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El Comité de Árbitros reconoce el grave error en el penalti

Suspenden al ex director del IES Cortadura por abusos

Educación abre un grave expediente

La Fiscalía de Menores investiga dos denuncias de padres de adolescentes. Educación deja sin empleo y sueldo al profesor, que había dirigido el centro durante más de 20 años.

Suspenden al ex director del IES Cortadura por abusos
Pedro Ingelmo

07 de octubre 2016 - 05:26

Francisco José Molina empezó este curso como profesor raso de Física y Química en el IES Fuerte de Cortadura por primera vez en más de veinte años, el tiempo que llevaba como director del centro. Apenas dio unas pocas clases durante este curso. La Consejería de Educación decretó a mediados de septiembre la apertura de expediente disciplinario y suspensión de empleo y sueldo contra este docente.

A la salida de una de las clases le fue comunicada la sanción. Fue la última vez que pisó el Instituto. Los cargos contra él eran de la suficiente gravedad como para haber llegado a la Fiscalía de Menores, donde actualmente se investigan dos denuncias por abusos sexuales, a los que hay que sumar otros seis o siete que se integran dentro del expediente disciplinario pendientes de ser examinados.

El principio del fin de la carrera de Molina ya había empezado unos meses antes, al final del anterior curso, cuando un equipo de la Inspección acudió al centro para revisar su funcionamiento y su gestión. Ese curso finalizó con un claustro en el que los inspectores realizaron un informe demoledor sobre la gestión del centro, algo pocas veces escuchado en un claustro, lo que terminó por decantar otro informe, el del consejo escolar, que resultó ser negativo y contrario a su permanencia en el cargo. El consejo escolar estaba formado por siete profesores, cinco padres y cinco alumnos, además de un representante laboral. Y luego estaba la presidencia, que ostenta el director del centro. En la web del IES aún figura el anterior director como presidente del consejo escolar. Según algunas fuentes del centro, lo sucedido en ese claustro fue la puntilla. Pese a esa valoración y con la Inspección mirando con lupa la gestión, Molina intentó renovar su puesto una vez acabado su mandato. Presentó uno de los pocos proyectos que fueron considerados como no aptos durante el curso pasado.

Pero todo lo que va mal puede ir a peor. Tras el claustro final, el final de curso. Un grupo de trece estudiantes de bachillerato del instituto, doce chicas y un chico, quedan a la hora de la comida en un establecimiento del Paseo Marítimo. Al rato, llega el director del centro para celebrar con sus alumnas la llegada del verano. Lo sucedido allí, según narran los camareros que estaban de turno esa tarde, no fue en absoluto normal. “No lo eran las conversaciones entre un hombre que pensábamos en un principio que era el padre o el abuelo de algunas chicas y ellas porque su contenido era de un tono muy subido”. Sin entrar en más detalles sobre esa tarde, que terminó de noche con alguna recriminación de los camareros, aquella fiesta en el Paseo Marítimo trascendió a las familias de las chicas, que se plantaron indignadas en el establecimiento semanas después queriendo conocer de primera mano lo sucedido. Los camareros del turno se lo narraron. Fue el germen de la denuncia que se presentaría en Fiscalía y que incluiría otras acusaciones sobre presunto acoso sexual en el propio centro, según los padres iban sonsacando a las chicas.

El expediente sobre el ex director del instituto iba haciéndose, por tanto, más extenso. Se supo, según se recoge en la denuncia, que el entonces director invitaba a su despacho a las alumnas, casi siempre de bachillerato, o que salía con ellas a desayunar a una cafetería cercana al instituto.

Sus compañeros más comprensivos han afirmado que era un modo de actuar de mucha cercanía al alumnado, lo que hacía que muchos le tomaran aprecio y regresaran a visitarle incluso cuando habían terminado su etapa escolar. Los más críticos -ni unos ni otros han querido aparecer con sus nombres- son mayoría y consideran sus métodos absolutamente inadecuados y con una clara preferencia por el alumnado femenino sobre el masculino. Así, el runrún saltaba de instituto en instituto, ya que los profesores que pedían traslados o encontraban otra plaza contaban lo que sucedía en el Cortadura con su director. Como afirma un profesor, “lo del director de Cortadura empezaba a ser demasiado conocido dentro del gremio”.

Fuentes de delegación no entran en detalles, pero aseguran que “para tomar la determinación de suspensión de empleo y sueldo y lo que fue una semidestitución de facto, o una invitación a marcharse, los cargos tienen que ser muy graves. Estas decisiones no se toman a la ligera y menos si la orden viene de Sevilla. Se ha debido querer cortar de raíz algo que, por lo que luego se ha ido sabiendo, no era un asunto que fuera del otro día, sino que venía de tiempo atrás”.

Un antiguo alto cargo de delegación ya jubilado recuerda a este director como “un califa, llevaba muchísimo tiempo en ese cargo. Sus maneras parecían echar de menos los tiempos en los que el centro dependía de Defensa e incluso hablaba con cierta añoranza de esos tiempos. Sí, se podría decir que ante el profesorado tenía algunos tics militares, aunque luego tenía fama de buena mano con los alumnos”. Defensa dejó de tener cualquier relación con el centro hace ya ocho años.

Este medio intentó localizar al ex director sin que fuera posible. Educación ha eliminado momentáneamente sus datos de la red interna Séneca.

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