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Parlamento
Este martes era día de saludos y despedidas en el Parlamento andaluz. El patio del Recibimiento acogía el tradicional homenaje a Blas Infante en el 137 aniversario de su nacimiento, un evento que este año era distinto al celebrarse en un periodo de transición entre legislaturas, con un aire a despedida ante tanto cargo saliente (la Mesa del Parlamento, los consejeros). Pero también un día para que el presidente de la Junta en funciones, Juanma Moreno, reitere un mensaje que ya había lanzado en campaña (entonces, en directa alusión a Vox): los logros del Estatuto son “innegociables”, garantizando que no se tocarán durante su presidencia “por convicción y compromiso”.
A tres semanas de su investidura, Moreno ha defendido su apuesta por un “autonomismo útil a los ciudadanos”, que sea acorde a la realidad de los andaluces y a los anhelos y desafíos de la comunidad autónoma “en un mundo cada vez más globalizado y complejo” y que “haga del éxito de Andalucía un soplo de vitalidad para España”. Un autonomismo basado en ese Estatuto que asegura el autogobierno.
Para el popular, los resultados del pasado 19 de junio crean una nueva mayoría que es “la reafirmación necesaria de los andaluces con nuestro modelo de autonomía constitucional”. Una arquitectura institucional con una autonomía con capacidad de decisión, lejos del centralismo, con competencias transferidas sobre servicios fundamentales para los andaluces “porque en ningún lugar mejor que en Andalucía se va a decidir con respeto a las necesidades y singularidades de nuestro territorio”. No ha olvidado la difícil situación económica, que augura un 2023 complicado, el argumento que el PP ha esgrimido para priorizar la elaboración de un presupuesto al agotamiento de la legislatura. Las consecuencias de la pandemia y la guerra requieren, ha advertido, "estar muy acertados en las decisiones" que se adopten, moderados en las formas y abiertos a las opiniones "que son diferentes".
Con los grupos parlamentarios aún por crear, en el acto solo han intervenido el nieto de Blas Infante, Javier Delmás, la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, y el presidente de la Junta. Para Bosquet, tras la debacle de Ciudadanos el 19-J, esta jornada suponía su despedida pública del Parlamento y ha aprovechado para agradecer a diputados y trabajadores su colaboración durante estos años, visiblemente emocionada. A su alrededor, representantes de todos los grupos políticos (salvo Vox), de los órganos de extracción parlamentaria, de la sociedad civil y entidades locales. Al finalizar los discursos, el socialista Juan Espadas ha querido incorporarse al relato llamando a revisar el grado de cumplimiento del Estatuto de Autonomía de la comunidad por parte del Gobierno andaluz. “Es necesario evaluar hasta dónde hemos podido llegar”, sobre todo “en sanidad, la educación y los servicios sociales”.
Vox no ha participado en el acto, tampoco se le esperaba dado el rechazo expreso a la figura del padre de la patria andaluza que han formulado en numerosas ocasiones. Pero sí ha querido intervenir: desde la cuenta del grupo parlamentario ha lanzado un tuit en el que ha tachado de “lunático islamófilo” a Blas Infante, mensaje que ha sido borrado después. El consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, ha sido el encargado de responder, destacando que la opinión de Vox está en las "antípodas" de la valoración que el PP hace de dicha figura, que cree que "merece todo el respeto". Estas declaraciones, ha aseverado, prueban que ambas formaciones son "partidos diferentes". Bendodo ha subrayado que el actual Ejecutivo se califica como “andalucista”, defensor de "un andalucismo moderno, moderado, constitucional".
El tuit de Vox llega precisamente en el momento en el que se inician las negociaciones sobre la composición de la Mesa de la Cámara, en la que, para tener un puesto con voz y voto, depende de que llegue a un acuerdo para cedérselo. Conforme a los resultados electorales, al PP le corresponderían cinco de los siete puestos de la Mesa y al PSOE, dos. Pero el reglamento establece que en este órgano deben estar representados todos los grupos parlamentarios.
Los partidos tienen que negociar ahora cómo se da cumplimiento a la norma. El PP podría ceder un puesto a Vox y mantener la mayoría de la Mesa, pero quedaría por solventar la situación de Por Andalucía. Para contar con un puesto con voz y voto debería cedérselo el PSOE, o podría quedar sin voto en la Mesa, como estuvo en la anterior legislatura Adelante Andalucía. Las opciones son varias y el acuerdo tendrá que venir de PP y PSOE, aunque los socialistas ya expresaban esta mañana que corresponde mover ficha a los populares.
Tras la Mesa habrá que negociar también la composición del resto de órganos de extracción parlamentaria, como el Consejo Consultivo, el consejo de administración de la RTVA, el Defensor del Pueblo y la Cámara de Cuentas. La nueva legislatura ya está en marcha.
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