Alertan de la proliferación de petaqueros en los ríos del suroeste andaluz

La asociación de la Guardia Civil Jucil ha alertado sobre la proliferación de redes de petaqueros en Andalucía, al tiempo que aumenta el narcotráfico, y ha señalado la actividad del suministro para los traficantes en los ríos del suroeste de la región. El colectivo detalla que Chiclana y el río Guadalete se han convertido en las surtidoras de combustible de Cádiz y que el desplazamiento de las rutas de la droga desde Algeciras a los otros puertos gaditanos, a Huelva y al Guadalquivir en Sevilla está provocando una gran alarma social.

Jucil ha indicado en una nota recogida por Europa Press que este fenómeno está generando un "grave problema" en provincias como Cádiz y Huelva, donde estas embarcaciones "entran y salen del puerto con impunidad para proveer de combustible a las narcolanchas que permanecen en alta mar", para lo que utilizan embarcaciones pequeñas y las propias embarcaciones semirrígidas de alta velocidad.

El colectivo de la Guardia Civil explica que el desplazamiento de las rutas de droga desde Algeciras, debido a la presión policial, al resto de los puertos de Cádiz y de Huelva, así como al Guadalquivir en la zona de Sevilla, es responsable del incremento de esta actividad. "El problema va en aumento y se pueden avistar a cualquier hora del día y de la noche", ha afirmado el secretario general de Jucil, Ernesto Vilariño.

Vilariño añade que "la falta de medios y personal de los que se dispone es conocido por los narcotraficantes y, ante esta situación, se desenvuelven con total descaro". "La alarma social es grande, porque no es difícil ver lo que está sucediendo y existe una brecha significativa en la legislación actual y a todas luces la legislación vigente es insuficiente para abordarlo con eficacia", ha añadido.

El portavoz de Jucil explica que uno de los escollos es que el transporte y almacenamiento de gasolina -en ciertas cantidades- no está tipificado todavía como delito, por lo que actualmente resulta difícil demostrar que ese combustible esté destinado al suministro de narcolanchas.

Jucil recuerda que viene solicitando tipificar este delito en el Código Penal desde hace dos años, "pero no ha sido hasta diciembre cuando se ha aprobado en el Senado una proposición de ley que contempla que los petaqueros puedan ser condenados con hasta ocho años de cárcel". Los agentes piden agilizar la aprobación de la reforma, que ahora debe pasar al Congreso de los Diputados.

"Este año volveremos a ver tristes cifras récord, si no se ponen soluciones encima de la mesa", ha afirmado Vilariño, que recuerda que en 2023, que es el año del que datan las últimas cifras oficiales, ya se avistaron un 48% más de embarcaciones cargadas con petacas de gasolina, aunque el problema se extiende a tierra, dado que necesitan una logística organizada para hacer acopio de la ingente cantidad de petacas.

"Desde Jucil no nos cansamos de repetir que estamos ante un problema de primer orden, nos enfrentamos cada vez a grupos mejor organizados y con muchos medios, tanto marítimos como de comunicaciones y tecnología, y también más violentos, dotados de armas en la mayor parte de los casos", ha señalado delegado de Jucil en Cádiz, Agustín Domínguez, que ha insistido en que se necesitan más medios técnicos y humanos, porque están arriesgando sus vidas.

Jucil vuelve a reclamar un "plan de actuación contra el narcotráfico y la dotación de recursos y medios a la Guardia Civil para la ejecución de las funciones encomendadas en la vigilancia marítima", señalando que el Instituto Armado "cuenta en Andalucía con 19 embarcaciones, de las cuales sólo siete están operativas".