Andalucía tiene casi cien pueblos en riesgo alto de despoblación
Cádiz es la única provincia que no tiene ninguno en esa circunstancia, Granada la que más
La mitad de los andaluces viven en treinta municipios en tres zonas: la costa, el Valle del Guadalquivir y las áreas urbanas de Granada y Jaén

La comunidad autónoma andaluza no tiene un problema grave de despoblación que sí están sufriendo otros territorios de España, y la prueba de ello es que en ninguna ciudad vive más del 20% de los habitantes. Aún así, la mitad de los andaluces vive en treinta municipios repartidos en tres zonas principales. La costa, como el gran espacio residencial vinculado al desarrollo de la actividad turística y a la industria que requiere la interacción con el mar, seguida del Valle del Guadalquivir y de dos grandes áreas urbanas como Granada y Jaén. En el otro extremo, en otras comarcas cada vez viven menos personas. Son el Norte de Córdoba y de Almería y el Noroeste de Jaén.
En el centro está la red de ciudades medias que representan los entornos más saludables, desde el punto de vista demográfico y que son el modelo en el que la Junta de Andalucía quiere mirarse para buscar un equilibrio asimétrico que permita a todos los ciudadanos vivir en unas condiciones similares en cuando a servicios se refiere.
Los técnicos de la Consejería de Administración Local que dirige José Antonio Nieto, del Instituto de Cartografía de Andalucía, del Centro de Estudios Andaluces y el profesor Eugenio Cejudo de la Universidad de Granada, además de un comité de expertos, han elaborado un diagnóstico exhaustivo de la situación actual de Andalucía así como una Estrategia contra el reto demográfico que ahora está en exposición pública hasta el 20 de abril.
Y muestra algunas realidades importantes. Porque de los 780 pueblos que hay en Andalucía, 95 se encuentran en un riesgo alto de despoblación. Están repartidos por todas las provincias...menos en Cádiz, que no tiene a ninguno de sus municipios en estas circunstancias. La provincia con más municipios para retener a su población es Granada, seguida de Almería. En Málaga los problemas de despoblación están en el Valle del Genal y en Sevilla en la Sierra Morena.
Los expertos valoran el riesgo real de estos municipios teniendo en cuenta no sólo el número de habitantes, evidentemente, sino también el crecimiento vegetativo, el índice de envejecimiento (la población mayor de 64 años con respecto a la menor de 16) pero también el índice de dependencia y la tasa migratoria.
Masculinidad
Los expertos cuantifican también la ratio de masculinidad porque tradicionalmente en el campo hay una mayor población de hombres, y cuánta población se dedica a la agricultura, además la altitud con respecto al nivel del mar. Mientras más lejos de la costa, menos posibilidades de repoblación a pesar de la importancia que va teniendo en turismo rural también como modo de vida para sus habitantes. La renta es otro dato importante ya que a mayor edad, mayor grado de dependencia y mayor aislamiento físico; los habitantes tienen menos posibilidades de beneficiarse de grandes centros de producción. El baremo está establecido en 15.000 euros por persona.
La imagen idílica del campo
La pandemia cambió la tendencia de los últimos años que apostaba por el mundo urbano como el mejor lugar para vivir y se instauró una imagen idílica sobre la vida en el campo, el contacto con la naturaleza y la calidad de vida de lugares tranquilos. En el último barómetro de Centra en el que se preguntó por el lugar para vivir, en elaborado en junio de 2023, el 48,3% de los andaluces aseguraba que estaría dispuesto a vivir en un pueblo pequeño con la condición de disponer de servicios sanitarios, educativos, acceso a internet y un transporte público accesible.
Y esas son, precisamente, las principales debilidades de este modo de vida, a lo que se añade la falta de oferta de viviendas y el mal estado de una parte de su caserío, abandonado por sus propietarios desde hace años. A eso se suma la falta de oferta de ocio. Para tres de cada diez andaluces, el mundo rural en Andalucía se relaciona principalmente con la agricultura y el campo en general (32,9%), aunque también con la precariedad laboral y la falta de desarrollo profesional.
Pero también hay ventajas que son las que la Junta quiere ahora explotar en la Estrategia contra el Reto Demográfico empezando por mejoras en la fiscalidad en estos territorios, la calidad de la producción alimentaria y la gastronomía, así como las posibilidades de empleo en la hostelería, el turismo, el ocio o los deportes de aventura. A esto se suman las actividades que lleva a cabo la Federación Andaluza de Municipios y Provincias y la actividad de las asociaciones de mujeres que se han convertido en un eje dinamizador para las zonas rurales. Eso además de las iniciativas culturales para mantener el patrimonio cultural y etnológico, además del natural y la conservación de la naturaleza, que llevan a cabo sus vecinos.
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