La iglesia antigua de moros
PATRIMONIO
La mezquita de Almonaster la Real es un testimonio excepcional de las primeras obras islámicas en España y alberga vestigios de más de diez siglos de historia
JuanLuna es capaz de resumir en poco más de una hora más de ocho siglos de historia y le basta un monumento: la mezquita de Almonaster la Real. Este pequeño edificio, sobrio, recogido y dotado de la sutil elegancia del periodo omeya es un testimonio excepcional de las primeras obras islámicas de España. Manuel Ángel Barroso, alcalde de esta localidad de Huelva, asegura que “es muy difícil encontrar algo parecido” y se vuelca en la organización de eventos que sirvan para recordar el pasado esplendoroso de la mezquita y, de paso, contribuir a su conservación.
La celebración del milenario de este edificio, declarado monumento histórico-artístico en 1931, sirvió de argumento al munipio para instaurar unas jornadas islámicas que atraen cada año a la comunidad musulmana del país y hacen renacer la huella del islam. Durante unos días se vuelve a rezar a Alá en la antigua mezquita donde en otras épocas, convertida en ermita cristiana, se veneró a la Virgen de la Concepción. Hoy las únicas ceremonias que se celebran son civiles, de vecinos que buscan un marco emblemático donde contraer matrimonio.
Sin duda, la mezquita lo es. Y sorprende por igual a vecinos del pueblo y excursiones de japoneses a quienes les cuesta comprender cómo se mantiene una cruz cristiana encima de una transcripción de la época musulmana, por ejemplo. El monumento es todo un ejemplo de tolerancia y respeto y demuestra que la única fuerza que fue capaz de destruir este legado fue natural, un rayo que tiró al suelo parte de la sala de oraciones de la mezquita, ahora reconstruida y que resistió incluso el terremoto de Lisboa de 1755.
La mezquita está emplazada en lo más alto del cerro que corona el Castillo de Almonaster. Según documenta el restaurador Alfonso Rodríguez, en 1267 toda la población de Almonaster vivía en el interior de la fortaleza. A finales del siglo XV el interés defensivo del castillo descendió y el Arzobispado de Sevilla dejó de prestar atención, lo que favoreció su deterioro. Hay un documento de 1583 que confirma su estado y cifra en 14.000 ducados su valor. Pruebas documentales de ese mismo año guardadas en e l Archivo General de Simancas se refieren a la mezquita como “antigua iglesia de moros”, levantada en el reinado de Abderramán III, el gran califa de Córdoba.
Pero el visitante no sólo encuentra en la Sierra de Huelva un vestigio de Al Ándalus, sino todo un catálogo que se inicia en la Edad del Bronce, pues cerca al sur del municipio se encuentrala necrópolis de Becerreros. Aunque los restos más abundantes corresponden al periodo romano, según explica el alcalde, gran conocedor del patrimonio histórico de Almonaster. De hecho, columnas, capiteles y sillares romanos se reutilizaron para la construcción de la mezquita, que data de finales del siglo IX y se construyó sobre un monasterio hispanovisigodo del siglo V. En la época de la Reconquista, la mezquita se adapta a la fe cristiana, lo que explica la existencia de un mihrab y un ábside, elementos que señalan hacia dónde deben orientarse quienes oran en las religiones islámicas y cristianas, respectivamente. “Este sincretismo, unido a las diversas modificaciones que se realizaron durante los siglos XV y XVIII, sumergen al visitante en un mundo mágico en el que el juego de las luces y la singularidad del espacio proporcionan un inmenso goce estético”, explica Inma Gavira, miembro de la Asociación Andaluza de Profesores de Geografía e Historia Hespérides.
La mezquita fascina a muchos. En su interior, conserva un conjunto interesante de piezas arqueológicas de diferentes periodos y estilos: un ara funeraria romana; un epitafio paleocristiano; los restos del ara y del cancel de iconostasis de la antigua iglesia visigoda; un cimacio, datable entre el V el VII; un dintel visigodo, coronando la puerta de entrada; numerosos fustes y capiteles romanos...
La última intervención fue la restauración dirigida por Alfonso Jiménez en 1975, cuya misión fue conservar el edificio que hoy compite en atractivo con la iglesia gótico-mudéjar de San Martín. Según explica el alcalde, la Reconquista y su doctrina cristiana hizo que la mezquita, ya en ermita, se quedara pequeña para la celebración de cultos y se construyó esta iglesia. Algunos autores consideran a este templo como un monumento único, debido al tipo de bóveda de cañón apuntado usado en sus tres naves y la singularidad de la Portada del Perdón.
El guía Juan Luna asegura que hay otros tesoros en la Sierra de Huelva. Sobran argumentos para visitar Almonaster. Pero uno de ellos, la mezquita, justifica el viaje.
La mezquita sólo abre al público los fines de semana, pero se pueden concertar visitas en el teléfono 959 14 30 03. El guía cultural Juan Luna concierta también visitas en el teléfono 620 455 808. Más información en www.almonasterlareal.com.
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