"Hay inversiones que se van a Portugal y a Marruecos"
Juanma Moreno | Presidente de Andalucía
El presidente andaluz seguirá bajando impuestos en 2020 y se plantea derogar leyes, como la del litoral, para que Andalucía gane en competitividad
Concluye una semana importante para el Gobierno andaluz y su presidente, Juanma Moreno: el cambio político completa su primer semestre y se han aprobado los primeros Presupuestos que no ha elaborado una administración socialista en toda la historia de la autonomía andaluza.
Con ello, Moreno blinda su Gobierno de coalición con Ciudadanos y el apoyo exterior de Vox, mientras en España reina la incertidumbre política. Esta entrevista tiene lugar en el Parlamento mientras se discuten en el hemiciclo los últimos capítulos del Presupuesto.
El presidente se muestra satisfecho de lo conseguido, pero mira ya hacia las reformas que obligatoriamente habrá que hacer en el futuro más inmediato.
–El Presupuesto autonómico de 2019 se acaba de aprobar; en cierto sentido son unas cuentas continuistas con las de los gobiernos anteriores. ¿En qué se nota el cambio?
–Hay una evidencia muy clara: este es primer Presupuesto donde se bajan los impuestos de un modo claro. Hay tres cambios. Primero, cumplimos con el objetivo de déficit, no tiramos de gasto y, por tanto, de déficit, como en otras comunidades de España, donde se triplica y se quintuplica. Segundo, bajamos esos impuestos a todos los andaluces y, tercero, lleva el de mayor gasto social de la historia de Andalucía.
–¿Andalucía justifica un gasto social mayor que otras comunidades del PP, por ejemplo Madrid?
–Evidentemente, Andalucía es la última comunidad en gasto sanitario por habitante, vemos cómo la sanidad se ha convertido en el segundo o en el tercer problema para los andaluces. En educación también estamos en la cola de las evaluaciones de calidad y somos líderes en fracaso y abandono escolar. Aquí se ha vivido en un espejismo, el socialismo ha predicado una falsa progresía que no ha llevado a la práctica y nos encontramos con unos servicios públicos muy debilitados: la sanidad, la educación y la dependencia. Para recuperar estos servicios, vamos a necesitar años. Muchos años y muchos miles de millones de euros. Por eso, para consolidar mínimamente estos servicios, el Presupuesto lleva 760 millones de euros más para sanidad, 200 para educación y 80 para dependencia.
–¿Años? ¿Miles de millones? Parece mucho.
–Cuando tienes medio millón de personas en las listas de espera de la sanidad pública, hay un colapso. Cuando hay malestar entre los trabajadores de propio SAS hasta el punto de que muchos prefieren irse a otras comunidades o a otro país, es que hay un problema de prestigio, de organización y de sueldos. Has quemado a los profesionales. Tenemos un déficit en la sanidad pública de más de 5.000 millones de euros, por eso hablo de años. Para que la sanidad llegue al nivel que me gustaría, es necesario una inyección de 5.000 millones de euros.
–¿En una inversión extraordinaria?
–Se hará de modo progresivo, y no sólo son nuevas infraestructuras sanitarias, también más salarios, más calidad asistencial... Durante una década se han hecho muchos recortes por parte del socialismo.
–Este Presupuesto de 2019 tiene una vida muy corta, y no se ven esas grandes reformas. ¿Será el de 2020 el del cambio?
–Estos son los primeros Presupuestos realistas; lo que se escribe es lo que tenemos y lo que vamos a gastar, no se van a hacer operaciones de un lado a otro. Ni con el dinero de la violencia de género se van a comprar coches de la Policía adscrita. Hemos vinculado todas las agencias públicas al control de Hacienda, cosa que no ocurría antes, y lo más importante: en un ambiente de absoluta inestabilidad política en el resto de España, donde hay gobiernos autonómicos que no se sabe ni cuándo se van a constituir, donde no sabemos si habrá Gobierno de la nación, desde aquí enviamos un mensaje, aquí hay Presupuesto.
