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Entrevista a Juan Bravo, CEO de la única empresa en el mundo que comercializa máquinas cosechadoras de fresas

El fundador de Agrobot afirma que es sólo una cuestión de tiempo que veamos nuestras máquinas en Palos, Cartaya o Lepe. “Era un proyecto de garaje hasta que invirtieron los americanos”, dice

Entrevista a Juan Bravo, CEO de Agrobot.
A. Estrella Yáñez

28 de abril 2020 - 08:00

Soluciones Robóticas Agrícolas, S.L. (Agrobot) es una empresa onubense creada en el año 2009, dedicada a la fabricación de robots agrícolas innovadores y la primera del mundo en comercializar una cosechadora de fresas que podría revolucionar el sector. Su fundador nos explica los detalles.

–Huelva se enfrenta al problema de la recogida de la fresa por la falta de mano de obra a causa del Covid-19 ¿no tiene Agrobot maquinaria que se adapte a los cultivos onubenses?

–Nuestras cosechadoras pueden funcionar en cualquier cultivo de fresa, ya sea en suelo o en hidroponía. Sin embargo, el porcentaje de fruta que la máquina logra recolectar se ve dramáticamente reducido en suelo. Esto se debe a que en hidroponía la mayoría de las fresas están expuestas, sin hojas por delante. En Huelva un elevado número de agricultores han optado por la hidroponía y sus variedades se adaptan muy bien a nuestra tecnología. Por tanto, nuestra máquina podría trabajar perfectamente en Huelva. Si bien, Agrobot se ha dirigido estos años atrás a California, pues toda nuestra financiación proviene de la industria americana.

–¿Desde el principio surge una maquinaria de grandes dimensiones? ¿O es que no había demanda en explotaciones pequeñas como las de Huelva para la maquinaria de recogida de las fresas que ha desarrollado Agrobot?

–Una maquinaria de mayores dimensiones es siempre mas eficiente que varias pequeñas. Por otro lado, es mucho mas probable que un gran productor pueda asumir la adquisición de maquinaria, sobre todo si es novedosa. De todas formas, en Huelva hay bastantes productores de buen tamaño, por lo que las dimensiones de la cosechadora no es un factor limitante para su implantación en la provincia.

–¿Hay algún otro fabricante en el mundo que tenga maquinaria parecida?

–Hay muchos prototipos de cosechadoras de fresas, la mayoría bastante avanzadas, pero ninguna ha llegado a comercializarse. La mayor dificultad no reside en recolectar las fresas maduras sin dañarlas, sino en hacerlo rentable. Es posible recolectar un porcentaje elevado de fresas, pero casi imposible recolectar el 100%. Se deben recolectar todas las fresas maduras cada tres días. Si se deja una fresa sin recolectar, esta se pudre, resta energía a la planta y puede contaminar otros frutos sanos. En conclusión, por higiene, debemos recolectar a mano lo que la máquina no ha cosechado. Este proceso de limpieza, posterior a la cosechadora, es muy costoso y absorbe gran parte de los ahorros producidos por la recolección mecanizada. Esto se podría solventar parcialmente eligiendo las variedades adecuadas o entrenando a las plantas para que los frutos estén mas expuestos. Por otro lado, no es posible envasar sin una supervisión humana. El proceso de envasado es muchísimo mas complejo de lo que parece. Si en el futuro una empresa hace una línea de envasado automática se dispararía la eficiencia de emplear cosechadoras. Ya hay prototipos de envasadoras en Japón, pero por ahora son demasiado lentas y costosas.

El uso de robots

–¿Cómo surge esta iniciativa y de quienes parte?

–La iniciativa surgió hace mas de diez años. Tras ver lo duro que eran las tareas agrícolas, en especial en invernadero, me propuse solventar esto mediante el uso de robots. A los pocos meses de vida de la empresa se incorporaron mis socios y juntos hemos recorrido toda esta aventura juntos. Durante los primeros años este fue más bien un proyecto de “garaje” hasta que hace unos años grandes empresas de California se fijaron en lo que hacíamos y decidieron apostar económicamente. Por otro lado, la tecnología de la que disponíamos ha evolucionado considerablemente. Ahora podemos emplear cámaras de 3 dimensiones o inteligencia artificial para localizar con precisión las fresas maduras, entre otras cosas.

–¿Agrobot se limita a desarrollar, fabricar y vender las máquinas o hace más?

–Nuestro objetivo es el desarrollo de robots para recolección de cultivos que requieran cosecha selectiva.

–¿Quiénes son sus clientes?

–Nuestros clientes en realidad son nuestros inversores. Son grandes empresas productoras de fresas y, recientemente, de otros cultivos. La mayoría son de California, pero ahora ya tenemos socios de otras regiones.

-¿Dónde fabrican sus máquinas? ¿Es la tecnología totalmente española?

–Las cosechadoras se fabrican en nuestro taller en La Palma del Condado (Huelva). En España diseñamos y fabricamos, pero todas las pruebas de campo las hacemos en California. De hecho, no tenemos ni un solo prototipo en España. Ahora, debido a las restricciones de movilidad, nos estamos planteando enviar de vuelta a España algunas máquinas para probarlas localmente en la campaña del año que viene.

–¿En qué se basa la tecnología que usa su maquinaria?

–Nuestra maquinaria se puede dividir en cuatro partes. Por un lado, el vehículo o la plataforma. Es un simple vehículo con tres ruedas que sirve de soporte físico para los brazos robóticos y les suministra electricidad. Una serie de sensores nos permite que el vehículo se mueva por el cultivo sin necesidad de un conductor. En el vehículo tenemos montados varios brazos robóticos que han sido especialmente diseñados para funcionar en un entorno muy agresivo, con polvo y humedad. Los brazos se encargan de mover la pinza hasta el siguiente fruto que deseemos recolectar y posteriormente a donde a donde están los envases. El cerebro de todo esto es nuestra cámara que lleva integrado el ordenador que gestiona todo: la localización de los frutos, su pedúnculo o su madurez, los algoritmos del movimiento del brazo robótico, las comunicaciones con el vehículo o el control de la pinza. Por último, tenemos la pinza electromecánica. Esta se encarga de cortar y sujetar el pedúnculo de la fresa. Recolectamos sujetando por el pedúnculo principalmente para asegurar la calidad física y alimentaria del fruto.

–¿Cree que en algún momento verá maquinaria de Agrobot recolectando en los campos de Palos, Lepe o Cartaya?

–Si, es cuestión de tiempo. En cuanto algunos agricultores empiecen a emplear maquinaria serán mas competitivos que los que no la empleen, por lo que una vez que se animen los primeros el cambio será relativamente rápido en todo el sector.

-¿Qué desarrollo ha tenido la empresa en los últimos años?

-Quizás el mayor paso que ha dado la empresa recientemente ha sido el salto a otros cultivos. Ahora disponemos de prototipos de cosechadora para otros dos cultivos, de robots para el control de plagas en la fresa y otros para la toma de datos.

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