La Formación Profesional Dual impulsa el talento joven en cooperativas agroalimentarias de Andalucía

El modelo educativo de la Formación Profesional Dual (FP Dual) combina la formación teórica en centros educativos con la formación práctica en empresas, permitiendo a los estudiantes adquirir conocimientos y habilidades directamente aplicables al mundo laboral. Este sistema, inspirado en modelos exitosos implementados en países como Alemania o Suiza, ha ganado popularidad en España por su capacidad de vincular la educación con las necesidades del mercado laboral.

Partiendo de esta premisa, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha desarrollado el proyecto “Impulso a la integración profesional de las cooperativas agrarias mediante la dinamización de la FP Dual”, que se enmarca en la Línea 3 para el Fomento del emprendimiento social de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía.

Los objetivos perseguidos han sido varios: fomentar la integración profesional de jóvenes de esta modalidad de estudios en cooperativas agroalimentarias mediante convenios con los Centros de Formación Profesional; realizar un análisis de situación de la formación profesional dual y demadas del sector agroalimentario cooperativo; sensibilizar a las cooperativas de los beneficios de realizar acuerdos con los centros de FP Dual; ofrecer a las cooperativas la posibilidad de cubrir sus necesidades laborales o de prestación de servicios; y facilitar el relevo generacional de la plantilla de las cooperativas.

Los destinatarios han sido 32 alumnos (menores de 42 años) de formación profesional que han realizado sus prácticas en ocho cooperativas andaluzas, de diferentes sectores – vino, olivar, cereal,…- y en las que han podido conocer sus actividades.

Beneficios

Gracias a este proyecto, los estudiantes han podido aplicar los conocimientos adquiridos en el aula en un entorno laboral real, algo que les ha permitido entender mejor los conceptos y desarrollar habilidades técnicas específicas.

Este modelo facilita la relación entre estudiantes y empresas, lo que puede derivar en contrataciones directas al terminar la formación. Además, las empresas tienen la oportunidad de formar a futuros empleados según sus necesidades, es decir, a demanda algo que ayuda a reducir el desajuste entre la oferta educativa y las necesidades de las empresas. Y es que la FP Dual mejora significativamente las oportunidades de empleo, ya que los estudiantes obtienen experiencia laboral antes de finalizar sus estudios y desarrollan competencias demandadas por las empresas.

Además de las competencias técnicas, los estudiantes han podido adquirir habilidades como trabajo en equipo, comunicación, gestión del tiempo y adaptación a diferentes entornos laborales. Así, las cooperativas agroalimentarias se han convertido en agentes clave en el proceso formativo, aportando experiencia, recursos y conocimiento actualizado del sector.

En definitiva, gracias a este proyecto, se ha puesto de manifiesto que la FP Dual es una alternativa educativa que no solo beneficia a los estudiantes, al ofrecerles una formación más integral y orientada al empleo, sino que también responde a las necesidades de las cooperativas agroalimentarias andaluzas y del mercado laboral. Una modalidad que promueve un desarrollo económico más equilibrado y sostenible a la par que es una apuesta importante para el relevo generacional en el modelo cooperativo.