–¿En 2020 van a abordar en el Presupuesto la dimensión del sector público andaluz?
–El de 2020 será el primer Presupuesto completo, va a tener una ejecución de un año y vamos a comenzar a trabajarlo desde ya para presentarlo en diciembre. En ese Presupuesto vamos a introducir más elementos reformistas. Vamos a supervisar todo lo que hay en la función pública para optimizarla y mejorarla. Usted mismo ha dicho que hay empresas en el sector público que no tienen esa condición de servicio público; pues, probablemente eso hay que examinarlo.
–Sí, la empresa de las ITV, por ejemplo. ¿Van a venderla?
–Tenemos que ver qué sentido tienen empresas que le hacen la competencia al sector privado y que no nos aportan nada. El sector público debe dedicarse a garantizar los servicios y al equilibrio del mercado, y a partir de ahí, el resto corresponde a la iniciativa privada.
–Esta es la primera vez que un Gobierno admite enmiendas presupuestarias de partidos de la oposición, aunque sea de un modo simbólico. ¿Significa que hay propuestas de oposición constructiva?
–Yo quería superar una frustración personal que tenía de estos cuatro años pasados, y es que nunca se nos aceptó nunca ninguna enmienda. Ni una. Lo que hemos pretendido es hacer lo contrario, y por primera vez hemos incorporado enmiendas de todos, aquí está Vox, Adelante Andalucía y el PSOE. Nuestra disposición a hablar con todos es cierta, hemos desbloqueado después de cinco años la renovación de los órganos de extracción parlamentaria. Y han coincidido Vox y Adelante. Lo que me hubiese gustado es que el PSOE se hubiera sentado a negociar con nosotros los Presupuestos.
–¿Es posible la negociación con el PSOE en los grandes asuntos?
–Sí, si son capaces de dejar los prejuicios ideológicos. Hay cosas que no puedo aceptar, como poner una carga de 1.100 millones de euros en impuestos a los andaluces, que es lo que propone el PSOE. Por ahí no voy a pasar, pero sí encapsulamos el desacuerdo y hablamos del resto, claro que es posible.
–De cara a 2020, ¿qué puede anunciar en ese Presupuesto?
–En 2020 vamos a seguir con la bajada de impuestos, aunque aún no puedo concretarla.
- ¿La presión fiscal en Andalucía es un impedimento para invertir?
–Evidentemente. Tenemos un problema, y es que competimos con el mundo y a algunos parece que se le ha olvidado. Y tenemos dos vecinos, Marruecos y Portugal, que son fuertes competidores. Marruecos crece a un 6%, tiene una fuerte inversión panárabe y eso se ve en ciudades como Rabat o Tánger. Marruecos está cambiando, y nuestro vecino portugués tiene un 7% de desempleo frente al 22% nuestro. Nos tenemos que poner las pilas.
–¿Hay inversiones que podrían venir a Andalucía y se marchan a Portugal o a Marruecos?
–Sí. Las empresas y los fondos invierten donde haya mayor seguridad, donde haya más ventajas y más oportunidades. Esto lo tenemos estudiado. Se van, en primer lugar, adonde haya menor presión fiscal; esto es evidente, pero hay otro asunto peor: el de la burocracia. Andalucía tiene una maraña burocrática, normativa, tremendamente garantista. A veces, nos llevamos una década para tramitar un proyecto de inversión; esto es una barbaridad. Lo último que hemos hecho es meter por la vía de urgencia el proyecto de Cosentino, que es una marca internacional andaluza, y estaba atascado. Lo que puedo anunciar para 2020 es que vamos a ser muy ambiciosos en la reforma normativa y en la fiscal.
–¿Hay que derogar leyes?
–Hay que aclarar leyes, que no son claras; hay que simplificar normativas y hay que derogar. Las tres cosas.
–Por ejemplo.
–El Plan Litoral, que es un limitante absoluto de inversión. Y como ése hay muchos, es que hay normativa que es interpretada por la Junta de modo distinto según donde esté el centro, en una provincia o en otra. Se está dando estos casos, y eso no es culpa de los funcionarios, sino de los legisladores. Si hace falta derogar, vamos a derogar.
