Espadas aplaca las guerras provinciales del PSOE con un apoyo a los secretarios
El líder socialista se reúne con la gaditana Irene García para respaldarle y manda a parar los movimientos en Jaén y Huelva
La manipulación de los censos acaba al convocar cada uno de los congresos provinciales
Más que balcánicas, las batallas internas que los socialistas mantienen en cada una de las provincias andaluzas se parecen a reyertas de montoyas y tarantos, en la que los susanistas también toman partido por una u otra familia. Ante ello, el líder del PSOE-A, Juan Espadas, se reunió este miércoles con la secretaria de Cádiz, Irene García, para calmar a una provincia donde esta pugna entre facciones está adquiriendo tintes grotescos. Juan Espadas respaldará a Irene García frente a la alianza que en Cádiz han formado los susanistas con el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, pero además ha mandado a parar movimientos en Jaén y en Huelva en contra de sus actuales dirigentes. Varias fuentes consultadas sostienen, sin embargo, que la renovación que ha comenzado por el relevo de Susana Díaz no se va a detener, con independencia de la actitud que mantenga el líder del partido.
Juan Espadas, aún alcalde de Sevilla, es un secretario general que ha sido elegido por la militancia, pero que no está refrendado por el congreso regional, ya que éste se celebrará la primera semana de noviembre en Torremolinos. Carece de una Ejecutiva elegida y de un secretario de Organización, de modo que es él quien tiene que asumir el desgaste de estas guerras provinciales en las que se enfrentan distintas familias sanchistas en unas luchas muy igualadas que ganaría la que apoyasen los terceros en discordia, los susanistas.
Aunque tampoco se ha celebrado el 40º Congreso Federal del PSOE, que tendrá lugar en Valencia los días 16 y 17 de octubre, en cada provincia se han lanzado a luchas más o menos encubiertas, acompañadas de censos de militantes que crecen de modo milagroso. La intervención de Espadas se ha saldado con la convocatoria este jueves de los congresos provinciales andaluces. Se celebrarán en distintas semanas de diciembre, pero su efecto inmediato es que los censos quedan congelados. Ya no hay posibilidad de que los dirigentes locales busquen partidarios de fortuna para estos encuentros.
En la provincia de Cádiz, los susanistas se aliaron con partidarios del denominado pizarrismo, y lograron ganar la votación de delegados al congreso federal, una disputa en la que el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, fue el más votado. La actual secretaria general y presidenta de la Diputación, Irene García, perdió el combate, debido a una pérdida de credibilidad, pues en las pasadas primarias apoyó de modo indistinto a Juan Espadas y Susana Díaz para decantarse, al final, por el alcalde de Sevilla.
Varias fuentes gaditanas sostienen que Espadas también jugaba a aprendiz de brujo porque su candidato en la sombra sería el alcalde de Rota, José Javier Ruiz Arana, quien terminaría por decantarse como un hombre de paz ante dos partes casi divididas por lo demás. Después de perder la votación para elegir a los delegados del congreso federal, Irene García destituyó a dos asesores contratados por la Diputación que estuvieron en su contra.
Espadas y García estuvieron reunidos durante varias horas, y lo que expresan quienes conocían este encuentro es que el líder del PSOE-A le apoyará de momento para detener la espiral de estas batallas públicas. Sin ser mayoría, susanistas como Juan Cornejo, Manuel Jiménez Barrios y la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, son lo suficientemente fuertes para escoger a un nuevo líder si entre los sanchistas están peleados.
Cádiz es el paradigma, pero en otras provincias se viven guerras similares. En Jaén ha habido un movimiento para plantear una alternativa a su secretario general, Francisco Reyes, por parte de los jóvenes emergentes que han apoyado tanto a Espadas como a Pedro Sánchez, caso de Ángeles Férriz y Felipe Sicilia. Reyes tampoco es susanista, y su actuación fue la que llevó al primer cuestionamiento de Susana Díaz, pero como en Cádiz los nuevos también están divididos.
En Málaga hay dos grupos de sanchsitas, más otros dos de susanistas con algunas personalidades como satélites en busca de planetas. Daniel Pérez, portavoz en el Ayuntamiento de Málaga, era la figura emergente de Juan Espadas, aunque no cuenta con el apoyo de los regidores sanchistas. Y en Huelva se comenzaba a cuestionar a María Eugenia Limón, presidenta de la Diputación y eventual líder provincial. El alcalde de la capital, Gabriel Cruz, aspira a la secretaría provincial. Y en Córdoba, el secretario provincial, Antonio Ruiz, afín a Susana Díaz, medita si volver a presentarse con el apoyo de algunos sanchistas.
Esta situación de desgobierno provincial se debe a que, en efecto, se están intentando construir nuevos liderazgos sin que el de Espadas esté asentado porque ni se ha celebrado el congreso regional ni tiene una Ejecutiva o un secretario de Organización. Tanto ha cuidado de que la salida de Susana Díaz se produzca sin más estridencia que cada uno ha decidido hacer la guerra por su cuenta sin temor a que el nuevo líder llamase la atención.
Los congresos provinciales de Almería, Granada, Jaén y Málaga se celebrarán los días 11 y 12 de diciembre, y a la semana siguiente los de Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla. El arranque de los procesos de primarias en los que se elegirán a los nuevos secretarios se producirá con la celebración de los comités entre el 21 y el 31 de octubre. A partir de ahí se desencadenarán los siguientes plazos para presentación de precandidaturas a partir del 8 de noviembre, justo después del congreso regional, y las respectivas campañas informativas.
En el caso de que concurran más de una candidatura, la votación se producirá el 21 de noviembre en primera vuelta y el 28 del mismo mes si no se alcanza el 50% de los votos.
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