"La operación en Barbate fue correcta, pero no era previsible esa reacción homicida contra los guardias civiles"
Leonardo Marcos, director general de la Guardia Civil
El máximo responsable del instituto armado explica el estado actual de la lucha contra el narco, una batalla que asegura que está ganando a pesar del elevado coste material y humano
"La noche del 9 de febrero no se podía entrar en el puerto de Barbate por mar, había olas de 5 y 6 metros"
El director general de la Guardia Civil niega precipitación en la investigación del doble asesinato de Barbate
Antes de hacerle ninguna pregunta, el director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, explica que los índices de criminalidad en Andalucía son más favorables que en el resto de España. En la comunidad hay una media de 37,7 delitos por cada mil habitantes en la demarcación del instituto armado, cuando la media nacional es de 40,5. En el conjunto del país, sumando los datos de todas las policías, esa cifra sube hasta 51. "No caigamos en el error de criminalizar a Andalucía, ni a Cádiz, Algeciras o Barbate. Los datos nos dicen que estamos bien".
-Han pasado tres meses del asesinato de los guardias civiles, ¿qué se ha hecho desde entonces?
-Desde el 9 de febrero seguimos trabajando con los planes que teníamos anteriormente. Estamos golpeando en tres aspectos. En primer lugar, incautar las drogas. Desde que empezó el plan especial Campo de Gibraltar hemos incautado 1.700 toneladas de droga. Eso es mucha droga que hemos quitado de la circulación. Lo segundo que estamos haciendo es atacar la logística de las organizaciones. Hemos incautado 1.700 embarcaciones y más de un millón de litros de combustible. Y tenemos una tercera línea de actuación que es golpear las finanzas. El narcotráfico está evolucionando, como lo hacen todos los fenómenos criminales. El 10% de los detenidos en los últimos 15 meses están vinculados a delitos de blanqueo de capitales.
-¿Ha ido evolucionando también la forma de luchar contra los narcos?
-Desde el punto de vista policial, es una batalla integral. Estamos adaptando nuestra respuesta constantemente a su forma de proceder. Y lo que estamos haciendo es analizar los datos. Hay mucho trabajo de inteligencia para convertirlo en operatividad. La operatividad sin inteligencia no nos lleva a ningún sentido. Y eso nos permite afirmar que estamos ganando esta partida, estamos controlando y llevamos la delantera ante este fenómeno criminal.
-¿Pero hacen falta más medidas?
-La respuesta policial es muy intensa. Tenemos 15.286 guardias civiles destinados en Andalucía, con una tasa de cobertura del catálogo del 95%, nueve puntos por encima de la media nacional. Estamos haciendo un esfuerzo importantísimo, con cuatro fallecidos en los últimos meses. Es un enorme sacrificio, pero es una batalla integral de toda la sociedad y de todas las administraciones públicas. Al narcotráfico no lo vamos a vencer sólo con medidas policiales. Necesitamos que se trabaje en la prevención, con medidas educativas, sociosanitarias y políticas activas de empleo. Y luego están los consumidores. No podemos ser eficaces en la lucha contra el narcotráfico si los propios consumidores no echan una mano.
-¿Qué falló aquella noche del 9 de febrero en Barbate?
-Hemos hecho internamente dos informes. Uno es el del servicio de prevención de riesgos laborables, que hacemos siempre que hay un accidente con miembros del cuerpo. Y el otro es una información reservada sobre la vertiente técnica de la operación, que acabamos de cerrar hace unos días. Hemos concluido que la operación fue correcta. Lo que no preveíamos, porque esto no había ocurrido nunca, es que la respuesta de los delincuentes fuera atacar directamente a los guardias. En nuestro mundo hay un gran respeto a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. No es normal, ni previsible, esa reacción homicida contra los guardias. Pero desde el punto de vista técnico, tras investigarlo profundamente, la operación fue correcta. Se hizo lo que se podía hacer con los medios disponibles y en las circunstancias meteorológicas de ese 9 de febrero.
-Ese día, aparte de la meteorología...
-No se podía entrar. Yo estaba en Cádiz ese día, precisamente evaluando el plan Campo de Gibraltar. Entrar en el puerto de Barbate aquella tarde desde el mar era imposible. Había olas de cinco y seis metros. La única forma de llegar a donde estaban las narcolanchas era por tierra. Por eso se envió esa embarcación. Un barco más grande no se puede llevar por tierra.