–¿Se van a reducir plantillas en entes del sector público?
–Mi objetivo no es reducir plantillas por reducir plantillas, y menos en una comunidad como ésta, con tanto desempleo. Mi objetivo es limitar esto en lo posible, pero si hay circunstancias de alegalidades, pues evidentemente se van a solventar. Si hay personas que no pueden estar por razones procedimentales, pues tomaremos esas decisiones.
–¿Qué alegalidades?
–Hay que diferenciar, la administración general de la Junta del sector público. Y es verdad, que en algunos entes de manera minoritaria, y subrayo esto, minoritaria, se han abierto procedimientos de contratación que no han sido objetivos. Eso habrá que depurarlo. Si hay alguien que ha sido contratado por razones de ideología, de partido, y además no ejercer ninguna función, pues puede sobrar.
–¿Canal Sur debe reducir plantilla?
–Canal Sur tiene una plantilla muy envejecida, los directivos están por encima de una media de 60 años; por tanto, en los últimos tres o cuatro años habrá salidas de manera natural. Esto permitirá refrescar, mejorar, actualizar el proyecto de la RTVA. Lo repito, yo no estoy obsesionado por echar gente, lo que deseo es que la administración funcione. Ahora, si alguien ha entrado por la puerta de atrás y encima pone palos en las ruedas y no cumple con sus objetivos, y además le pagamos un sueldo con el dinero de los contribuyentes, le invitaremos a que se vaya. Pero éstos son casos muy reducidos. La RTVA necesita profesionalidad, ilusión y liderazgo. Debemos ir hacia una televisión pública dimensionada, acorde con lo que el contribuyente quiere pagar. Y además debe dar un servicio público de calidad. Hay un divorcio de la RTVA entre el interior y lo urbano, no puede ser que Canal Sur Televisión no se vea en las zonas urbanas. Hay un divorcio con las clases medias urbanas, Canal Sur tiene que ser generalista, integrada.
–Sólo se reducirá plantilla mediante las jubilaciones.
–Sí, ya hay personas que nos han trasladado que están de salida, que quieren marcharse. Sí, vamos a redimensionarla y reorganizarla.
–La alianza parlamentaria con Vox le está dando bastantes problemas a cuenta de sus debates nominativos y su pelea con Ciudadanos.
–Vox y PP son partidos distintos, y Vox y Ciudadanos son partidos distintos; por tanto, hay cosas en las no estamos de acuerdo, porque somos formaciones políticas diferentes y con objetivos diferentes. Ahora, la grandeza y la lección que damos al resto de España es que nos podemos entender con el diferente. Hay asuntos que con Vox no voy a coincidir nunca, pero eso los dejamos aislados. Ahora, yo debo reconocer que Vox en Andalucía ha hecho importantes esfuerzos por entender y ser útiles.
–Ellos lo dicen de otro modo, sostienen que han puesto su sello en este Presupuesto.
–Claro, todos tenemos derecho a reivindicarse. Este es un Presupuesto muy sensato. ¿Usted ve malestar en la calle? ¿Inquietud por estos Presupuestos? En absoluto, porque la gente, que es inteligente, sabe que hay que llegar a acuerdos y lo ve razonable.
–¿Ese encapsulamiento de las tensiones nacionales en el que usted dice que ha metido al Gobierno andaluz es perdurable?
–Sí, claro, hemos conseguido durante dos procesos electorales que Ciudadanos y PP funcionen de un modo leal, como un solo Gobierno. Y hablando con Vox, me parece formidable.
–¿Y esta ficción de que Ciudadanos sostiene que nunca ha pactado con el PP?
–Bueno, están los muy cafeteros del PP, del PSOE, pero al ciudadano de la calle esto le parece un ruido absurdo. Este Gobierno es pragmático, hemos introducido un elemento de pragmatismo: de los prejuicios ideológicos no se comen. ¿Es posible el concierto sanitario con privadas? Sí. ¿Se pueden privatizar empresas que no tienen un sentido de servicio? Sí. La carga ideológica nos ha llevado a perder la convergencia con el resto de España.
