Casi 18 horas en una butaca del hospital de Jerez tras un infarto

La hija de un hombre de 82 años denuncia en redes sociales la falta de atención a su padre

A.V.

05 de enero 2017 - 02:09

Jerez/"No acostumbro a hacer este tipo de llamamientos pero ahora necesito vuestra ayuda. Este es mi padre, se llama Emilio y tiene 82 años. Lleva desde la 1 de la madrugada sentado en este sillón esperando una cama para ingresar en el hospital de Jerez después de haber sufrido un infarto de miocardio". Con estas palabras Noelia García denunciaba el martes por la tarde la situación que estaba viviendo en el hospital ante la falta de respuesta del centro. A través de Facebook contó públicamente que su padre llevaba "casi 18 horas sentado en esta butaca porque ni siquiera hay una camilla para él. Es el segundo infarto que le da en menos de un mes. Además tiene Alzheimer. Hemos tenido que pedirles a las auxiliares que le cambiaran el pañal porque no lo hacían desde las 9 de la mañana".

La hija de este enfermo aseguraba totalmente desesperada que "no sabemos a quién más podemos reclamar o suplicar o lo que sea. Solo necesitamos un poco de humanidad para él y para muchos más que sufren en sus carnes los recortes silenciosos de la sanidad andaluza, de la sanidad en España en el año 2017. Muchas gracias por compartir".

Su llamamiento a compartir en esta red social su problema tuvo una rápida respuesta ciudadana y ayer mismo cerca de 20.000 personas se habían hecho eco de esta situación compartiendo sus palabras. Además, los comentarios a su palabras iban creciendo por minutos llegando a superar ayer por la tarde los 3.500 mensajes de apoyo. Tal fue la respuesta que la propia Noelia García agradecía ayer por la mañana la repercusión que había tenido su denuncia pública. "Quiero agradecer a tantas y tantas personas por las muestras de apoyo y solidaridad que hemos recibido", escribió en Facebook. Reconocía, además, que "es muy importante sentir que nuestras conciencias se remueven ante las injusticias, sobre todo en el ámbito de la salud y sobre todo las que se cometen con nuestros mayores, que alguna vez seremos también nosotros mismos".

Tras su reivindicación, explicó que su padre "ha pasado la noche en una cama de observación. Al menos ha podido descansar y estirar las piernas y estoy segura que habrá sido muy bien atendido por los profesionales que están allí dentro". No obstante, por la mañana aún aseguraba que "ahora nos queda conseguir una cama en cardiología para que los especialistas determinen cómo ayudarlo en su recuperación. Pero esa es otra batalla pendiente. Esperemos que no sea demasiado larga. Muchísimas gracias a todos de corazón".

Tras la denuncia pública, fuentes del Servicio Andaluz de Salud explicaron a este periódico que la falta de camas no fue el motivo por el que el hombre no ingresó en planta. De hecho, cuando el anciano llegó a Urgencias había "más de 30 camas disponibles". El motivo por el que no fue trasladado, según el SAS, se debió a "criterios clínicos". "Tras ser atendido y ver sus antecedentes, ya que él no era capaz de explicar bien el dolor que tenía, se optó por dejarlo en observación", explican, añadiendo que estuvo atendido "en todo momento" y se le estuvieron realizando pruebas para detectar si había sufrido un infarto.

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