-Las asociaciones de la Guardia Civil denunciaron el estado de algunas patrulleras del Servicio Marítimo, que estaban averiadas.
-Sí, pero el Servicio Marítimo de la Guardia Civil tiene 134 buques. Es una flota importante. Ahora mismo tenemos un 14% de buques en operaciones de mantenimiento. Tenemos una operatividad media por encima del 80%, que eso es más que cualquier flota de este tipo. Tengan en cuenta que nuestros barcos sufren mucho estrés, navegan en condiciones siempre muy difíciles. Puede que no tengamos medios suficientes en un momento y lugar determinados, pero tenemos un plan global. No contamos con el servicio marítimo de Cádiz, Algeciras o Almería, sino que es una operación de conjunto. Si necesitamos refuerzos en un lugar de la costa, sea éste o cualquier otro, contamos con todo nuestro Servicio Marítimo. Entiendo las críticas, pero hay que ponerlas en su justa medida.
-¿Eso incluye también el Río Guadalquivir, donde la Comandancia de Sevilla no dispone de embarcaciones para vigilarlo?
-Lo que estamos haciendo con el Guadalquivir lo teníamos ya previsto desde antes de los sucesos de Barbate. Lo que queremos hacer es bloquear la entrada al río, creo que estamos teniendo bastante éxito. Desde febrero se ven menos narcolanchas y se ven cada vez más lejos de la zona del Estrecho. Ellos son conscientes de que estamos golpeando fuerte en esa zona y tratan de romper el cerco por otros lugares. El río lo teníamos detectado y estamos trabajando en ese área. Ahí hay que entrar también por tierra, porque las condiciones de navegación son muy específicas. Entre bloquear la entrada y atacarles por tierra estamos teniendo bastante éxito.
-¿Es usted partidario de endurecer las penas contra el petaqueo?
-El petaqueo forma parte de estructuras criminales. Creemos que no es estrictamente necesario hacer modificaciones legales. Con el Código Penal tal como está podemos acusar a estas personas de formar parte de grupos criminales.
-¿Y de que la Abogacía del Estado se persone como acusación particular en el asesinato de los guardias?
-Lo que nos interesa es que se llegue al final de la investigación y acaben condenados todos los que tuvieron algo que ver (la entrevista se hizo antes de que trascendiera la investigación de la UCO, que concluye que las seis personas que están en prisión no iban en la narcolancha que embistió a los guardias civiles). Si la Abogacía del Estado se quiere personar está bien, pero la Fiscalía hace un magnífico trabajo dentro de esa respuesta integral contra el narcotráfico. Y los jueces. Estamos todos del mismo lado.
-Se habló mucho de la falta de medios, en uno de los vídeos se escucha a los agentes pedir torniquetes, ¿se puede ampliar la dotación?
-Llevaban torniquetes, los miembros del GAR los tienen como parte de su dotación de serie. De hecho, en el caso de Barbate uno de los heridos pudo ser atendido y se le hizo un torniquete. El entrenamiento del GAR, o del GRS, es muy elevado y exigente. Esto no quiere decir que no estemos atentos para ver la conveniencia de incrementar los medios.
-¿Por qué se desmanteló el OCON Sur?
-Lo hemos explicado ya muchas veces. Los tres primeros meses de este año hemos incautado más droga que en los años anteriores en los que existía esa organización informal. Cuando empezó el plan especial Campo de Gibraltar en la segunda mitad de 2018 (podía haber empezado antes, si lo hubiera hecho diez años antes llevaríamos diez años de ventaja), la primera medida de impacto para iniciar el plan Carteia fue OCON Sur, pero sabíamos desde el principio que eso era para empezar. Una vez consolidada la respuesta, tendríamos que cambiar de organización, entre otras cosas porque nuestros enemigos estaban también mutando. Y lo que se decidió fue reforzar las unidades de policía judicial. Tenemos que dar una respuesta policial global a las tres líneas que decíamos antes: incautación, logística y blanqueo. Las medidas de impacto sirven para lo primero, pero hay que reforzar la investigación y eso lo hacemos a través de las unidades territoriales de Policía Judicial. Fue una evolución natural ante un fenómeno criminal.
