Carnaval, de Cádiz para el mundo

El Carnaval espera que la próxima primavera Gobierno y autonomías lo elijan para presentarlo a la Unesco como candidato español a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

El Carnaval de Cádiz exhibe fortaleza en Madrid con un ojo puesto en la Unesco

El coro ‘Los tangueros’ (2010) canta en una calle de Cádiz ante un numeroso público.
El coro ‘Los tangueros’ (2010) canta en una calle de Cádiz ante un numeroso público. / Julio González

“El Carnaval de Cádiz, en realidad, ya es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Lo que ocurre es que todavía la Unesco no lo sabe”. Así acababa el alcalde de la ciudad trimilenaria, José María González ‘Kichi’, su discurso durante el acto de presentación de la candidatura de la fiesta gaditana, celebrado el pasado lunes en el Instituto Cervantes de Madrid. Allí, el Carnaval exhibió músculo, en un lugar donde se guardan las palabras como un tesoro. Lo que, mire usted por donde, es una de las cualidades que distinguen a las carnestolendas de Cádiz con las que se quiere conseguir el honorífico nombramiento. La Unesco no lo sabe, pero... ¿qué hace falta para que lo sepa?

No cabe duda que escenificar la candidatura en un lugar tan señero como el Cervantes ha dado más brillo a la causa, pero no va a ser fácil a pesar de que, como dice Francisco Piniella, el rector de la Universidad de Cádiz, la institución que ha liderado la elaboración del expediente para la Unesco, el Carnaval de Cádiz cuenta con varias fortalezas: “La más importante: el propio Carnaval, que reúne todos los atributos de la Unesco para ser distinguido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El respaldo de otros carnavales, que consideran al de Cádiz como un referente, un modelo, un canon, y admiten que debe ser el primero en España en recibir esta distinción. O la adhesión de miles de personas de todo el mundo y el apoyo unánime de todas las instituciones”.

El próximo paso es llevar la candidatura a la Comisión Nacional de Patrimonio, formada por representantes del Ministerio de Cultura y de las consejerías de Cultura de las comunidades autónomas. Será el consejero andaluz, Arturo Bernal, quien defienda la iniciativa gaditana, aceptada y admitida por la Junta en Consejo de Gobierno. Todo parece indicar que este encuentro se celebrará en primavera de 2023 y allí se elegirán las propuestas que el Estado español elevará a la Unesco. Hay que contar con que otras comunidades autónomas presentarán sus propias candidaturas, mas la gaditana confía, y mucho, en el expediente elaborado y en el poderío del Carnaval, de fama internacional. La Junta deberá asegurarse alianzas para conseguir votos favorables que den lugar a la consecuente declaración como Manifestación Representativa al amparo de la Ley 10/2015 de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, que es un requisito necesario en la tramitación del expediente de candidatura ante la Unesco.

El pito pen-drive donde se recoge el expediente de la candidatura del Carnaval de Cádiz.
El pito pen-drive donde se recoge el expediente de la candidatura del Carnaval de Cádiz. / D.C.

Una vez que el Gobierno español traslade la candidatura, a través del embajador español en la Unesco, este organismo iniciará un procedimiento interno nunca inferior a un año. El día señalado una comisión de evaluadores visionará un buen número de candidaturas de todo el mundo y luego planteará sus elecciones a la Asamblea de la Unesco, que no suele oponerse a lo que la comisión propone.

El Aula de Cultura inició los trámites y la UCA se sumó, formando un gran equipo para elaborar el expediente

Nada de esto hubiera sido posible sin el empeño del Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz, sanedrín de estudiosos y custodios de todo documento relacionado con la historia de la fiesta. Hace ya unos años comenzó a promover la candidatura recabando adhesiones. Hasta que se topó con la Universidad de Cádiz (UCA), siendo rector Eduardo González Mazo, y su Cátedra de Carnaval, única en el mundo, y juntos han conseguido que el sueño tenga visos de hacerse realidad. Es justo reconocer el trabajo de Antonio Montiel y Felipe Barbosa por el Aula, del profesor Alberto Ramos Santana como director de la Cátedra, y de Francisco Perujo, director de Comunicación y Marketing de la UCA, comisionado para la elaboración del expediente que deberá llegar hasta la Unesco.

El nombramiento de Perujo fue clave para redactar el expediente y preparar la documentación adicional. Conocían su experiencia en estas lides. No en vano fue crucial en la elaboración del expediente con el que el flamenco consiguió ser declarado Patrimonio de la Humanidad el 16 de noviembre de 2010, siendo él por entonces director de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco.

El fichaje de Francisco Perujo como comisionado para la elaboración del expediente fue clave. Él fue quien dirigió la realización del expediente para que el flamenco alcanzara el logro en 2010.

A partir de ahí, en dos años se ha finiquitado el formulario ICH-02 para la inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que así es como se denomina técnicamente. El expediente se ha recogido en un pen drive con forma de tradicional pito carnavalesco con la documentación en tres idiomas y en formato electrónico y de una caja contenedora con reproducción impresa de los mismos documentos: el formulario ICH-02, 40 fotos (con sus correspondientes pies de textos descriptivos en las tres lenguas indicadas), tres versiones del vídeo de la candidatura (de diez minutos de duración como establece la Unesco), además de un anexo con el listado de adhesiones institucionales y de todas las asociaciones, peñas carnavalescas y representantes de los distintos sectores vinculados a la fiesta que ha ido recabando el Aula de Cultura a lo largo de los últimos años. Se trata de un trabajo laborioso que ha contado en todo momento con la supervisión de los técnicos de la Secretaria General de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía.

La experiencia con la designación del flamenco hace que Perujo tenga las ideas muy claras de lo que exige la Unesco. El expediente debe mostrar “que se trata de una fiesta popular donde se dan perfectamente y de una manera ejemplar dos elementos primordiales para la catalogación: la comunidad y la continuidad”. “Una fiesta participativa, sin exclusiones, en la que se involucran de manera activa mujeres y hombres de todas las edades. Una fiesta de la libertad en igualdad. De todo Cádiz para todo el mundo”, destaca. “Uno de sus elementos más singulares es que se trata de un patrimonio que se agiganta cada año, porque todas las agrupaciones renuevan por completo el tipo, la música, las letras. Eso convierte al Carnaval en un elemento único y cada vez más grande”, apunta.

Como explicaba Perujo hace unas fechas el expediente contiene “un capítulo de medidas de salvaguarda y tutela del bien cultural, como es el Carnaval, con compromisos que se asumen desde el terreno para fortalecer el Carnaval desde todos los niveles: estudio, investigación, promoción, divulgación... Como la industria cultural más genuina de la ciudad, que genera riquezas”.

Un nombramiento como el de la Unesco daría a la fiesta grande de Cádiz reconocimiento internacional y prestigio. De momento es el primer Carnaval de España que inicia este procedimiento.

Un Carnaval reconocido desde 1980

La consecución de la catalogación de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad será el culmen de otras medallas que ya se ha colgado el Carnaval de Cádiz. En 1980 fue declarada por el Gobierno español de Interés Turístico Internacional. Formó parte de la primera lista de fiestas así designadas junto al Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, las Fallas de Valencia, la Semana Santa de Sevilla o la Feria del Caballo de Jerez. En 2018 el Consejo de Ministros otorgó la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes a la Federación Provincial de Peñas por su activa participación en el Carnaval de la calle. Y en diciembre de 2019 el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó inscribir al Carnaval en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA), como Bien de Interés Cultural (BIC) con la tipología de Actividad de Interés Etnológico.

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