que los dos mjunicipios más afectados, Vejer y Conil, considera que son zonas catastróficas.
Destrozos en los invernaderos y arrasado el trigo
El trigo tempranero, el sembrado antes de su ciclo habitual, y los invernaderos de hortalizas destrozados por el granizo son los principales perjudicados por las lluvias, según concluyeron los técnicos de Asaja tras su visita a pie de campo a los lugares afectados. Sin embargo, el arroz, que es un cultivo relativamente reciente y muy próspero de la zona, logró "salvarse por los pelos", ya que había sido recogido sólo unos días antes. de no haber sido así, se habría perdido irremisiblemente, ya que hubiera quedado sumergido, tal y como le ha sucedido a buena parte de la producción de habas. La inundación de almacenes, donde seguardaban semillas para la siembre, también supone una pérdida para los agricultores, ya que es un material absolutamente inservible después de la entrada del agua.
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