Antonio García Ruiz: “El protagonismo de la mujer en las granjas lecheras es clave”

Entrevista al presidente de la Asociación Frisona Andaluza

El presidente de la Asociación Frisona Andaluza afirma que nunca se ha podido consumir leche de tanta calidad y seguridad a un precio tan reducido

Antonio García Ruiz en la granja.
A. Estrella Yáñez

14 de enero 2020 - 08:00

El Valle de Los Pedroches en Córdoba es el marco donde se cría la mitad de las vacas de raza frisona. En esta entrevista el presidente de la Asociación Frisona Andaluza nos acerca a esta ganadería analizando su presente y sus retos.

–Se ha celebrado la feria ganadera de Dos Torres ¿qué destacaría del evento?

–La temática del Concurso, que este año ha girado en torno al papel protagonista de la mujer en las granjas lecheras. A destacar la gran profesionalidad mostrada en la pista por la juez canadiense y su asistente, que demuestra que ninguna responsabilidad de nuestro sector, por compleja que ésta sea, queda vetada a las profesionales ganaderas.

–Con la falta de lluvias que hemos tenido ¿se ha resentido el ganado por la falta de pastos?

–La verdad es que el otoño está siendo malísimo y la preocupación es enorme, ya que nuestros animales demandan agua disponible en cantidades importantes;no tanto por la alimentación directa en campo, como para el trabajo y consumo en las granjas. La falta de agua repercute en el incremento de los costes de la comida comprada, pero sobre todo genera una gran preocupación por el futuro cercano y una tristeza enorme de ver nuestros campos peor que en pleno verano, sin una sola hierba de otoño. Afortunadamente justo la noche del concurso empezó a llover con bastante alegría, que aunque no se ha confirmado mucho los días siguientes, sí abre un poco la puerta a la esperanza de que al final, aunque tardío, tengamos un otoño lluvioso de verdad.

–El precio de la leche ha sido motivo de movilizaciones en España y Europa ¿Qué ocurre?

–Todo el sector agrario en su conjunto sufre de manera continuada un ajuste en los precios al productor, de manera que agricultores y ganaderos cada vez tienen que ser más profesionales e invertir más dinero, para que finalmente sus márgenes se queden igual o peor que en años anteriores. Por otro lado, y para la gran mayoría de los productos agrarios, el consumidor disfruta de alimentos cada vez más sanos, más seguros, más respetuosos con el medio ambiente y los animales y, sin embargo, a precio más bajos o estables desde hace muchos años. En el sector de la leche nunca se ha podido consumir leche de tanta calidad y seguridad a un precio tan reducido, sobre todo teniendo en cuenta la evolución de los ingresos medios del consumidor.

Demandas del sector

–¿Qué piden?

–Pedimos que exista la posibilidad de repercutir parte, solo una pequeña parte, del esfuerzo laboral, humano y económico que hacen las ganaderías en el precio de la leche. Además somos un sector modelo de lo que se llama ahora economía circular. Cada euro que pudiéramos ganar vamos a invertirlo en las numerosas tareas pendientes, compras, renovaciones y mejoras dentro de nuestras granjas. Un poco más de margen al ganadero beneficiaría también a todo nuestro entorno.

Miembros de la Asociación en las instalaciones.

–¿Hay una leyenda negra actualmente contra la leche o, mejor dicho, la lactosa? ¿Cómo está evolucionando el consumo de leche?

–No creo que podamos hablar de leyenda negra. Es cierto que algunas personas son médicamente intolerantes a la lactosa y precisan de una leche donde la lactosa ha sido reducida a azúcares más sencillos que no generan problemas de intolerancia. Pero es una minoría, que debe cuidarse de forma específica. En la gran mayoría de la población este rumor lo generan personas con una cierta dosis de ignorancia o incluso con una pizca de mala fe. Los modelos sociales están cambiando en el mundo y también en España. Pero dar aprobación a prácticas o productos del pasado para contraponer las realidades de hoy es un error importante. Respecto a la leche nunca ha habido tanta supervisión, control y seguridad, por parte de las administraciones, pero sobre todo por las propias empresas y los productores, muy conscientes de que su empresa está directamente relacionada con la salud y la alimentación de las personas. El consumo de leche, como en tantos otros productos, está pasando de una elección de productos sencillos o básicos a productos más elaborados o exigentes. De la leche líquida a leches especializadas, certificadas, con valores añadidos, quesos, yogures, postres, etc. Pero el producto básico para elaborarlos es una leche fresca de cada vez mayor calidad.

–En cuanto a relevo generacional ¿cómo se ve el futuro en el sector ganadero?

–En general la situación en España es bastante mala, ya que la ganadería tradicional con granjas de base familiar es muy dependiente y eso en ocasiones no les gusta mucho a los jóvenes. Pero la verdad es que los medios tecnológicos cada vez pueden facilitar más las condiciones de trabajo en la ganadería, pero su compra y mantenimiento exigen unos beneficios que en muchos casos no llegan a ser suficientes. Nuestro entorno cercano en Córdoba presenta en general una situación bastante favorable, ya que como se ha podido ver en el concurso, hay muchos jóvenes dentro de las granjas y muchos interesados en la actividad. A pesar de ello también hay algunas granjas que cierran porque los hijos no quieren seguir, aunque muchas menos que fuera de nuestra provincia.

Sanidad animal

–En sanidad animal ¿qué asignaturas pendientes tienen el sector y cuáles la administración?

–Sobre todo las enfermedades emergentes, como pueden ser algunos complejos víricos que afecta a la fertilidad de las vacas. El control exhaustivo de las enfermedades sujetas a control obligatorio permite que se hayan llevado al borde de la erradicación o control total, como podría pasar con la brucelosis. En cuanto a la Administración plantear que la lucha por la sanidad de los animales de producción es una batalla continuada, no cesará nunca, por lo que deben plantearse no reducir los medios económicos y humanos en el campo.

–¿Tienen novedades en cuanto a la alimentación de su cabaña?

–Siempre se está inventando. Por un lado la alimentación de los animales cada vez está más controlada y tiene más calidad y seguridad. Pero a la vez se sigue buscando la posibilidad de utilizar otros productos que nos entren en competencia con la alimentación humana y que puedan ser aprovechados por las vacas.

–¿Qué responde a las corrientes animalistas que reprochan al vacuno su colaboración al cambio climático?

–Toda acción humana tiene impacto sobre el medio ambiente, incluidos los propios animalistas. Éstos se preocupan más del animal, igualándolo al humano con una visión a mi entender errónea, que del propio medio ambiente. Las vacas contribuyen a fijar el carbono (CO2) a través del alimento que ingieren, ya que si no existieran las vacas esos cultivos difícilmente serían realizados. Y no son el principal problema de emisiones ni de lejos, y menos en nuestro país. De todas maneras se trabaja cada día en buscar los animales más eficientes, que emiten menos metano, y hay varios programas en España que ensayan diversos métodos para reducir en la ganadería las emisiones de metano o CO2. Solicitaremos el próximo año una línea de ayudas públicas para trabajar en este tema.

–¿Cuántas cabezas de frisona tiene la cabaña andaluza?

–Unas 50.000 hembras mayores, que en algo más del 50 % se centran en la provincia de Córdoba y sobre todo en el Valle de Los Pedroches.

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