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Asici y el "Ham Passion Tour"
Sólo hay que darse un paseo por la dehesa andaluza o extremeña para comprender que el cerdo ibérico es, ahora más que nunca en plena montanera, el rey del bienestar animal. Los ganaderos y los industriales; aquellos que surten al mercado de productos ibéricos, se afanan en explicar que el calificativo de ibérico no se justifica sólo en la raza que da origen a los animales y en la alimentación de bellota que reciben, sino que además es imprescindible tener en cuenta el manejo de la crianza y las condiciones del secado de las piezas.
Pero a ello hay que sumar lo que quizás sea a la vez el origen y el resumen de todo; un concepto que está de moda, que se impone en todos los sectores agroalimentarios y del que el cerdo ibérico es el mayor exponente: el bienestar animal. Si alguien sabe de eso son los cochinos de pata negra; esos que pastan en libertad alimentándose de bellota y hierba en la dehesa durante los dos últimos meses de su vida.
Este año podrán disfrutar de lo lindo, pues cuando acaba de empezar la montanera la previsión es que la cantidad y la calidad de la bellota sea similar a la del año pasado: muy buena, especialmente la de encina, pues los alcornoques tienen menos fruto en esta campaña, explica Andrés Paredes, director gerente de Asici.
También la sectorial de porcino de Asaja Córdoba se ha reunido para abordar la situación actual del sector y el periodo de montanera, comenzado hace unas semanas y destacan que la lluvia caída en los últimos días “está favoreciendo el buen desarrollo, por lo que la campaña está resultando muy óptima”, teniendo en cuenta que ya existía una previsión de que el nivel de frutos en las encinas fuera mayor respecto al año pasado.
La sectorial de Asaja Córdoba subraya las buenas condiciones para un jamón ibérico de bellota con “la máxima calidad y excelencia para competir con los mejores productos del mercado”, constata que hay gran demanda de cerdos ibéricos y espera que se alcancen buenos precios.
Llegar a esos mercados y dar a conocer los productos ibéricos es la tarea que, entre otras, tiene encomendada Asici, la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico, que viene realizando la campaña “Ham Passión Tour”.
Países como China, EEUU, Argentina, Brasil o México están empezando a producir jamones de manera consistente para competir con el producto europeo, pero sin cumplir los criterios de seguridad alimentaria, trazabilidad, autenticidad, etiquetado y respeto por los animales y el medio ambiente que se asegura en España.
El mantenimiento de la posición de liderazgo del jamón europeo en un mercado de constante cambio, con un consumidor más exigente, depende de la capacidad de los productores e industriales europeos de poner en valor nuestro modelo productivo, así como de la diversidad de nuestras producciones vinculadas a una tradición milenaria. Una de las grandes ventajas competitivas del jamón europeo frente a otros es que el Jamón Ibérico proviene de una raza autóctona y única en el mundo, asociada a un ecosistema también exclusivo de la Península Ibérica, la dehesa, por eso nuestro producto es único e inimitable.
Ese es el gran valor, el saber hacer, la tradición que destaca la campaña “Ham Passion Tour”, recorrerá 25.000 kilómetros en los tres años de duración -2018,2019 y 2020- y llegará a 24 ciudades como Madrid, París, Berlín, Munich, Londres o Liverpool. La visita a estas urbes se complementará con potentes acciones con futuras estrellas de la cocina en afamadas escuelas de hostelería, contará con destacadas acciones online y publicaciones en las revistas foodie y gourmet de mayor notoriedad.
España es el mercado más importante para el Jamón Ibérico, por penetración, conocimiento y consumo, solo en 2017 se consumieron 14.730,21 toneladas de jamones y paletas curadas en los hogares españoles, según datos del Ministerio de Agricultura.
Desde 2012 los datos globales de exportación de jamones y paletas curados de España ha experimentado un crecimiento del 66,4% de las exportaciones en valor hasta los 398,08 millones de euros, con un aumento significativo de las mismas durante los años de crisis económica que ha sufrido Europa, según los datos de la campaña promocional.
Las cifras globales de exportación de jamones y paletas curados muestran un crecimiento superior al 140% de las exportaciones en valor en los últimos diez años, hasta superar la cifra de 448 millones de euros. Solo en 2018, las exportaciones crecieron más de un 12%. Europa y América destacan aglutinando el 91,5% de las exportaciones totales, siendo el mercado europeo, con casi el 80% del valor de las exportaciones totales, el destino preferente. En Terceros Países, el pasado año destaca el incremento del 50% en EEUU, hasta alcanzar los 16,34 millones de euros. Le siguen México (14,67 millones de euros y +7,96%), China (14,12 millones de euros y +42,7%) y Japón (7,22 millones de euros y +31,1%).
Los productores llaman la atención sobre la inexistencia de un código arancelario propio para los productos ibéricos, de hecho en Asici subrayan que se ha solicitado a las administraciones competentes, pero aún no se ha iniciado el procedimiento.
“El jamón, la pasión de Europa” es lema de una campaña que deja muy buen sabor de boca.
Es cuestión de colores; pero no es necesario quedarse en el negro. Hablamos de calidad y de ibérico; más concretamente de los precintos -negro, rojo, verde y blanco- con que se identifica a los jamones ibéricos según la raza y alimentación de los animales de los que proceden.
Así de claro lo tienen en la fábrica que Argal tiene en Fregenal de la Sierra (Badajoz), donde se elaboran los jamones de cerdos criados en las dehesas andaluzas y extremeñas, que se comercializan con las marcas “Estirpe negra” y “Caña fina”.
Con 25.000 metros cuadrados de modernas instalaciones, la factoría tiene una capacidad para sacrificar y despiezar 55.000 cerdos ibéricos al año.
Ahora tiene en secadero más de medio millón de jamones, elabora dos millones de kilos de lomos y embutidos al año y 2,8 millones de kilos de carne fresca.
La mayoría de los jamones que produce son de etiqueta verde -cebo de campo-y entre el 15 y el 20% va a la exportación, siendo Francia el principal destino de las ventas en la UE.
Comprometidos con la calidad y el medio ambiente, el 30% del consumo energético es de producción propia.
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