La Junta celebra el Día de los Humedales en Andalucía con una especie que no habita en la comunidad

Como cada 2 de febrero, se celebra el Día de los Humedales. Una celebración para recordar la importancia de estos espacios donde dos de cada tres especies de aves corren peligro por la desaparición de los mismos.

La Junta de Andalucía, a través de su perfil en Twitter de la Consejería de Medio Ambiente, ha recordado la fecha y compartido una foto con una especie, el ibis blanco, que no habita en los humedales andaluces.

Sólo en Andalucía, hay 143.139 hectáreas de zonas húmedas recogidas entre los hábitats más vulnerables del planeta, entre marismas, lagunas, reculajes de embalses y salinas. Sin embargo, el cálculo es que 120 humedales se han perdido para siempre en la comunidad, quedan 223.

En todos ellos es imposible encontrar un ibis blanco. Algo que no ha pasado desapercibido para el resto de usuarios de la red social que se lo han recordado a la Junta de Andalucía con sus comentarios.

Los usuarios más especializados se han encargado de recordarle a la Consejería que "No es acertado recurrir al ibis blanco (Eudocimus albus), americano, para ilustrar los humedales andaluces, tenemos uno, el morito común, un Ave Fénix en los humedales ibéricos.

Un agente de medioambiente de la propia consejería andaluza, Antonio J. Plaza, también le sacaba los colores al perfil oficial del organismo en Twitter por la equivocación..

El origen de la fotografía además tampoco parece muy andaluz. La misma foto del ibis blanco se puede encontrar en una página web turca de donde las redes de la Consejería de Medio Ambiente podrían haberla cogido.

Humedales en Andalucía

Durante siglos, los humedales fueron desecados por temor al paludismo y, posteriormente, para su uso agrícola, aunque hay razones para el optimismo a pesar del impacto que en estos paisajes tendrá la disminución de las lluvias y el aumento de las temperaras del cambio climático.

Las primeras protecciones de los años ochenta en Andalucía han estabilizado especies de aves que estuvieron en franco peligro de extinción, como el morito, la malvasía o la focha cornuda.

Además, la regulación de la caza y la mejora de la calidad de las aguas ha conseguido naturalizar humedales de origen humano, como algunos reculajes de embalses.