–¿Diría que Susana Díaz tuvo sentido de Estado cuando solicitó que el PSOE se abstuviera en la sesión de investidura de Mariano Rajoy?
–Hombre, sentido de Estado quizás sea grandilocuente.
–Enjuicie, usted.
–Ella lo hizo por una motivación personal. Ella estaba inmersa en una carrera para ella, para sus intereses y en esa carrera le molestaba un señor llamado Pedro Sánchez, y urdió un plan para desplazar al secretario general; lo digo, finamente, porque no lo desplazaron, lo tiraron por la ventana. Yo no le vi esa grandeza. La hubiese tenido, entonces, ahora y no ha respondido a la mano abierta que le hemos ofrecido.
–¿Le hubiese gustado un acuerdo con el PSOE?
–Me habría gustado haber alcanzado el mismo acuerdo que el que hemos logrado para renovar los órganos de extracción parlamentaria. En Andalucía estamos consiguiendo un clima templado, es necesario empatizar con el contrario.
–¿En este sentido, le aconseja a Pablo Casado que sigue con el no es no a Pedro Sánchez?
–Nunca diría nunca, pero al día de hoy es, prácticamente, imposible la abstención del PP en la investidura de Pedro Sánchez. Hablamos de un señor que elevó a categoría suprema el no es no; fue quien derribó al Gobierno de Mariano Rajoy con una moción de censura por un caso de corrupción que afectaba a tres ayuntamientos de la comunidad de Madrid; no puede tener el apoyo del PP. Y, además, es que no ha ofrecido nada al PP, podría haber propuesto al PP cuatro cosas para la abstención: no subida de impuestos, seguridad en la integridad territorial de España y dos cosas más en materia económica y de la administración. Al menos, habríamos tenido que debatir sobre ello, pero es que no ha ofrecido nada.
–Bueno, el PP es un partido de Estado y tiene la posibilidad de que el Gobierno no se apoye en separatistas.
–Pero es que no sabemos qué quiere hacer Sánchez. No sé si cederá ante los independentistas, lo que hemos visto en Badalona es que ha pactado con la CUP y con ERC para quitarle la alcaldía a Albiol. Sánchez es capaz de cualquier cosa.
–¿No sería un fracaso del sistema la repetición de las elecciones generales?
–Sin duda, sería un fracaso, pero en primer lugar de Pedro Sánchez. Después, del sistema y de todos los partidos, de todos, pero primero de Sánchez.
–Ciudadanos puede alegar lo mismo que usted, que es imposible apoyar a Sánchez.
–Siempre pensé que Ciudadanos había nacido para evitar que los dos grandes partidos tuvieran que apoyarse en los nacionalistas; bueno, ahora deben decidir.
–Su Gobierno se va a llevar casi un año sin un Ejecutivo en España.
–A mi me gustaría que hubiera Gobierno cuanto antes; de momento, es que estamos perdiendo 600 millones de euros en materia de financiación.
–¿Andalucía está perdiendo en esta situación?
–Sí. Mire, los datos económicos, todos los datos, son muy buenos. El mejor es que Andalucía, además de ser la segunda comunidad más exportadora de España, vende más al resto de las comunidades que lo que compra, tenemos una balanza positiva. Quiero enviar un mensaje de solidez, Andalucía es un oasis en términos políticos, una isla de estabilidad para invertir. Uno de los grandes proyectos que tenemos es la de fomentar las inversiones en energías alternativas, pero necesitamos mejores salidas de conducción y, por eso, nos hace falta un Gobierno.
–¿Andalucía ha blanqueado a al extrema derecha?
–No. Los partidos, además, tienen que estar en las instituciones, lo que hacemos es normalizar la posición de una formación que tiene medio millón de votos. Lo primero que le pedí a Vox es que respetase la Constitución, porque si la respeta, respeta el Estatuto. A partir de ahí, me puedo entender.
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