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Ábalos dejará morir el peaje de la autopista Cádiz-Sevilla

Final del peaje en la autopista Sevilla-Cádiz

Los gobiernos de Suárez, Felipe González y Aznar prorrogaron la concesión de una de las carreteras más amortizadas de España

La Junta todavía está pagando los 70 millones de euros que costó levantar la barrera de Jerez en 2005

Coches circulando por la AP-4 / Juan Carlos Muñoz
Juan Manuel Marqués Perales

18 de junio 2018 - 11:40

madrid/El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha confirmado que la autopista Sevilla-Cádiz, la AP-4, dejará de ser de peaje el 31 de diciembre de 2019, cuando se acaba una concesión que arranca de finales de los años sesenta del siglo pasado y que tres gobiernos del período democrático han prorrogado hasta convertirla en una de las más amortizadas del país. El anterior Gobierno del PP no iba a prorrogar esta concesión, pero nunca aclaró si se mantendría un peaje blando para financiar el mantenimiento. A pesar de que el anterior ministro, Íñigo de la Serna, siempre sostuvo que se acabaría la concesión, nunca aclaró como se pagaría el mantenimiento y lo dejó a un supuesto acuerdo entre las comunidades autónomas.

Cádiz es las única provincia andaluza que carece de conexión gratuita con las grandes redes de carreteras del país. La alternativa a la autopista de peaje es la Nacional IV, ahora llamada A-4, que discurre entre Jerez y Los Palacios con un trazado, paradójicamente, sinuoso para atravesar uno de los paisajes más llanos de Andalucía. En la actualidad, el único peaje de la AP-4 es de 7,15 euros, situado en la localidad sevillana de Las Cabezas de San Juan.

Sin embargo, desde el año 2005, la Junta de Andalucía viene pagando a Abertis, la empresa concesionaria, una cantidad anual por haber levantado el antiguo peaje de Jerez, que en su momento final era de 1,05 euros. La Junta pagará 72 millones de euros por esta eliminación. La hecha final de pago es la misma, la del 31 de diciembre de 2019.

La autopista de Cádiz a Sevilla fue la primera en abrirse en el sur de España. Se ideó como vía de salida a un importante puerto de contenedores que se iba a instalar en la Bahía de Cádiz. En 1969 se le dio la concesión a Bética de Autopistas, aunque la construyó Dragados. En 1972 ya estaban abierto la totalidad de sus tramos, y entonces contaba con tres peajes, los dos citados, más otro en el puente Carranza. El tráfico medio en la autopista era de 2.500 vehículos diarios, una cifra que se disparó hasta llegar en 2013 a los 17.504 según los últimos datos de Fomento.

La larga vida del peaje se ha debido a que todos los gobiernos lo prorrogaban, bien para no hacerse cargo del mantenimiento, bien para canjear otras operaciones con las distintas concesionarias. Adolfo Suárez lo alargó desde 1977 a 1983; Felipe González a partir de 1986, y José María Aznar, hasta el momento, a pesar de que se comprometió en campaña electoral a ponerle fin cuando tocase.

La demanda del final del peaje ha sido compartida por todos los partidos e instituciones públicas y sociales gaditanas. El Gobierno de Zapatero se comprometió a desdoblar la Nacional IV como alternativa, pero sólo se desdobló la circunvalación de Jerez. No ha sido hasta hace unos meses cuando han comenzado las obras del desdoble entre Sevilla y Los Palacios.

Los alcaldes sevillanos por donde pasa esta antigua carretera siguen demandando el desdoble, debido a que el índice de accidentes es muy alto, así como el paso de camiones.

El Gobierno tiene que resolver la financiación del mantenimiento de esta autopista. Con la AP-4, se acaba también el peaje de la Alicante a Tarragona. Y este mismo año, pero en noviembre, finaliza la de Burgos a Armiñán, en Vitoria.

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