Joaquín Malagón: “Buscamos la excelencia y la seguridad alimentaria”

En la actualidad es la empresa líder del sur de Europa en cantidad de frutos rojos procesados con un potencial productivo de más de 20 millones de kilos al año. Con origen en la provincia de Huelva, Hudisa procesa y comercializa purés, concentrados y fruta congelada de fresa, frambuesa, mora y arándano. Dispone de unas instalaciones de más de 6.000 metros cuadrados estratégicamente ubicadas en la zona de producción, lo que les permite que el fruto llegue en perfectas condiciones. En su fábrica destacan las dos líneas de procesado, área de concentración y dos líneas de envasados en asépticos. También cuentan con una línea de congelado y el área de almacenamiento que garantiza la perfecta conservación de las cualidades organolépticas del producto. Hudisa alcanza una capacidad diaria de producción máxima de 400 toneladas diarias. Joaquín Malagón, director general de la cooperativa, con sede en Lepe, explica en esta entrevista la realidad de sus productores y los retos de la cooperativa.

–Hudisa se concentra en el procesado y congelado de frutos rojos. ¿Hay mucho por desarrollar aún en este campo?

–Cada día es un reto. Y desde Hudisa siempre buscamos adelantarnos a las expectativas y necesidades de nuestros clientes. No trabajamos con productos inertes, lo hacemos con un producto que debe llegar en las mejores condiciones posibles a nuestras instalaciones y eso significa que tenemos que garantizar todo el proceso, desde que sale de las manos de nuestros agricultores hasta que lo enviamos, ya transformado, a nuestros clientes finales. Digamos que uno de nuestros pilares es la búsqueda continua de la excelencia y garantizar la seguridad alimentaria.

–¿Qué pasos están dando en la empresa para lograr su “excelencia”?

–En la búsqueda de la excelencia Hudisa se somete a selectivos procesos de auditoría y supera las normativas más exigentes, las más recientes son las más exigentes y son las relativas a la calidad y seguridad alimentaria a nivel internacional: la BRC y la IFS, dos normas reconocidas por la Global Food Safety Initiative (GFSI). Sin duda, certificaciones como éstas nos están ayudando a la internacionalidad de la empresa, que solo en este ejercicio exportará más del 70% de sus ventas y tendrá presencia en más de 30 países en los cinco continentes. Pero la realidad es que poseemos certificaciones que van más allá de los protocolos aceptados por la industria, y con los que se evalúan las prácticas de los proveedores en estándares laborales, de salud y seguridad, derechos humanos, integridad corporativa y gestión ambiental.

–¿En qué se diferencia Hudisa de otros productores?

–Si algo caracteriza a Hudisa es su respeto integral a sus proveedores. Es otro de nuestros grandes retos y objetivos. Un elemento de diferenciación. Y es que buscamos ofrecerles un servicio global ya no sólo por nuestra capacidad de compra que nos permite absorber las cuatro berrys -fresa, frambuesa, mora y arándano-, sino también porque proporcionamos un precio justo de compra.

–El precio en origen es el actual caballo de batalla del sector productor.

–En nuestro ADN está la defensa de los intereses de los agricultores: más de 1.000 agricultores, casi el 90% de nuestro accionariado, que cuidan al máximo los frutos para obtener los mejores resultados. Además, nuestro equipo de ingenieros agrónomos realiza los controles necesarios para obtener la mejor cosecha posible. Y además disponemos de la estructura y red logística necesarias para comprar y recoger fruta los 365 días de año en toda la provincia de Huelva y en Portugal. La Caja Rural del Sur y la Diputación de Huelva complementan un accionariado que tiene una clara hoja de ruta en esa búsqueda de la excelencia.

–Y si hablamos de facturación, ¿cuál de sus líneas es la que está experimentando un mayor crecimiento?

–En los último 6 años hemos tenido un crecimiento en ventas de más del 60%, rondando en este ejercicio la cifra de 16 millones de euros. De nuestras tres líneas en desarrollo, la convencional, Bayfood y orgánica, es sin duda la orgánica la que está experimentando una mayor demanda.

–¿Qué tecnología utilizan para sus procesos?

–Contamos con unas instalaciones de más de 6.000 m2 estratégicamente ubicadas en la zona de producción, lo que nos permite que el fruto llegue en perfectas condiciones. En nuestra factoría destacan las dos líneas de procesado, área de concentración y dos líneas de envasados en asépticos. También disponemos de una línea de congelado y el área de almacenamiento que garantiza la perfecta conservación de las cualidades organolépticas del producto.

–¿Qué supone la investigación para Hudisa?

–Mantenemos convenios de colaboración con centros tecnológicos con el claro objetivo de buscar mejoras en la conservación del producto y el desarrollo de otros nuevos. También realizamos inversiones constantes para actualizar instalaciones y maquinaria, y apostamos por nuestro capital humano, ofreciendo formación continua y potenciando la promoción interna.

Seguridad alimentaria, la prioridad

–¿Qué supone para sus productores el cuidado del entorno?

–No solo trabajamos para reducir el impacto de nuestra actividad en la naturaleza y en nuestro entorno: nuestra actividad se basa en prácticas sostenibles agrícolas, por lo que debemos proteger a nuestros agricultores y su campo. Las cooperativas que conforman Hudisa se basan en el trabajo de familias que, durante generaciones, han trabajado el campo y que conocen a la perfección las condiciones necesarias para la obtención de los mejores frutos. Todos nuestros proveedores cuentan con la certificación GlobalG.A.P, garantizándose la inocuidad de los alimentos, el impacto mediombiental así como la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores. Nuestro trabajo se apoya en la experiencia y el rigor de los agricultores que forman Hudisa desde su origen.

–¿Cuál es el reto alcanzado que más satisfacción ha dado a la empresa?

–Bueno, sin duda el reto alcanzado que mayor satisfacción ha dado a la empresa ha sido ver como Hudisa es un claro ejemplo de éxito y generación de riqueza fruto de la unión de los agricultores en una primera integración vertical en el procesamiento de las frutas que cultivan.