-¿No habrá marcha atrás entonces?
-No, porque en estos momentos no sería eficaz. Eficaz es lo que hacemos ahora, tenemos 877 guardias civiles de refuerzo, en labores ordinarias, y hemos reforzado extraordinariamente los equipos de Policía Judicial. Esa es la forma en la que podemos abordar este fenómeno. Los resultados están siendo razonablemente satisfactorios. Hemos incautado más de 60 toneladas de droga en tres meses, una cantidad superior a la de 2021. Con los datos en la mano, estamos ganando esta batalla, como hemos ganado otras en el pasado. Lo que ocurre es que es difícil mantener la cabeza fría y decir hay que seguir cuando hay tanto ruido alrededor y tantas personas afectadas.
-La presidenta de la Sección Séptima de la Audiencia de Cádiz dijo recientemente en una entrevista que Marruecos no colabora en la lucha contra el tráfico de drogas, ¿es así?
-La cooperación internacional es una parte esencial de la lucha contra el narco y tiene una serie de actores, como son los ministerios del Interior y Exteriores. El papel de los fiscales y los jueces en esta lucha es esencial. Cada uno debemos hacer aquello para lo que estamos especializados y legalmente habilitados. En la Guardia Civil tenemos un nivel satisfactorio de cooperación con nuestros colegas de Marruecos.
-Acaba de hablar del coste en vidas humanas, ¿se sabe ya qué paso en el accidente de la AP-4?
-Eso está bajo investigación. Nosotros aportamos al juez nuestros elementos de juicio. Todo indica que fue un accidente muy desgraciado, pero un accidente.
-Muy mediático ha sido el caso del robo en casa de María del Monte y la detención de su sobrino, ¿cómo valora el trabajo de la Guardia Civil?
-El martes celebraremos nuestro 180 aniversario y desde la fundación hemos sido muy exigentes con el trabajo interno. En ese caso concreto se hizo un buen trabajo, una buena investigación, y los resultados que se han puesto a disposición del juez creemos que son suficientes como para que la Justicia continúe su trabajo. Pero eso es lo normal. Nuestra tasa de esclarecimiento de delitos es de las más altas del país. Lo que sería noticia es que un atestado lo hagamos mal. Sería noticia porque normalmente eso no ocurre y, si ocurriese, tenemos mecanismos de control para corregirlo.
-Volviendo al fenómeno de las mafias del Estrecho, hemos visto que no sólo trafican con drogas sino también con personas.
-Una vez que generan un determinado volumen de recursos, los grupos criminales empiezan a incursionar en el blanqueo de capitales e inmediatamente después incorporan también el tráfico de seres humanos. En la evolución normal de los grupos criminales eso era algo que sabíamos que iba a ocurrir. Se dedican a todo aquello que les puede proporcionar una ganancia fácil y rápida. Ya no hablamos de contrabandistas sueltos o aislados, sino de grupos criminales que tocan todos los palos.
-¿Uno de esos palos es la cibercriminalidad, que sigue subiendo de manera exponencial?
-Utilizan todo lo que se nos pueda ocurrir. Para el blanqueo usan las criptomonedas. En Andalucía, la criminalidad convencional ha descendido un 2,6% en el primer trimestre del año, en relación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, la cibercriminalidad ha subido un 26%, y va a seguir subiendo de forma pareja al tráfico por internet. La sociedad no es lo suficientemente consciente de la grave amenaza que supone para nuestro patrimonio las estafas ciber, que cada vez son más sencillas. Ya son capaces de hacerlo con un simple mensaje de WhatsApp.
-¿Alguna otra cuestión que preocupe especialmente al director general de la Guardia Civil?
-La violencia de género. En el mismo periodo citado antes, los delitos de violencia de género en Andalucía han subido un 14%. Es una amenaza que tenemos que tomar muy en serio porque implica a toda la sociedad. Es muchísimo. En Andalucía hay algo más de 9.000 casos abiertos en el sistema Viogen. Creemos que cada vez hay más denuncias. Nosotros animamos a que se denuncie. Para poder atacar un fenómeno delictivo tienes que conocerlo. España es uno de los lugares más seguros del mundo. Ofrecemos seguridad, vivimos razonablemente seguros, por eso nos visita tanta gente. Pero tenemos amenazas como éstas a las que tenemos que responder.
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