Griñán se planta ante Rajoy por su "ataque" a las autonomías
Le pide por carta una reunión urgente tras el último Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que la Junta ve una estrategia para "doblegar" a las CCAA.
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, quiso plantarse ayer ante lo que considera una estrategia del Gobierno central para "debilitar" al máximo el Estado de las autonomías, y mandó una carta a Mariano Rajoy solicitándole una entrevista personal, así como la convocatoria de la Conferencia de Presidentes en la que viene insistiendo con nulo resultado desde hace meses. La actitud del Ejecutivo en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), en el que se cerró un objetivo del déficit "claramente lesivo" para las comunidades frente al más flexible para la Administación estatal, es el detonante de una misiva con la que Griñán quiere poner freno a ese intento de "doblegar" a las autonomías por asfixia financiera que es lo que, a su juicio, se persigue desde Moncloa.
Aunque en la carta sólo se hace una referencia encubierta a ese 1,5% del déficit que afecta por igual a todas las comunidades y se recrimina que ese punto de ventaja dado por Bruselas se lo quede en exclusiva el Gobierno central -un 4,5% frente al 3,5% anterior- y no se reparta con justicia, Griñán tiene clara que la intención es otra. Por eso, retó a que "si el Gobierno quiere suprimir las autonomías, que lo diga bien clarito". Y en este clima de advertencias cruzadas que se ha instalado entre el Gobierno y la Junta, no quiso quedarse atrás y dijo no estar dispuesto a tolerar a que, fruto de esa mayoría absoluta de la que goza el PP en el Congreso, se pretenda cambiar el modelo de convivencia y un retroceso en el modelo de Estado retratado en la Constitución de 1978.
Tenga o no audiencia con el presidente, y mientras siga inalterable ese tope del 1,5% del déficit para las comunidades, aunque difícil de cumplir, el Ejecutivo autonómico hará todo lo posible por mantenerse dentro del límite fijado. Un objetivo que, según Griñán, fue un "trágala" en el CPFF -en lugar de órgano de coordinación, lo rebautizó como órgano de "imposición"-, y al que se opuso no sólo Andalucía, sino que también contó con el voto en contra de Cataluña, Canarias y Asturias, y con la abstención de Castilla-León y Extremadura, estas dos últimas gobernadas por el PP.
Aunque la reunión con Rajoy, tal y como está formulada, sólo parece estar orientada a la "priorización conjunta de objetivos", lo cierto es que será una oportunidad para la Junta discuta sobre ese maltrado constante que viene denunciando de Madrid contra Andalucía. Bien poniendo en duda la solvencia de sus cuentas, bien no consignando en los Presupuestos Generales del Estado de 2012 las inversiones que corresponde a la comunidad según su Estatuto -deben ser el 17,8% de acuerdo con su peso poblacional, cuando se ha dado un 14,6%- o dejando para más adelante los 1.504 millones por las inversiones no ejecutadas de 2008 y 2009, o recortando los fondos para las políticas activas de empleo.
Que esa intención flota en el aire está clara, porque la posición de ni un paso atrás de la Junta no quedará en la mera advertencia verbal. Griñán anunció que se utilizarán todos los recursos legales y constitucionales que tengan a su alcance ante lo que "desborde los márgenes de la Constitución". O también del Estatuto andaluz. De hecho, ya lo está poniendo en práctica con los aprobados en Consejo de Gobierno, pero sólo anunciados y aún no presentados, recursos ante el Tribunal Constitucional contra el copago sanitario, la ampliación de los horarios comerciales y los recortes en Educación.
A pesar de la tensión que se pueda intuir entre las ocho escuetas líneas de la carta, Griñán se afanó por utilizar las palabras "diálogo" y "lealtad institucional" como necesarios en un tiempo que necesita del esfuerzo de una clase política por "generar confianza" y evitar las "imposiciones" o las "amenazas". En este sentido, sobre ese grupo de ocho comunidades que podrían estar al borde de la invervención estatal y entre las que pudiera incluirse Andalucía, aseguró que desde el Ministerio de Hacienda no se ha dicho ni trasladado nada a la Consejería del ramo, y recalcó que, pese a esta circunstancia, Andalucía no tendría nada que temer, al tener "todas las variables -económicas, financieras y de endeudamiento- muy superiores a la media". Una realidad que, sin embargo, no invita para nada a la relajación, ya que en la Junta se ve con preocupación la actitud que desde enero vienen mostrando distintos ministros insinuando la insolvencia de las cuentas de Andalucía, lo que ha puesto en situación de riesgo operaciones de colocación de deuda en los mercados internacionales.
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